Por Marco Antonio Zárate Mancha.
Bueno, mi experiencia con los gatos es esta: Yo les hablo y por lo regular me contestan. No se espanten. En las enseñanzas de don Juan, libro de Carlos Castaneda, decía que las lagartijas eran de lo más platicadoras, claro que hay que aventarse unas 7 u 8 cabezas de peyote para entenderles, porque si no, nomás no platican. El perro suele mover la cola, pero casi siempre interroga con la mirada, así como diciendo qué me querrá decir este cuate. En cambio el gato, te mira a los ojos y te contesta. Desde luego prefiero un gato en casa que un perro.
Recuerdo una ocasión que visitaba a un amigo —finales de los 70’s— allá por el rumbo de Olivar del Conde, en el viejo Distrito Federal. El conjunto de casas donde vivía estaba enclavado en una pequeña cañada. Tenía bastante vegetación y una decorosa cancha de frontenis. Algunos árboles rodeaban el sitio. Bien, pues mi amigo jugaba bajo un fuerte sol y yo lo acompañaba, también su pareja y una amiga de ella, por cierto hermosísima (uruguaya, de Durazno). Lamentablemente el tiempo ha borrado de mi memoria nombre y rostro…
En esas estábamos cuando un gato apareció entre los setos y se detuvo como observando todo. Al más puro estilo felino. Lo vi y lo empecé a llamar. Al escuchar mis llamados, la pareja de mi amigo, no sé por qué, comenzó hacer lo mismo… Sin que nos pusiéramos de acuerdo comenzamos a competir para ver a quién obedecía el minino. En un duelo casi a muerte (jajaja), seguramente ella pensó que el gato, siendo de casa, le haría más caso, pero nel pastel; el gato se decidió por mi llamado; apenas se me acercó y luego echó a correr hacia el jardín, perdiéndose entre el espeso follaje.
Ella me miró con sus ojos verdes encendidos, echando chispas y mostrando evidente disgusto, yo alcé la cejas y me volteé a seguir viendo el partido.
Fue más efectivo mi llamado que el de la novia de mi amigo, cuyo nombre me reservaré. Por cierto ese chistado o llamado a los gatos lo hacía mi papá y de él lo aprendí… Duelo de brujos.
Marco Antonio Zárate Mancha
Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Michoacana. En sus inicios trabajó en el Grupo ICA. Posteriormente colaboró en la Secretaría de Programación y Presupuesto, en el Sistema Alimentario Mexicano de la Presidencia de la República. A su paso también se ha desempeñado en la Canacintra México, en el programa TIPS de Bancomext, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el Gobierno de Michoacán y en el municipal de San Luis Potosí. Ha sido y es empresario y esporádicamente ha colaborado en diversas publicaciones impresas y electrónicas, como: Quadratín, Homozapping, revista AM Blues, Alternauta, Revista Transformación de Canacintra y Fórum Financiero, entre otros.
