UN AÑO DE LA COVID-19 (EPÍLOGO 2/2)

La tecnología que hace poco parecía darme
libertad, es ahora una cosa donde estoy preso.
 Fernando Pessoa[i] 


Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.
Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.
Abraham Lincoln

El Gobierno no es la solución, es el problema.
Ronald Reagan

Marco Antonio Zárate Mancha.

En la entrega anterior ofrecimos desentrañar “Quiénes han sido los causantes de esta plandemia y por qué”. Ya hablamos de las estrategias empleadas para atolondrar a la población con la profusa, confusa y difusa propaganda sobre la COVID-19, y también de atemorizarla con el ariete del miedo. De igual forma abordamos la concatenación de hechos que providencialmente se relacionaron para establecer las condiciones de la emergencia del virus quimérico SARS-CoV-2, el Frankenstein creado en los laboratorios de la Universidad del Norte de Carolina, EEUU, por el investigador Ralph Baric[ii] et al.

Para sustentar mi visión, me apoyaré en el interesante trabajo de la escritora y doctora en comunicación-periodismo, Cristina Martín Jiménez[iii], de nacionalidad española, que fundamentará la sospecha de que la pandemia fue planeada por los grupos más poderosos del planeta, que piensan que gracias a la tecnología pueden implantar un gobierno mundial para domeñar a la que presuponen mansa manada.

La inquietante y desafiante portada de The Economist de marzo del 2020

La comunicóloga española señala la perturbadora portada de The Economist de marzo del 2020 —ver entrega anterior—, y expone que este medio es propiedad de magnates tan ricos que ni siquiera aparecen en Forbes. Dentro de los propietarios están los Rothschild (banqueros desde 1798, con todo lo que ello implica)[iv], Cadbury[v], Schroder y Agnelli, todos ellos miembros de élite del Club Bildeberg. Aunque no son los únicos propietarios de la revista, ésta es el “Órgano financiero de la aristocracia financiera”.

FMI, Banco Mundial, Banco Central Europeo, cancerberos de los dueños del capital

Este grupo de personas (miembros del Club Bieldeberg) toman decisiones que después los organismos financieros, controlados por ellos (Fondo Monetario Internacional, FMI, Banco Mundial, Banco Central Europeo, BCE), convierten en políticas para imponer programas de austeridad a países enteros sometidos a una moderna esclavitud financiera. En nuestro país las “Cartas de Intención” firmadas por varios presidentes (López Portillo, Miguel de la Madrid, Salinas de Gortari…) comprometían a México —ante el FMI— a vender empresas paraestatales, subir impuestos (IVA de 10% hasta 16%, entre otros); aumentar precios de productos y servicios gubernamentales, reducir sueldos y salarios y apretarse el cinturón (austeridad que fue para la ciudadanía). Expongo lo anterior porque es el modus operandi de la élite financiera (dueños de bancos). Si algún país o gobernante no acepta las severas condiciones de los organismos internacionales para contratar créditos, les niegan préstamos… Recordemos a George Papandreou, primer ministro griego, que después de conocer las medidas draconianas propuestas por el BCE y el FMI condicionando la entrega de créditos a su país, decidió someterlas a referéndum, ello desencadenó su dimisión al cargo; el primer ministro sustituto, Lukás Papadimos, canceló el referéndum y pactó los empréstitos para su país, es decir, solo hay de una sopa…

Apenas en abril pasado, El Economista[vi] publicaba: “El Fondo Monetario Internacional (FMI), sugirió a los miembros desarrollar estrategias para incrementar los ingresos de los países que permitan adquirir más vacunas (dale pues) y fortalecer su capacidad fiscal (más impuestos) para financiar el gasto social”. Es decir, para financiar la compra de vacunas…

La concentración de la propiedad de los medios de comunicación

Carlos Fazio, en su interesante artículo ¿Conspiparanóicos o seudociencia y biofacismo?[vii], cita a Naomi Wolf:

“Estados Unidos transita ya el ‘décimo’ de los 10 pasos hacia el fascismo: el Estado ha fusionado al gobierno con las megacorporaciones financieras, tecnológicas y farmacéuticas de una manera similar al fascismo italiano, utilizando la crisis sanitaria como vehículo para justificar la supresión/abolición de los derechos humanos inalienables y civiles; pero no es sólo una guerra contra la libertad sino contra los seres humanos”.   

