Por redacción
Posterior al encuentro episcopal que tuvieron los arzobispos y obispos de la iglesia Católica, diversas Diócesis, incluida la potosina, han expresado la importancia que representa para el creyente ir a vota.
La iglesia tiene la libertad y el derecho de propagar su doctrina mientras no se asocie con una opción política o realice proselitismo a favor o en contra de alguno de esos institutos políticos.
Por ejemplo la Provincia Eclesiástica del Bajío, que incluye las Diócesis de Querétaro, Celaya, Irapuato y León publicó un texto en 2018, que sigue vigente, llamado “Construyendo ciudadanía para el bien común”, a través del cual indica que un católico debe votar, preferentemente, por un candidato que respete la vida desde su concepción, hasta la muerte natural, que combata la corrupción, la pobreza, que luche contra la inequidad y brinde atención a los grupos vulnerables.
Sobre si implica una violación al Estado laico el que la Iglesia realice posicionamientos sobre temas públicos, la Arquidiócesis de la Ciudad de México dijo que «la respuesta es no», y que «la Iglesia tiene la libertad y el derecho de propagar su doctrina, siempre y cuando no se asocie con una opción política o realice proselitismo a favor o en contra de alguna opción en especial».
A través de un editorial titulado “¿Por quién votar?”, publicado en su medio de comunicación Desde la fe, la arquidiócesis del cardenal Carlos Aguiar Retes llamó a los católicos a no caer en la confusión y evaluar con detenimiento su elección.
Este es un resumen de los cinco puntos que sugiere la Arquidiócesis de México, pero que aplica para todas las Provincias y como se lee toca aspectos que ya han sido expresados en San Luis Potosí por el Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero.
1. Claridad en sus posicionamientos
“El votante católico tiene muchos temas que debe impulsar y proteger: los puntos de vida, familia y libertad religiosa son indispensables para tomar una decisión. Estos son la primera prueba que debemos pasar para tomar una decisión a favor de alguien; si algún candidato se niega a tomar estos temas o a posicionarse sobre ellos, causa una duda razonable, pues podría pensarse que esa persona tampoco tomará decisión al respecto estando en el ejercicio de sus funciones, de ser electa”, señala.
2. Defensa de la familia, la vida y la libertad religiosa
“En estos tiempos no es posible mantener una posición neutral sobre el respeto a la vida, a la familia y a la libertad religiosa”, explica la Arquidiócesis, y añade: “Se debe apoyar a quienes, con claridad se han posicionado por la defensa de la vida de todo ser humano, por quienes ven a la familia como la solución a los problemas sociales, y por quienes defienden la libertad religiosa”. Para la Arquidiócesis de México, una vez pasada esta primera prueba, el católico deberá evaluar también la capacidad de los candidatos para atender otros temas importantes como la seguridad pública, educación, salud y respeto a las instituciones.
3. Una trayectoria limpia
“En un mar de propuestas, promesas y campañas de mercadotecnia, debemos buscar la verdad, y en lo posible, informarnos sobre el historial público de la persona por la cual pensamos votar”. Para ello, la arquidiócesis capitalina pide investigar cómo han sido los anteriores cargos públicos de los candidatos; valorar sus propuestas de campaña, y estar al tanto de lo que se dice de él o ella, especialmente sus adversarios. “Busquemos tener luz sobre lo que se diga para encontrar lo verdadero”, señala.
4. No caer en engaños
Para la Arquidiócesis de México, la capacidad de las personas debe ser más importante que su popularidad. “No debemos decidir solamente porque alguien sea más popular, y menos aún porque está haciendo regalos de campaña. Nuestra decisión tendrá consecuencias en el futuro para toda una comunidad”.
5. Informarse bien
Por último, la Arquidiócesis de México, llama a sus fieles a informarse bien sobre cuáles son las facultades y responsabilidades de cada cargo por el cual está votando. “Un diputado local o federal tiene sus labores legislativas a nivel estatal o federal respectivamente; un presidente municipal tiene sus responsabilidades administrativas, de servicios públicos, de seguridad, etc. ante la comunidad local; un gobernador tiene más responsabilidades en materia de seguridad, desarrollo, educación, etc., a nivel estatal.
Con información de Vida Nueva Digital y el semanario “Desde la Fe”.
