A LOS 28 AÑOS DE SU ASESINATO

Colosio

Por Marco Antonio Zárate Mancha.

Primero la espera
el designio en manos de un vesánico

Después la ilusión hecha realidad

El sueño materializado
y el trago amargo del juego perverso...
Y la vesania aclararía:
“No se hagan bolas...”

Después Chiapas...
La marioneta que cree ser más de lo que es
Las piedras en el camino 

Luego del brutal contacto con el México jodido
— “El jodidaje del Tigre”—
Viene la toma de consciencia
y te encontraste y te viste reflejado
en los ojos inmensos de la Esperanza
y en su farfullante lenguaje te dicen
que el carro del progreso no les llega
y entonces tu discurso
El pintar tu raya

Y el temblor de los poderosos
De los que se han cebado
en la crisis y entran a engrosar
la cada vez más exclusiva 
lista de los hombres más depredadores del mundo

Y el temblor de los vesánicos
que desde su atalaya
ven tu toma de consciencia
como peligro para el modelito depredador
que creen es de su invención
ni siquiera ese privilegio les pertenece—

Y entonces los que creen que pueden hacer todo
y manejan todo

urden un plan

Un siniestro plan ante tu reiterada negativa
de enfermarte... 
de renunciar…
Y poco a poco arman el andamiaje
que te arrebatará la vida

Son decenas las piezas que participan
Sin embargo son únicamente partes de un rompecabezas
que sólo desde lo alto se ve completo
El rompecabezas que forman es la suma del complot
que matará para siempre una parte de nuestro país

El uno, los dos, los muchos Aburto...
Y la señal que no entendiste:

Y cuida’o con la culebra...

Un hombre — la culebra— cae de bruces frente a ti
Te detienes para ayudarlo…
Es el momento esperado para jalar el gatillo…

El diamante fatídico siega, 
con el índice de un cobarde
y la luz de un destello de Taurus
tu vigorosa vida

Nunca te conocí personalmente
Es más, no coincidía con algunas de tus propuestas
Sin embargo, tu famoso discurso
avivó en mí cierta curiosidad
por acercarme al radical cambio
de tu pensamiento político

La Canalla acabó contigo y
de paso diezmó la precaria salud de Diana Laura
quien terminó uniéndosete al poco tiempo

El Poder ha echado tiempo al tiempo
y presto ha levantado una plaza en Lomas Taurinas
burda y apresurada labor de alteración del escenario del crimen—
Por si todavía hubiera dudas…

Aunque quedan libres,
en verdad nunca lo serán
y para ejemplo el “Ex” que anda trashumante
Los otros ya cebándose 
con las inversiones de este gobierno
y esperando más y más y más
Porque son insaciables hasta la insaciabilidad

Por lo pronto, Luis Donaldo,
esta noche te presto mis oídos
para escuchar a Ute Lemper
una de tus cantantes predilectas—
gorjear Macie Messer

Y mientras bebo un exquisito aguardiente jamaiquino,
releo el poema “Los Asesinos de Lumumba”
de Iván Malinoswki:

“[…] Tienen direcciones
Son personas decentes
Su conducta es impecable
La policía no tiene nada contra ellos
Sus seres queridos los quieren y sus amigos los frecuentan
Sus motivos son limpios y blancos
Como los papeles en sus cajas fuertes y en sus bancos
Tienen acciones en varias compañías
Pagan a cada cual lo que deben
Nunca han tenido líos con la ley
Nunca han soñado arrancarle el pelo a nadie
Tienen camisas limpias y calzoncillos limpios
No tienen sangre en sus manos
Son personas decentes
No matarían una mosca.”

Simplemente, delicioso…

Mientras, mi memoria martilla a Scherer preguntándote:

—¿Lo leyó el presidente?
—¿Lo leyó el presidente?
—¿Lo leyó el presidente?

Tú, eufórico, continúas hablando de tu memorable e histórico discurso 
No lo escuchas… 

 

Diciembre de 1995

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