Esa fusión que señala Naomi Wolf ha sido posible por lo que describe ahora otra Naomi: Naomi Klein[viii]:

“[…] décadas de desregulación en las que, en definitiva, se legalizó el soborno, con torrentes de dinero de las corporaciones inundando la política.

“Es absolutamente cierto que el sistema está corrupto. […] Y la gente lo sabe. Sabe que la reescritura de las reglas en favor de un reducido grupo de intereses corporativos y del 1% ha sido un proceso bipartidista; que fue Bill Clinton quien desreguló la banca, preparando el escenario para el colapso financiero de 2008, y que fue Obama quien decidió no procesar a los banqueros, y que, con casi total seguridad, la candidata demócrata (Hillary Clinton) que compitió con Trump no habría actuado de otra forma”.    

Ya Naomi Klein, en su libro “Decir No No basta[ix]”, hace un recuento de funcionarios de primer nivel del gabinete de Trump ligados a grandes corporaciones que mostraban indiscutibles conflictos de interés entre sus anteriores ocupaciones y los cargos encomendados por el presidente.

Así pues, lo que señala N. Wolf se ha venido denunciando y documentado desde hace mucho tiempo por periodistas e intelectuales de diferentes países. No es una novedad la enorme concentración de poder y riqueza en unas cuantas manos y cómo es que ésta ha sido posible.

En lo que corresponde a la concentración de poder de los medios de comunicación, Cristina Martín Jiménez[x] escribe:

“La diferencia de ideologías no cambia la estructura íntima y profunda que une a la élite del poder y a la comunicación en todos los puntos del planeta. Como afirma Raymond Williams[xi]:

[…] ‘La forma en la que los medios de comunicación son controlados en distintas partes del mundo variará según las ideologías imperantes. En china y en Cuba, el control se ejerce en nombre del pueblo. En occidente, va desde el capitalismo abierto (televisión comercial, prensa financiada mediante publicidad), hasta el paternalismo benévolo de la BBC, en el mejor de los casos). Pero en todas partes, la tendencia predominante es crear una élite que limite la libertad de expresión de los individuos”.

Se sabe que en Estados Unidos a principios de los ochenta había unas cincuenta compañías de medios de comunicación y,

“Cuando acabó la década, eran menos de la mitad. Actualmente hay en el mundo occidental seis grandes corporaciones trasnacionales, generadoras de entretenimiento y software mediático con redes globales de distribución:

  • Viacom – CBS (Estados Unidos)
  • NBC – Comcast – Vivendi Universal (Francia-Canadá-Estados Unidos)
  • Bertelsmann (Alemania)
  • Time – Warner – AT & T (Estados Unidos – Inglaterra)
  • News Corp. (Inglaterra-Estados Unidos-Canadá)
  • Disney Company – ABC (Estados Unidos)

Entre ellas compran, venden y se fusionan. Llegan a todos los rincones del planeta. A toda la audiencia global. Demuestran la existencia de una concentración de poder mediático y explican por qué todos los ciudadanos estamos recibiendo los mismos mensajes oficiales acerca de la COVID-19[xii].

A la concentración de medios de comunicación se le suman las empresas tecnológicas más importantes en función de sus cotizaciones en la bolsa, ellas son Alphabet (Google), Amazon, Facebook, Apple y Microsoft.

