COVID – 19 Y CRISIS, ¿INCLUSO LA PRIVACIDAD?


Flavio González Ayala

Armando Adolfo Martínez Meneces

Víctor Alfonso Tapia Miranda


Cada vez que compramos un dispositivo electrónico inteligente o instalamos una aplicación, somos bombardeados por una enorme lista de términos y condiciones acerca del funcionamiento de este. En un inicio puede resultar curioso y atractivo leer esa innumerable lista, que entre otras cosas, contiene aspectos sobre la privacidad y seguridad que tiene que aceptar el usuario para poder usar esta novedad, sin embargo, al convertirse en un suceso tan recurrente y cotidiano, tendemos por aburrirnos y aceptar todo sin percatarnos de los que estamos pagando verdaderamente, incluso cuando lo que descargamos es gratuito.

Flavio González Ayala.

Internacionalista. Candidato a Doctor en Relaciones Internacionales, Negocios y Diplomacia por la UANL.

Profesor Investigador de la Facultad de Economía de la UASLP.

Maestro en Estudios de Asia y África por El Colegio de México.

En “Los Increíbles” una película del estudio de animación de Pixar se menciona la frase: “Tu identidad es tu posesión más valiosa, ¡Protégela!” y a pesar de ser la línea de una “película para niños” presenta una verdad indiscutible, aun para quienes ya no somos unos niños. Todas las características que nos forman son nuestras y nosotros deberíamos tener el derecho de decidir con quien compartir esa parte de nosotros, así como no dejamos que en cualquiera se meta en nuestra vida o entre a nuestros hogares, deberíamos de proteger y defender de igual manera nuestra privacidad digital, y no querer por “ocultar algo”, es una cuestión de seguridad.

La cuestión aquí es que en esta era tecnológica todos somos vulnerables y estamos expuestos a los potenciales peligros que nos brindan estas redes electrónicas, desde anuncios “curiosamente” oportunos en nuestras redes sociales y la posibilidad de que nuestros datos personales (todos aquellos que nos identifican como nuestro nombre, edad, lugar de residencia) circulen y estén disponibles (y a la venta)  en cualquier lugar del mundo, hasta el robo de identidad, fraudes o cualquier otro delito cibernético. Sumado a eso, recordemos el hecho de que los sistemas informáticos no olvidan; estos almacenan, analizan y procesan todos los datos que entran en sus servidores con los fines que su desarrollador los haya programado, ya sea beneficiar, perjudicar o influir en las decisiones de sus usuarios en la vida real. Y no es una exageración, recientemente WhatsApp enfrentó una crisis debido a que se expuso la manera en la que funciona su política de privacidad y seguridad, misma que la mayor parte de sus usuarios ignoraba, por lo que una gran cantidad decidió buscar alternativas que fueran menos agresivas respecto al tratamiento de sus datos, así mismo, recordemos que el servicio de mensajería instantánea más popular a nivel mundial ya le pertenece a Facebook, empresa que ha pasado por una serie de escándalos, siendo el más famoso y costoso (por la multa de 5,000 millones de dólares) el caso en el que se acusó a la empresa de Mark Zuckerberg de vender los datos de millones de sus usuarios a la consultora Cambridge Analytica.

Aún con estos inconvenientes, no podemos cerrarnos por completo al mundo digital, ya sea que utilicemos estas herramientas por puro ocio o con fines de entretenimiento, o debido a que nuestro empleo y/o educación dependen de esto, el no utilizar y aprovechar las bondades que tienen estos sistemas son innegables, y no hacer uso de algo que no esté conectado a la red es una tarea prácticamente imposible en nuestros días, por lo que en lugar de preocuparnos en exceso y sugestionarnos respecto a la vulnerabilidad a la que estamos expuestos en este universo cibernético, debemos investigar y aplicar las medidas recomendadas para protegernos. Dmitry Bestuzhev, director del equipo de investigación y análisis de Kaspersky Lab America mencionó en una entrevista para CNN algunas de las medidas por las cuales nos podemos proteger, para así aumentar el nivel de seguridad digital que tenemos, sobre todo en nuestros celulares, entre las que se encuentran:

  • Contar con un sistema antimalware en nuestro dispositivo (antivirus).
  • Procurar conectarnos en redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés), ya que son más seguras que las redes públicas comunes, y mejor si estas cuentan con elementos de bloqueo.
  • Utilizar navegadores de internet modernos que cuenten con funcionalidades que bloqueen publicidad y fingerprints.
  • Revisar que nuestros dispositivos móviles no recopilen nuestros datos, y mucho menos que estos sean compartidos con terceros.

