Colosio
Por Marco Antonio Zárate Mancha.
Primero la espera el designio en manos de un vesánico Después la ilusión hecha realidad El sueño materializado y el trago amargo del juego perverso... Y la vesania aclararía: “No se hagan bolas...” Después Chiapas... La marioneta que cree ser más de lo que es Las piedras en el camino Luego del brutal contacto con el México jodido — “El jodidaje del Tigre”— Viene la toma de consciencia y te encontraste y te viste reflejado en los ojos inmensos de la Esperanza y en su farfullante lenguaje te dicen que el carro del progreso no les llega y entonces tu discurso El pintar tu raya Y el temblor de los poderosos De los que se han cebado en la crisis y entran a engrosar la cada vez más exclusiva lista de los hombres más depredadores del mundo Y el temblor de los vesánicos que desde su atalaya ven tu toma de consciencia como peligro para el modelito depredador que creen es de su invención ni siquiera ese privilegio les pertenece— Y entonces los que creen que pueden hacer todo y manejan todo urden un plan Un siniestro plan ante tu reiterada negativa de enfermarte... de renunciar… Y poco a poco arman el andamiaje que te arrebatará la vida Son decenas las piezas que participan Sin embargo son únicamente partes de un rompecabezas que sólo desde lo alto se ve completo El rompecabezas que forman es la suma del complot que matará para siempre una parte de nuestro país El uno, los dos, los muchos Aburto... Y la señal que no entendiste: Y cuida’o con la culebra... Un hombre — la culebra— cae de bruces frente a ti Te detienes para ayudarlo… Es el momento esperado para jalar el gatillo… El diamante fatídico siega, con el índice de un cobarde y la luz de un destello de Taurus tu vigorosa vida Nunca te conocí personalmente Es más, no coincidía con algunas de tus propuestas Sin embargo, tu famoso discurso avivó en mí cierta curiosidad por acercarme al radical cambio de tu pensamiento político La Canalla acabó contigo y de paso diezmó la precaria salud de Diana Laura quien terminó uniéndosete al poco tiempo El Poder ha echado tiempo al tiempo y presto ha levantado una plaza en Lomas Taurinas burda y apresurada labor de alteración del escenario del crimen— Por si todavía hubiera dudas… Aunque quedan libres, en verdad nunca lo serán y para ejemplo el “Ex” que anda trashumante Los otros ya cebándose con las inversiones de este gobierno y esperando más y más y más Porque son insaciables hasta la insaciabilidad Por lo pronto, Luis Donaldo, esta noche te presto mis oídos para escuchar a Ute Lemper una de tus cantantes predilectas— gorjear Macie Messer Y mientras bebo un exquisito aguardiente jamaiquino, releo el poema “Los Asesinos de Lumumba” de Iván Malinoswki: “[…] Tienen direcciones Son personas decentes Su conducta es impecable La policía no tiene nada contra ellos Sus seres queridos los quieren y sus amigos los frecuentan Sus motivos son limpios y blancos Como los papeles en sus cajas fuertes y en sus bancos Tienen acciones en varias compañías Pagan a cada cual lo que deben Nunca han tenido líos con la ley Nunca han soñado arrancarle el pelo a nadie Tienen camisas limpias y calzoncillos limpios No tienen sangre en sus manos Son personas decentes No matarían una mosca.” Simplemente, delicioso… Mientras, mi memoria martilla a Scherer preguntándote: —¿Lo leyó el presidente? —¿Lo leyó el presidente? —¿Lo leyó el presidente? Tú, eufórico, continúas hablando de tu memorable e histórico discurso No lo escuchas…
Diciembre de 1995