Estas empresas han brillado durante la pandemia y no hay una de ellas que no esté presente en nuestras vidas. La prensa tradicional se ha quedado rezagada en el mundo de las noticias, pues en la Internet podemos encontrar acontecimientos e información en tiempo real. El periódico El Mundo al publicar la noticia sobre la compra de The Washington Post por Jeff Bezos, fundador de Amazon en uno de sus párrafos señalaba:

“Hay que recordar que, con Internet, la prensa ha quedado muy pequeña. Solo Google ingresa más publicidad que todos los periódicos de Estados Unidos juntos. Y Amazon factura tanto como todos los diarios de Estados Unidos”.

Durante este año de pandemia hemos podido constatar cómo cualquier información en contra del discurso oficial comandado por la oscura OMS, es eliminada por un ejército de perros guardianes de la “única verdad”. Lo hemos visto en Facebook, en YouTube…, en donde la información es borrada o suprimida en minutos o en unas cuantas horas. Y uno preguntaría: ¿Por qué no se permite que la ciudadanía investigue, valore y decida? ¿Se nos ve como menores de edad incapaces de decidir por nosotros mismos?

Los videos de Andreas Kalcker, impulsor del uso del dióxido de cloro para tratamiento preventivo y correctivo de la COVID-19, son borrados en horas. Sus entrevistas reciben similar tratamiento. Al modesto gas de estructura molecular similar a la del agua, se le satanizó arguyendo que era venenoso. Sin embargo, varios investigadores de prestigio internacional han mostrado la enorme cantidad de información que hay al respecto y que contradice las advertencias de supuestos daños argüidos por la Food and Drug Administration, FDA, y la OMS. La eficacia del dióxido de cloro en el tratamiento preventivo y correctivo de la COVID-19, podría echar abajo el multimillonario negocio de las vacunas y todo el teatro de la plandemia. Por eso se descabeza cualquier información al respecto. No obstante, en nuestro país ha surgido un fuerte movimiento de respaldo al uso del dióxido de cloro llamado Coalición Salud y Vida, Comusav. Actualmente hay miles de médicos e investigadores de cerca de una veintena de países de América Latina y España en Europa que pertenecen a la Coalición. Las acciones de la Comusav se fundamentan en la DECLARACIÓN DE HELSINKI DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL.

Los 10 principales inversionistas de los laboratorios farmacéuticos que trabajan en la elaboración de vacunas anti COVID-19

En el cuadro se aprecia la concentración de accionistas (los 10 más importantes) en 7 de los principales laboratorios del mundo que se han dado a la tarea de producir vacunas para combatir la COVID-19. Menos de cuarenta grandes empresas y consorcios de inversión están dentro de los 10 mayores accionistas en las empresas productoras de vacunas anti-COVID-19. Las ganancias que se podrían esperar de sus inversiones pudieran fácilmente ser superiores a los 100 mil millones de dólares. Parece que es buen negocio invertir en empresas que casualmente estaban preparadas para producir vacunas, que no medicamentos, para la posible inmunidad contra el quimérico (virus de laboratorio) de la COVID-19.  En el cuadro se constata que 30 de los inversionistas más fuertes en los laboratorios del cuadro son de EEUU… Lugar donde se trabajó desde antes de 2014 en la producción de un virus quimérico con todas las características del SARS-CoV-2 que provoca la COVID-19.

Sería un trabajo muy interesante saber cómo se movieron desde 2014 hasta el presente las inversiones de los accionistas mencionados en el cuadro. Ello podría dar pistas del movimiento del dinero hacia un negocio promisorio que es la producción de vacunas para todo el mundo y no de medicamentos para tratamiento de la COVID-19. ¿Qué tienen esas famosas vacunas y por qué el apremio de vacunar a todos?