A pesar de esta serie de recomendaciones, que si bien nos proporcionan mayor tranquilidad respecto al tratamiento de nuestra información en internet, debemos ser conscientes de dos cosas muy importantes:

  • No importa qué plataforma elijas, todas tienen implicaciones de seguridad y la manera de actuar de cada uno estará en función de lo que queramos realizar.
  • Como todo en nuestra era, los sistemas y redes están en constante transformación, así que con cada actualización, novedad o producto nuevo que vaya surgiendo con el paso del tiempo, las políticas de privacidad y seguridad de estos irán evolucionando con ellos, por lo que es necesario que nos mantengamos informados sobre los cambios que se realizan y ver si estamos conformes con ellos, si no es de esta manera, buscar alternativas con la cuales podamos satisfacer nuestra necesidad digital.

Comúnmente, el cliente está ahí, sentado, acostado o proliferando ideas, más en estos tiempos de crisis mental, física y moral, inmerso en gran parte de su tiempo a las redes sociales, donde muchas de las veces, las grandes empresas aprovechan la delicada condición que tiene las gran mayoría de la población para obtener lo que más les importa de dicho individuo, ¡Bienvenida sea toda persona que ha decidido comenzar este tour por el mundo capitalista!, donde a lo largo del recorrido entenderá si o si, que se le observa como producto, “excelente” se le ha insertado un chip de manera muy sutil, para que pueda ignorar todo lo que sucede a su alrededor, y le dé todo lo necesario a las grandes empresas para crear el mundo perfecto para usted, o por lo menos se le presentará de esa manera, ¿No lo cree?, está bien, pregúntese, ¿Ha leído los términos y condiciones de cada empresa o red social que instala en su dispositivo? Si, ese mismo que tiene junto a usted todo el tiempo, inclusive, más que cualquier otra persona con la que tenga contacto, no se preocupe, no es usted, son los términos y condiciones, esos reglamentos que parecen ser muy complicados de comprender para el usuario común, ¿No cree que tiene algo de fondo?, quizá habrá un interés de por medio y no necesariamente suyo. ¡Así es! sus sospechas han acertado, y si no ha sospechado, tenga cuidado, pues será una carnada más fácil de lo normal, ¿De lo normal? Así es, no hay carnadas difíciles, pues quizá ya sea demasiado tarde como para arrepentirse, no, por desgracia no hay nada que se pueda hacer, le ha dado las armas perfectas a su mayor enemigo para manipularlo psicológicamente, ¿Cómo sabe que es el más efectivo?, porque lleva tiempo dañándole y no se ha percatado, es más, lo ha visto como un amigo, como un recurso que puede utilizar cuando se aburra, se deprima, o incluso, cuando se sienta incomodo, así es, la mayor fortaleza de este enemigo es la creación de la fuerte dependencia que tiene usted hacia eso, pues realmente no sabemos en donde, como, con quién, o mínimo, en qué condiciones, llega toda esa información fundamental, es por esa razón, que estamos siendo ese kit de compras de los empresarios, hemos llegado a esa pesadilla de todo adolescente de series para jóvenes, en donde al invadir la privacidad de las personas por medio de su diario personal  era el acto más efectivo para terminar con la (por lo menos) estabilidad de esa persona, (a lo máximo… quizá sea bueno evitar esta parte), hemos llegado al punto, en el que no seremos regidos por las leyes o las políticas implementadas por los gobiernos del planeta, ahora, el dominio está siendo redireccionado a las empresas en donde, comienzan a surgir como personas que son realmente libres del régimen jurídico, pues no hay gobierno federal que pueda con las grandes compañías, y todo gracias a la gran cantidad de información que recopilan, actualmente, son las que toman las decisiones cruciales para el futuro del globo, acompañadas del poder gubernamental (mismo que se ejerce de manera favorable para el sector privado), quizá tenga relación con las ideologías internacionales que se han establecido después de la segunda guerra mundial, en donde el gobierno tenía que ejercer como el intermediario de la economía en caso de que el libre mercado se encuentre en problemas. ¿Quién iba a imaginar que un buscador podría contener todos los temas que se nos ocurran?, y que las empresas desde hace tiempo, nos conozcan más que nosotros mismos, sin duda, un recordatorio que se debe tomar en cuenta al momento de volver a abrir nuestras redes, de ver esa serie que tanto nos encanta de Google, o plataformas a fin, de, siquiera, hablar por teléfono, inclusive, en nuestra “presunta” intimidad. Esta no es una notificación, pues todos sabemos eso, más bien, es un consejo para reflexionar de lo tanto que hemos devaluado nuestra intimidad, al grado de cambiarlo por, muchas de las veces, información basura, inclusive al punto de permitir que esas condiciones se vuelvan fundamentales para realizar hasta la más básica actividad de nuestra vida diaria.

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