PERDER A UN HIJO

Por Claudia Gómez Montealvo.

No podría describir el sentimiento, frustración y desesperación de los padres en cuanto a la pérdida de un hijo, cualquiera que sea su naturaleza: muerte accidental, suicidio, muerte natural, ya sea por complicaciones de salud, por suicidio o por una situación como el secuestro. 

Esta reflexión viene a la mente derivado de una situación que vivieron amigos de la que hoy escribe estas líneas. 

 En el caso de la pérdida de un hijo por suicidio, el hecho que embarga a los padres, contexto y situaciones son muy dolorosas, simplemente el pensar que el ser que fue concebido por estos padres haya tenido la determinación de no vivir y quitarse la vida por cualquier medio genera múltiples interrogantes. 

Con datos del INEGI en el 2020, el estado de San Luis Potosí presentó una cifra de 258 suicidios. 

Con respecto a la Tasa estandarizada de suicidio por entidad federativa 2020 San Luis Potosí ocupa el 6º lugar con una tasa de 8.4 por 100 mil habitantes. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, de la población de 10 años y más, 5% declaró que alguna vez ha pensado en suicidarse; esto ocurre en 4% de los hombres y en 6% de las mujeres.

El suicidio es un proceso que comienza con la idea de, posteriormente comienza la formulación de los actos letales, la manifestación por el deseo de morir, seguido de intentos pausados o repetitivos según el caso y por último la consumación del acto. 

La ENSATU manifiesta que la idea suicida está más presente en las mujeres de 50 a 59 años (8%), seguida por las niñas y adolescentes de 10 a 19, las mujeres de 40 a 49 años y las de 60 años y más, los tres grupos con 7 por ciento. 

En la población masculina, la idea suicida se presenta mayormente en la población de 40 a 49 años (6%), continuado por aquellos que tienen de 30 a 39 y los de 60 años y más, con 5% en cada uno de estos dos últimos grupos.

Con respecto a la frecuencia de la ideación suicida, se observa que, de la población de 10 años y más que han pensado suicidarse, 6% lo hace frecuentemente, 5% casi siempre, 34% algunas veces y 54% rara vez. La frecuencia por sexo muestra un comportamiento similar, 59% de los hombres y 51% de las mujeres que han pensado suicidarse lo han pensado rara vez; en tanto que, 35% de las mujeres y 34% de los hombres lo han pensado algunas veces.

El suicidio es prevenible porque es un proceso, por lo tanto, es necesario identificar las causas y definir las medidas de prevención, organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y así como instituciones federales y asociaciones civiles cuentan con guías y métodos científicos que pueden apoyar a nuestros familiares o amigos que han pasado por estas situaciones.  

Cada caso es distinto y no se trata de juzgar, se trata de orientar y coadyuvar en la búsqueda de soluciones que prevengan un acto de esta naturaleza, que ningún hijo, familiar y/o amigo pierda la vida de esta forma. Prevengamos el SUICIDIO…


Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política,  Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C. 
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación. 


Deja un comentario