Por Claudia Gómez Montealvo.
Ante los escenarios de algunos destrozos entre pintas, quemas, y otros daños en edificios públicos y privados que se presentaron durante las marchas y reuniones por la conmemoración del día Internacional de la Mujer 8M, existen diversas opiniones.
Algunas llaman a estas mujeres vándalas, pandilleras, delincuentes, declaran algunas voces de opinión que no se debe de exigir que se acabe la violencia contra las mujeres, generando violencia. Son pocas las voces que expresan lo contrario.
Hace años mi opinión era similar, no estaba de acuerdo con estos actos de destrucción, sin embargo, es de sabios reconocer e investigar más sobre el tema, los contextos y sucesos por los que viven las mujeres para cambiar nuestra opinión.
Efectivamente al conocer las historias por las que muchas mujeres se manifiestan de esa forma, entendí la rabia, el coraje y desesperación por la falta de resultados en esta materia.
Muchas mujeres son violentadas todos los días en cualquier parte de la República Mexicana. Algunos datos correspondientes a enero del 2022 presentados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública expone los presuntos delitos de feminicidio por Estado, en este informe el Estado de México cuenta con 14 presuntas víctimas, Ciudad de México 6, Oaxaca 6, Veracruz 6, y Nuevo León 5. Si analizamos la tendencia nacional de este delito, de enero 2015 a enero del 2022 su tendencia es al alza, por lo tanto, nos encontramos con un Estado fallido ante la prevención de este delito. (véase gráfica)
El feminicidio solo es parte de un delito de aquellos que integran los “Delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal”, falta analizar aquellos que se encuentran dentro de la clasificación de delitos que atentan contra la libertad personal; contra el patrimonio; contra la sociedad; contra la familia y contra la libertad y seguridad sexual.
Estas estadísticas además de demostrar la incompetencia del Estado ante la aplicación de estrategias que garanticen la seguridad y derechos a una vida libre de violencia hacia las mujeres, muestran el desmoronamiento de una sociedad. Estado y Sociedad no han trabajado de la mano en este sentido.
Además, en relatorías de experiencias vividas por mujeres o familiares de víctimas de feminicidio, entendí su angustia y dolor ante la falta de justicia. Sin omitir la experiencia narrada en el documental “Las tres Muertes de Marisela Escobedo”. Situaciones que plantean la interrogante a todos los padres y madres de este México ¿Y usted que haría por sus hijas? Cualquier COSA.
Resulta una pesadilla el solo imaginar levantarse por la mañana y no encontrar a su hija o hijas, o saber que fue abusada sexualmente, golpeada o violentada de otra forma por x persona, no encontrar su cuerpo o que entreguen las autoridades el cuerpo mutilado. No existen palabras que puedan consolar el dolor de las víctimas y de sus familiares ante estos hechos, por lo tanto, cualquier pinta o destrozo a algún edificio se repara, la vida de cualquier mujer vale mucho más y los actos responden a la indolencia de un Estado que nos ha fallado a todas.
Por lo tanto, antes de opinar pregúntese ¿Y usted qué haría por su hija y/o hijas?
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
Medias Tintas SLP 