Por Claudia Gómez Montealvo.
Como parte de los Derechos Universales por la libertad, la justicia y la paz se contempla en el artículo 17° que “toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente” y “nadie será privado arbitrariamente de su propiedad”.
La interpretación se puede dar de muchas maneras, pero en aras de buscar el bienestar social podríamos decir que consiste en que todo ser humano tenga la capacidad para disponer de una vivienda adecuada con servicios básicos y espacios dignos, que cuente con transporte público accesible a su vivienda, así como espacios públicos de esparcimiento alrededor de ésta.
En México los esfuerzos para que sus ciudadanos tengan acceso a una vivienda son pocos, y los retos son muchos.
Si bien el estado mexicano hace lo posible por cumplir con esta obligación plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 4° que cita: “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa”, así como en el en su artículo 123° donde precisa las obligaciones de los trabajadores y patrones en cuanto al fondo nacional de la vivienda.
El acceso a una vivienda digna en México no es sencillo, si bien el INFONAVIT es un organismo que a través de su ley establece que debe otorgar un crédito barato a los trabajadores no lo es.
En un comparativo realizado por la CONDUSEF durante este año, a través del sitio: https://www.condusef.gob.mx/comparativos/comparativos.php?idc=1&im=bancos.jpg&h=1, se muestran los tipos de créditos hipotecarios.
En este documento los esquemas hipotecarios con CONAVIT e INFONAVIT cuenta con una tasa que van del 7.40 y 7.90 % similar al presentado por Banamex con una tasa del 7.90%.
Por lo tanto, podemos decir que el crédito que debe proporcionar la instancia gubernamental no es del todo asequible, así tampoco la oferta de los bancos instalados en México, si comparamos por ejemplo con el Reino Unido la hipotecas varían, van desde el 1.19 % hasta un 4.60 % dependiendo del tiempo por el cual se solicite el crédito y de la institución bancaria.
Además, a través del esquema gubernamental affordable home ownership el Reino Unido otorga préstamos a los que ciudadanos que desean comprar una vivienda por primera vez, aproximadamente de un 40 % del precio total de la propiedad, en el cual durante los primeros 5 años no se pagan intereses y hasta el 6º año inicia el pago con interés del 1.75%.
Este es un ejemplo muy general de lo que ofrece el Reino Unido dentro del cual se contempla una de las ciudades con los más altos salarios del mundo como es Londres, lo que viene a reflejar las inconsistencias y contrastes de un país en vías de desarrollo como es México y su sistema bancario, así como sus esquemas gubernamentales de acceso a una vivienda.
Si bien el INFONAVIT es un organismo creado para que el trabajador mexicano puede acceder de forma barata a un crédito hipotecario, resulta que no es una institución barata y mucho menos de fácil acceso, además para recibir este derecho el ciudadano debe de contar con un empleo en el cual le otorguen las prestaciones del seguro social y de igual manera realizar sus aportaciones las cuales se le descontarán de su salario, aunado a la aportación por parte de su empleador.
Otro aspecto inconcebible es el porcentaje de interés que maneja tan similar a una institución bancaria, por lo que viene la pregunta de ¿cuántas personas en México cuentan con un crédito de esta naturaleza y que tipo de propiedades se ofertan y compran?
Por lo tanto, el acceso a una vivienda que debe ser universal no lo es, no es un derecho que tenga que ser gratuito, pero en aras de la justicia y equidad debe de ser un derecho de fácil acceso para todos sus ciudadanos, porque lo elemental que busca el ser humano es cubrir sus necesidades básicas como son: techo, alimento y vestido.
El reto y compromiso de nuestras autoridades será el mejorar los esquemas crediticios de acuerdo a la capacidad de compra y salarios de los mexicanos, así como regular de manera contundente el sistema bancario, que por décadas ha mermado la economía de los ciudadanos, convirtiendo a México en su paraíso bancario, donde pueden cobrar las comisiones e interés por cualquier producto bancario que les venga en gana, situación que no encuentran y no se da en otros países del mundo.
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