En la entrega 1 de 5 de estos escritos sobre un año de pandemia, referimos las investigaciones que se hicieron sobre un nuevo coronavirus en la Universidad del Norte de Carolina en Chapel Hill… Retomaremos ese información estratégica que es la punta del iceberg…

A manera de resumen y conclusión

  1. Se crea un virus quimérico en laboratorio que como da como resultado una patente. Si se buscó la protección era porque se tenía pensado explotar esa “invención”. Recordemos que para que se pueda otorgar una patente se tiene que comprobar “Novedad” (no existe algo similar en el Estado de la Técnica) y “Actividad Inventiva”, es decir se creó algo nuevo y sobre esa novedad se hacen las famosas reivindicaciones (lo que se atribuye como novedosa contribución de la nueva patente a lo ya existente en el Estado de la Técnica, State of art, en inglés).
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del libro “La verdad de la pandemia”. Cristina Martín Jiménez.
  1. Se tiene seguimiento por parte del Estado (EEUU) y de otras fuentes de financiamiento, Fundación Bill y Melinda Gates, acerca del desarrollo del nuevo virus que trabaja la Universidad del Norte de Carolina Chapel Hill, UNCChH. El 20 de marzo de 2014 los investigadores encabezados por Ralph Baric, presentan la solicitud de patente (aviso de prioridad). Y un año después hacen la solicitud formal. La patente se publica el 6 de febrero de 2018, bajo el número US9884895B2[xiii].
  2. El financiamiento del gobierno de EEUU se concede mediante la subvención U54AI057157 otorgado por los institutos Nacionales de Salud. Por ello el gobierno tiene ciertos derechos en la invención.
  3. El Campo de la Invención se refiere a métodos y composiciones que comprenden una proteína de pico de coronavirus quimérica para tratar y / o prevenir una enfermedad o trastorno causado por una infección por coronavirus.
  4. Y para no dejar dudas se dice: […] “la presente invención proporciona un método para producir una respuesta inmune a un coronavirus en un sujeto, tratar una infección por coronavirus en un sujeto, prevenir una enfermedad o trastorno causado por una infección por coronavirus en un sujeto y / o proteger a un sujeto de la infección por coronavirus. efectos de la infección por coronavirus, que comprenden administrar al sujeto una cantidad eficaz de la proteína espiga quimérica del coronavirus, la molécula de ácido nucleico aislada, el vector y / o la composición de esta invención, o cualquier combinación de los mismos, produciendo así una respuesta inmune a un coronavirus en el sujeto, tratando una infección por coronavirus en el sujeto, previniendo una enfermedad o trastorno causado por la infección por coronavirus en el sujeto y / o protegiendo al sujeto de los efectos de la infección por coronavirus.

Hay demasiados elementos que apuntan a una afortunada concatenación de eventos (ver entrega anterior) y a una propaganda mediática hecha para infundir terror en la población.

El gobierno mundial que anuncia The Economist es de facto la OMS. Ésta ha dicho que de acuerdo a los documentos que han consultado, el SARS-CoV-2 es un virus que surgió de manera natural; cuando todo apunta a una investigación quimérica que inició la UNCChH a principios de la segunda década del presente siglo y concluyó en marzo de 2015. En 2018 se otorga la patente…

Lo sucedido a más de media humanidad merece una investigación a fondo. Se sabe que en muchas partes del planeta se han levantado voces que señalan que esta no es una pandemia. No obstante todavía no se han presentado denuncias formales antes los tribunales de la humanidad para pedir una investigación imparcial, con los mejores investigadores y especialistas del planeta.

Como dice Carlos Fazio:

“En el marco de la pandemia de COVID-19 millones de seres humanos asisten de manera pasiva a la instauración de un totalitarismo tecno-sanitario-plutocrático integral de tal magnitud, que hace que las distopías de ciencia ficción de George Orwell (1984) y Aldous Huxley (Un mundo feliz) se queden cortas, y que los totalitarismos clásicos parezcan apenas ejercicios de aprendices primitivos.

[…] “las plataformas del big tech se han convertido en ‘feudos’ que se benefician de un vasto ‘territorio digital’ poblados de datos con servicios que hoy se consideran indispensables; […] ‘el futuro caníbal del liberalismo parece estar dominado por la era de los algoritmos’.

