DESTINTES POLÍTICOS

NEGOCIOS QUE CUESTAN

 Por David Medrano.

Cuando apenas iniciaba la administración gubernamental de Juan Manuel Carreras, desprovista de cualquier espectacularidad después de un triunfo electoral gris, y realizar una reestructura de la deuda bancaria que presumió como un logro, y con lo que todas las invocaciones del desarrollo y crecimiento, quedan a su favor, le cayó como un bálsamo de redención, y promesa, el anuncio que hizo la armadora americana Ford Motors Company, para invertir en algún punto de San Luis Potosí.

El 3 de enero de 2017 la mañana tenía tonos muy lúgubres en Palacio de Gobierno, mientras los despachos el C. Gobernador y las Secretarías de Promoción Economía, y el manejo de los recursos públicos, también languidecían ante un nuevo anuncio de la empresa americana, sobre la desinversión de mil 600 millones de dólares. No desarrollaría la planta armadora por un aparente acuerdo al que los conminó el entonces recién electo presidente de los EUA Donald Trump, y que les exigió compromiso para su país.

El muy decolorado ex presidente no logró su aspiración de reelegirse, superado sin problema por su rival Biden. 

El apunte es en referencia porque con el tiempo hubo comentarios de que Ford no decidió solo por la exigencia de Trump, no invertir en SLP. Algo no gustaba en el desarrollo del proyecto. 

En la exigencia, se llegó a mencionar que no se cumplía del todo en el gobierno de JMCL, con los plazos a los que se habían comprometido en un inicio. 

Lo que se tuvo de inmediato con cargo a las finanzas estatales, fue un terreno de poco más de 220 hectáreas de superficie, en donde empezó a desarrollarse la serie de compromisos para la instalación de la empresa, dentro de una transacción comercial de 265 millones de pesos, muy controvertida porque se realizó con gente cercana al entonces gobernador Carreras. 

La transacción se oficializaba en mayo de 2016, cuando la pasada administración gubernamental tenía apenas muy pocos meses, pero ya había consolidado una millonaria operación, y arrastraba la resaca de una reestructura bancaria para disponer de mayores recursos públicos. 

Ford no llegó a San Luis Potosí, con un reconocimiento de machote argumentó que declinaba a ese proyecto, y optaba por uno más local dentro del propio territorio americano. La empresa le concedió como indemnización al gobierno 65 millones de dólares. 

Y continuaban el negocio. 

Con ese dinero se pagó la adquisición del terreno, en transacción hecha con un privado, y otro porcentaje considerable también se le entregó por compromisos de pago faltantes, y el desarrollo del predio que se había adquirido casi en breña, y sin ninguna conexión de agua, drenaje, red morada o electrificación. 

Un matorralero que esperaban convertir en una planta armadora primermundista. 

Con la desinversión de Ford y el pago de su indemnización, el gobierno pasado quedó aún más comprometido, con terreno que para fines prácticos, les aventaron en la cara, todavía como muladar, y en el que la empresa mantenía su desarrollo. 

Ávidos que lo son siempre para acusar convenios y pactos leoninos, le faltó mucho esa perspicacia y mentalidad de tiburón a los funcionarios de la pasada gestión, se las hicieron de a rifa en la feria, con o sin proyecto, inversión o armadora de Ford, estaban obligados a pagar lo comprometido. 

Lo controvertido se insiste, por la cercanía del ex mandatario con el desarrollador, un compadre, pues. 

El karma negativo y la desinversión de Ford, quizá por el caso mismo, el gobierno no tiene por qué hacerle al inmobiliario, mucho menos generar estructuras de conveniencia y que ahora cuestan todavía, y mucho. 

Empantanado el terreno que con una donación del municipio de Villa de Reyes, alcanzó una superficie de 280 hectáreas, la narrativa oficial de hace unos años, tuvo que cambiar a conveniencia, en forma inmediata, modificar que era un abierto caso de corrupción -susceptible de investigación-, o el que los responsables de entonces eran malitos, malitos, para participar en proyectos de los que no salieran esquilmados. 

Con la reserva ese fuese el uso en el sexenio pasado de la Secretaría de Desarrollo Económico, por lo que la actual administración aceleró su desmantelamiento. Intereses irredentos por doquier. 

En la recta final ese terreno se convirtió en un activo, en una costosa propiedad estatal, su mantenimiento anual cuesta millones de pesos, tan atractivo que cualquier empresa estaría muy interesada en invertir en SLP, con tal de obtenerlo. 

El mito de no querer malbaratarlo, quedó en eso, en una excusa descubierta de forma pueril, acabó la pasada administración y el terreno no se colocó, ni se vendió, ahí sigue como una inmensa plataforma abandonada. 

Metidos en broncas financieras hasta el cuello, en los últimos meses, se estuvo a punto de caer en eso de sino malbaratar el predio, salir tablas. Otra vez el cambio de la narrativa oficial, el terreno ya no sería un activo importantísimo del Estado, motor económico local, atractiva promesa de éxito a cualquier inversionista. 

Así, sin mayores tapujos, se convirtió en una tabla de salvación a las finanzas públicas, siniestradas por el efecto de la epidemia del virus COVID. Se planteó su venta como una alternativa de obtener recursos frescos que quedó evidenciado, serían para tapar boquetes financieros, bastante severos, como resultó el pago de aguinaldos del año pasado. 

El tiempo y los resultados electorales, no dieron para más, y el terreno se quedó ahí. 

No hay ni asomo de que alguna empresa haya levantado la mano, para incursionar en ese predio, la SEDECO anterior tampoco fue tan obsequiosa, en entregar al menos alguna relación de potenciales clientes o inversiones. Nada. 

La colocación del terreno va para largo, desde el anuncio de la desinversión de Ford en 2017, ya se cumplen cinco años y no ha pasado nada, en tanto el mantenimiento cuesta. Y no es barato. 

Negocios en casa, y que vaya que cuestan. 

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El United Center en Chicago, Illinois, es un espacio cuyo diseño e ingeniería, permite que pueda en su interior darse juegos de los Chicago Bulls de la NBA, o los Blackhawks en la liga de hockey NHL. 

Una transformación así, requiere una inversión considerable, con la que pueda crearse un centro multideportivo de esas características.

No puede dejar de reconocerse sin embargo, lo llamativo y la magnitud de visión que tiene esa conceptualización, más ahora que en SLP el gobierno de Ricardo Gallardo prepara el rescate y regeneración de tres espacios deportivos muy simbólicos: el 20 de noviembre, el Miguel Barragán y el Plan de San Luis.

Esos rescates serán unas verdaderas sorpresas. 

dmedranou@gmail.com 
@MEDCORP 

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