Por Claudia Gómez Montealvo.
No hay otra forma de arte que vaya más allá del conocimiento ordinario como lo hace el cine, directo a nuestras emociones, profundamente al cuarto oscuro del alma (Ingmar Bergman)
El Cine además de arte debería de considerarse como un elemento educativo que debe de ser incluido en los planes de estudios escolares, no debe de limitarse a aquellas universidades de Ciencias de la Comunicación o relacionadas con esta.
Si desde la edad preescolar se les fomenta a los estudiantes el gusto por el cine desde cualquier asignatura, las formas de enseñar, aprender y aprehender serían muy distintas.
A partir del cine se puede conocer el pasado, el presente y lo que podría ser el futuro. Es un elemento que aporta información muy valiosa de todo tipo, a través de este, los estudiantes pueden aprender el desarrollo de muchas culturas con las que, por circunstancias económicas, de espacio y distancia no sería posible tener acceso a ella.
Otro elemento educativo es el aprendizaje de los idiomas, es mucho más placentero aprender el inglés, el alemán, francés, árabe o cualquier otro idioma a través de una película o documental que mediante un libro, porque no solo se puede aprender el idioma sino formas de vida de otras sociedades.
Historia y Literatura son materias que de igual forma se podrían aprender a través del cine, este arte nos traslada de una forma viva al pasado de la humanidad. De igual manera miles de obras de la literatura universal se han filmado en distintas épocas y con diversidad de actores y en diferentes idiomas.
Otro factor muy importante y que se puede transmitir a través del cine es la formación de los estudiantes en valores, fomentar el respeto, tolerancia, gratitud, honestidad por mencionar algunos de estos, haría de los estudiantes mejores ciudadanos.
A través de este arte se puede fomentar la Cultura de la Paz, en este mundo donde el conflicto, la guerra y la poca tolerancia imperan, utilizar el cine como un elemento que promueva la paz entre los estudiantes y su interrelación con el mundo, puede ser una nueva política educativa.
El cine debe de ser un recurso didáctico educativo-formativo no solo debe de verse en el aula como entretenimiento o por la ausencia de algún maestro a la clase.
Este arte debe de entenderse como un elemento que cambia la forma tradicional de enseñar, cambia el pensamiento del estudiante, se vuelve crítico e imaginativo, y desarrolla nuevas habilidades y conocimientos.
La clave para la enseñanza será elegir bien el filme que se ha de proyectar y qué es lo que se quiere transmitir, el reto será modificar nuestras formas de educar.
Innovar y cambiar formas tradicionales que han permanecido a lo largo de los años será el principio para la transición a una nueva docencia más creativa, humana e interesante que forme personas críticas, proactivas y tolerantes.
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
