Por redacción.
El ejecutivo federal expresa siempre que puede, y que ha puesto como norma, que ningún funcionario, ni federal ni local, ni de órganos autónomos o del Poder Judicial de la federación, tengan un salario superior, al del presidente de la República, debido a la política de “austeridad” impuesta en el gobierno de la 4.
Para hacerlo realidad, según López Obrador, buscó y logró que se aprobara una norma para recortar los sueldos y suprimir prestaciones de la denominada “alta burocracia” y a quienes nos e apegan a dicha norma los acusa de egoístas, mezquinos, dispendiosos y hasta corruptos, por no renunciar a los sueldos que superan al suyo.
Así cada que puede y quiere ataca a los consejeros del Instituto Nacional Electoral por no reducir sus sueldos, los mismo que hizo contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de los magistrados de Circuito, de los jueces de Distrito, del gobernador y los subgobernadores del Banco de México y de todos aquellos que no han obedecido su mandato, sn instrucción.
El salario se integra por el nominal más compensaciones y prestaciones, así que el ejecutivo federal gana 140 mil pesos mensuales por nómina, son solo una parte. A esa cantidad hay que sumarle el equivalente en dinero de todas las prestaciones inherentes al cargo. El total de esa suma es el verdadero monto del salario presidencial.
El presidente vive en un Palacio de dimensiones que no tiene ningún otro inmueble para vivienda en el país. Aunque diga que es solo un departamento, lo cierto es que hace uso de todas las instalaciones, lo mismo de las oficinas que de recorrer los patios, disfrutar de un jardín interior, de los patios, de los salones, para él y su familia. La renta de un espacio así en la zona anda rondando los 300 mil pesos mensuales. Esto es parte del salario del ejecutivo, que hay que sumar a su salario.
Pero no para en eso, ya que la despensa, los alimentos también son parte de las prestaciones que tiene el cargo y por tanto de sus ingresos. López Obrador o su esposa no van al supermercado a realizar la compra quincenal o mensual para sus necesidades alimenticias o de higiene, vamos no ponen un peso para su comida o para su jabón de baño. Esos sí deben ser al gusto de ellos y de primera calidad por tanto se calcula en uno 150 mil pesos, más gasto por salarios de quienes los atienden, sirven, preparan comida, limpian su casita, pues cárguele otros cien mil al mes.
Y no compró vehículo, no gasta en gasolina ni en chofer. Lejos quedó el Jetta blanco. No sus camionetas son blindadas, porque aquello de que “el pueblo me cuida” pues es para campaña, bueno y su familia también requiere seguridad y transporte. Entonces si los rentara andaría por los cien mil al mes y por los choferes que deben mínimo ser dos, pues 30 mil a cada uno, ya son 60. Esto también es parte de lo que gana.
Se ha opuesto a que los funcionarios de primer nivel tengan la prestación del seguro médico particular, ellos se o deben paga o que vayan al ISSSTE. Pero cuándo hemos visto a López Obrador a un miembro de su familia ir a una consulta al instituto encargado de los servicios médicos para los trabajadores el estado, no él va al Hospital Militar con especialistas de excelencia y se le da el trato de primera, claro para no dañara “la investidura presidencial” como diría. A esto agregue que tiene médico las 24 horas del día y una ambulancia lista para cualquier eventualidad, no sea que le vaya a fallar el “amlodipino”. Bueno y la que lo acompaña en el convoy cuando viaja. Entonces son como otros 200 mil pesos al salario.
Dice que tiene un solo traje de vestir, pero ha salido hasta con un Hugo Boss, y lo mismo preside las mañaneras con unos azul que con uno gris o alguno más oscuro. Se le ha visto con un suéter de Ferragamo cuyo valor ronda los 22 mil pesos o camisas y guayaberas que cada una debe valer 700 pesos o más y no usa la misma todos los días (o ¿sí?). Ha lucido un abrigo que debe de andar por arriba de los 60 mil pesos. Bueno la gracia es que si hay una partida para vestirlo que debe de ser como de cien mil al mes, a él y a su esposa…
Entonces acorde al principio de que el salario integrado es el nominal de 140 mil pesos más prestaciones, pues debe de andar percibiendo por mes por arriba del millón de pesos el hombre de la “austeridad”, así de fácil o no. Y se queja de lo que ganan los del INE que si chambean y les cruje preparar elecciones y sí pagan su casa donde habitan y su comida, casi siempre, más lo que se ponen cada día, ropa y perfumitos, vamos. La verdad de la austeridad republicana se acaba saliendo de palacio, bueno a veces o muy seguido se extiende a sus colaboradores.
Con información de Sociedad 3.0
