¡Qué vergüenza!, expresó Francisco Salazar respecto a que un gobierno que tira millones de pesos en Pemex o en la CFE, en proyectos mal auditados como “Sembrando Vida”, en becas para estudiantes que no necesitan demostrar ni la asistencia a sus escuelas, que incrementa el presupuesto para el Ejército y la Marina, en sus Proyectos Emblemáticos como la Terminal Avionera, de 8 vuelos al día, la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, haya decidido mandar la “carajo” a los padres y madres trabajadoras que se apoyaban en el Programa de Escuelas de Tiempo Competo (ETC) para mejorar la educación y cuidado de sus hijos.
A través de un comunicado emitido por el Instituto de Política Laboral (IPL), el Dr. Francisco Salazar Sáenz, presidente honorario del mismo y especialista en materia laboral en México, “es difícil imaginar la falta de sensibilidad que ha mostrado la Secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, quien con el beneplácito del Presidente Andrés Manuel López Obrador, le resta posibilidades de trabajo a madres y padres de familia con la cancelación del ETC. Esta determinación solo se puede entender de alguien que nunca ha tenido necesidad de trabajar y cuidar a los hijos, o que ha disfrutado de los recursos suficientes para mandarlos a escuelas particulares”, señaló.
Francisco Salazar agregó que en este momento, donde la pobreza en México está incrementándose rápidamente, “son millones de familias en donde los padres y las madres se ven obligadas a trabajar para sostener los ingresos. Ahora, ya no podrán hacerlo ambos y uno de ellos, el padre o la madre, tendrán que permanecer en casa para el cuidado de los hijos quienes sólo estarán en la escuela entre 4 y 5 horas”.
Para el especialista en materia laboral, “tal parece que los funcionarios de la SEP están pasando por alto que para millones de niños que provienen de comunidades de zonas rurales o marginadas, la alimentación que reciben en las Escuelas de Tiempo Completo, en muchos casos es la primera del día y en alguna de las ocasiones es la única comida real y completa en todo el día”.
Con el cierre de las Escuelas de Tiempo Completo, las más afectadas, además de los 3.6 millones de niñas y niños, serán las madres de familia trabajadoras, quienes tenían el tiempo para laborar o realizar actividades productivas, mientras sus hijos estaban bien atendidos, cuidados y alimentados durante 6 a 8 horas en alguno de los 25 mil planteles que ahora tendrán que cerrar, luego de que la Secretaría de Educación Pública determinó cancelar el programa y los presupuestos asignados para ello.
