Por redacción.
Fue en Estocolmo, en los años 70, donde planteó por primera vez el tema del cambio climático y el grave problema que para el mundo representaba. Sin embargo, los desastres contra el medio ambiente se mantuvieron y empeoraron.
Accidentes que dañaron el medio como el de Chernóbil, los derrames de petróleo en los mares como l de Fergana en Uzbequistán, o el Ixtoc I en la costa de Campeche, México o el Deepwater Horizon en E.U. La destrucción de Manglares, como en el sureste mexicano; la tala de árboles, como en el Amazonas; en el Lago Victoria en África por residuos químicos, y en los ríos y mares por deshechos plásticos, y más, que durante años han provocado un daño irremediable al medio ambiente.
Hoy, en el siglo XXI, en el año 2021 vivimos los resultados de esta contaminación, de la denominada “degradación del ambiente y destrucción de la biodiversidad”. Se han alterado los ecosistemas que ha provocado la llamada “crisis climática”.
Del 1 al 12 de noviembre, en Glasgow, Escocia se realizará la denominada COP 26, la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trata de un evento que se realiza anualmente, aunque se pospuso el año pasado debido a la pandemia. Los líderes mundiales asisten, pero muchas de las discusiones tienen lugar entre ministros y otros funcionarios de alto nivel que trabajan en cuestiones climáticas. El 26 significa que esta es la 26ª reunión del grupo.
En la COP 21, más de 190 países (entre estos México) firmaron el denominado Acuerdo de París en 2015, para limitar el aumento de las temperaturas globales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, preferiblemente a 1,5 grados. Pero ha sido un fracaso.
Los retos de la próxima reunión de Glasgow son:
“Mantener vivo el objetivo de 1,5, un objetivo que algunos países productores de combustibles fósiles han resistido, al menos en términos de fortalecer el lenguaje vinculado al mismo en cualquier acuerdo.
Poner una fecha final al uso de carbón sin tecnología de captura y almacenamiento, que deja abierta la posibilidad de seguir usando algo de carbón, siempre y cuando se capture la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero del combustible fósil, impidiendo que entren a la atmósfera. Algunos científicos y grupos de activistas han dicho que todo el carbón debería pasar a la historia.
Proporcionar US$ 100.000 millones de financiamiento anual para políticas sobre el clima, algo que acordaron las naciones ricas, para ayudar a los países en desarrollo a reducir las emisiones de combustibles fósiles y adaptarse a los impactos de la crisis.
Lograr que todos los autos nuevos que se vendan en un período de 14 a 19 años sean de cero emisiones.
Terminar con la deforestación para el final de la década, ya que los bosques juegan un papel crucial en la eliminación de carbono de la atmósfera
Reducir las emisiones de metano, un gas potente con más de 80 veces el poder de calentamiento del dióxido de carbono”.
México es uno de los países más vulnerables al cambio climático. La ubicación geográfica, topográfica e hidrológica del país crea condiciones vulnerables a eventos hidrológicos o meteorológicos extremos. El 91 por ciento de le energía que se produce es a través de combustibles fósiles.
Como resultado, los ecosistemas y las personas son particularmente vulnerables a daños significativos debido al cambio climático, no ha anunciado metas ambiciosas solo se ha quedado en pronunciar una reducción del 22% en gases de efecto invernadero, pero no ha cumplido y en cambio extinguió el Fondo para el Cambio Climático y redujo presupuesto sobre el tema y no se ve ninguna agenda climática.
Por el contrario, la creación de una nueva refinaría que destruyó manglares al igual que la provocada por el llamado “Tren Maya”, a las cuales se suma, de darse su aprobación, la reforma eléctrica que provocaría mayor uso de combustóleo y menor utilización de energías renovables.
Lejos o inexistentes las políticas públicas del gobierno de López Obrador para generar disposiciones que enfrenten los efectos adversos del cambio climático y regular las acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático. No hay una agenda climática para enfrentar los impactos del calentamiento global. La 4 T irá a Glasgow a mentir a engañar.
Medias Tintas SLP 