Por Redacción.
Con una ocupación por debajo del 40% como promedio el año pasado y una dura caída en el mes de abril hasta el 8.2 por ciento, la hotelería en San Luis Potosí enfrentará el periodo vacacional de verano con algo de esperanza.
La actividad hotelera ha sido de las más dañadas por las restricciones de movilidad a las que obliga la pandemia del coronavirus, los hospedajes han perdido su razón de ser, se han presentado gran cantidad de cierres de hoteles.
Los viajes de esparcimiento casi han desaparecido y los hospedajes de empresa se han reducido al máximo ante la prohibición de la movilidad, así una actividad que creció en la entidad por arriba del 11 por ciento de los años 2015 a 2019, en 2020 decreció en un 40 por ciento.
El turismo nacional tuvo una caída en ocupación e cuartos de hotel de un 55 por ciento, con una pérdida calculada en más de un billón de pesos, factor importante fue que 20 millones de turistas extranjeros dejaron de venir al país.
San Luis Potosí no se escapó a esas pérdidas, solo en Semana Santa del 2020 se esperaba una derrama de 280 millones de pesos y unos 400 mil turistas, al suspenderse el evento religioso solo contaron con un 20 por ciento de ocupación hotelera.
El año pasado la ocupación en la capital de estado apenas llegó al 28 por ciento en el mes de diciembre cuando el promedio de otros años se encontraba por encima del 50 por ciento.
En cuanto a la oferta hotelera de 2015 a 2019 creció en un 31.2 por ciento con nuevos hoteles y remodelación de otros, se contabilizaron 18 nuevos hoteles, sin embargo el año pasado frente a la pandemia se han cerrado 184 espacios para hospedaje y hoteles.
Estos centros de trabajo han tenido que disminuir el número de empleados en todas sus áreas de servicio, la mayoría, en mayor o menor medida tiene a sus trabajadores con el empleo suspendido a la espera de recuperar actividad y volver a contrata.
No obstante, lo anterior la Asociación de Hoteles y Moteles en la entidad ya cuenta con diversas estrategias para atraer visitantes a la ciudad capital y a diversas zonas cercanas, así como para el resto de la entidad, como la huasteca, se espera un repunte para verano y fin de año, aunque la recuperación del sector se calcula para el año 2023.
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