“En el capitalismo de vigilancia, los datos, convertidos en algoritmos en inteligencia artificial (IA), constituyen el factor ordenador de la economía y la principal fuente de poder y riqueza. Lo que en la época feudal representaba la tierra, y posteriormente el capital industrial y la propiedad intelectual, hoy son los datos de la vida personal (emociones, hábitos, gustos, movimientos corporales, pensamientos íntimos), que, recopilados y transformados por la IA en productos de predicción, se venden en mercados de futuro del comportamiento.

Hoy por hoy el destino de la humanidad está en juego. La “nueva normalidad” que se nos quiere imponer bajo la máscara de una falsa pandemia sanitaria no tiene mayor sustento.

Yo cierro estas entregas con las líneas finales del Homo Videns, de Giovanni Sartori:

“La nuestra es una época extraordinaria —no ordinaria— por dos cosas. Primero porque […] es una época riquísima de hechiceros y charlatanes. El pensamiento ilustrado les había hecho perder mucho crédito y así durante más de dos siglos la cultura occidental los había marginado. Ahora han revivido y están triunfando. Triunfan también porque nosotros vamos siempre acelerados y corriendo hacia adelante. Y ésta es la segunda característica —la que verdaderamente no tiene precedentes— de nuestra época. En este mundo ya todo es neo, trans, post. El ‘novismo’ (acuñación mía) y el ‘beyondism’, el ir más allá (acuñación de Daniel Bell), vuelven locos. Hoy día, si no ‘superas’, si no adelantas o saltas la valla, no existes. Arriesgándome a no existir, yo prefiero resistir.


[i] Adaptación libre del pensamiento de Pessoa. En realidad Pessoa habla de automóvil, no de tecnología.
[ii] Menachery, V., Yount, B., Debbink, K. et al. Un grupo similar al SRAS de coronavirus murciélagos circulantes muestra potencial de aparición humana. Nat Med 21, 1508-1513 (2015). https://doi.org/10.1038/nm.3985
[iii] Cristina Martín Jiménez. La verdad de la pandemia. Editorial Martínez Roca. 2020.
[iv] https://sociedadecaballeros.com/la-familia-rothschild-es-5-veces-mas-rica-que-los-8-multimillonarios-mas-conocidos-del-mundo-combinados/ Con más de $2 billones de dólares, la riqueza reportada por la familia se está acercando a casi cinco veces más que la riqueza combinada de los 8 multimillonarios más conocidos del mundo, lo que significa que la familia Rothschild por sí sola controla más riqueza que tal vez tres cuartas partes o más de la población mundial total.
[v] https://es.wikipedia.org/wiki/Cadbury
[vi] https://www.eleconomista.com.mx/economia/FMI-propone-fortalecer-arcas-publicas-via-tributacion-20210404-0044.html
[vii] https://www.jornada.com.mx/2021/05/03/opinion/015a1pol
[viii] Naomi Klein. DECIR NO NO BASTA. Contra las nuevas políticas del shock por el mundo que queremos. Paidós. 2017. Pág. 58.
[ix] Naomi Klein. DECIR NO NO BASTA. Op. Cit. Pág. 88, 175 – 179.  
[x] Cristina Martín Jiménez. La verdad de la pandemia. Op. Cit. Pág. 131.
[xi] Raymond Williams. Historia de la comunicación, Vol. 2. Bosch. Barcelona. 1992.
[xii] Cristina Martín Jiménez. La verdad de la pandemia. Op. Cit. Pág. 134.
[xiii] https://patents.google.com/patent/US9884895B2/en


Marco Antonio Zárate Mancha

Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Michoacana. En sus inicios trabajó en el Grupo ICA. Posteriormente colaboró en la Secretaría de Programación y Presupuesto, en el Sistema Alimentario Mexicano de la Presidencia de la República. A su paso también se ha desempeñado en la Canacintra México, en el programa TIPS de Bancomext, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el Gobierno de Michoacán y en el municipal de San Luis Potosí. Ha sido y es empresario y esporádicamente ha colaborado en diversas publicaciones impresas y electrónicas, como: Quadratín, Homozapping, revista AM Blues, Alternauta, Revista Transformación de Canacintra y Fórum Financiero, entre otros.


Deja un comentario