Por redacción.
Lo que se aprobó con el cambio en la Ley Minera no se requería pues el artículo 27 constitucional establece que los recursos del subsuelo son propiedad de la nación, se permite a los privados explotarlos mediante concesiones. El cambio central de la reforma a los artículos 1, 5, 9 y 10 de la de la mencionada ley es precisamente la prohibición explícita de nuevas concesiones del litio, así como la creación de una empresa paraestatal encargada de explotar este mineral.
El litio es un elemento químico de símbolo Li y número atómico 3. Su principal demanda en aplicaciones industriales como vidrio, cerámica, lubricantes y polvos de fundición. También en baterías para dispositivos electrónicos y hoy para baterías que se utilizan en vehículos eléctricos y existe una demanda para fármacos, especialmente en antidepresivos.
Fue considerado como un recurso estratégico en la industria militar. Se le usó en la fabricación de la bomba de hidrógeno durante la primera mitad del siglo XX. Fue hasta los años 80 cuando se desarrollaron las primeras baterías recargables funcionales de iones de litio. A principios de la década de los 90, la compañía japonesa Sony comercializó la primera batería recargable de iones de litio. Esta batería, más pequeña que una convencional y con una mayor capacidad, revolucionó el mercado de electrónicos de consumo.
A principios del siglo las energías limpias tuvieron mucho que ver con la demanda de Litio. La difusión del uso de la generación de energía eléctrica con fuentes renovables fue posible a la confluencia de varios factores, entre los que se cuentan la mejora y abaratamiento de los componentes tecnológicos necesarios, y a las baterías recargables de iones de litio. Éstas últimas permitieron que la electricidad generada pudiera ser almacenada con mayor eficiencia, para después ser distribuida por las redes de consumo.
La eficiencia de las baterías basadas en litio llamó la atención de la industria automotriz. Tesla Motors, compañía estadounidense que fabrica y vende autos eléctricos, comenzó operaciones en el 2003. El Tesla Model S comenzó sus ventas el 22 de junio de 2012. Elon Musk, creador y dueño de la empresa, durante la presentación del Tesla 3 realizó una importante declaración: para producir 500,000 vehículos al año, básicamente necesitamos absorber toda la producción de litio del mundo.
En México no existe una estimación precisa de las reservas totales de litio, ni se tiene claridad respecto a la ubicación de estas. El Servicio Geológico de Estados Unidos calcula que contamos con 1.7 millones de toneladas de reservas, aunque las estimaciones de empresas con concesiones anuncian datos distintos y el Gobierno Federal no cuenta con un cálculo propio disponible al público.
Sonora tiene el yacimiento potencial más grande a nivel mundial 244 millones de toneladas de minerales, de los cuales se estima que entre 3.5 y 4.5 millones corresponden a carbonato del litio, de donde se extrae este elemento. Sin embargo, después de diversos retrasos para operar, todavía está por verse si se cumplen las estimaciones, una vez que empiece a producir en 2023. Los otros proyectos con avances significativos se encuentran en Baja California, San Luis Potosí y Zacatecas.
El fracaso del gobierno mexicano como administrador de recursos del subsuelo es histórico, el mejor ejemplo es PEMEX. En este sexenio ha desaparecido la subsecretaría de Minería en 2020 a causa de los recortes presupuestales y también el Fondo Minero, del cual no se sabe el destino de los recursos que tenía para apoyar a los pueblos mineros.
México podría competir con productores de litio como Argentina, Chile o Bolivia. El país tiene ventaja competitiva sobre otras regiones gracias a su ubicación geográfica y el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). La renegociación de la relación comercial de América del Norte devino en una regla de origen automotriz más estricta, donde los vehículos eléctricos deben cumplir con el 75% de valor de contenido regional en las baterías. México tiene la oportunidad de ser proveedor de este mineral e inclusive de incrustarse en la cadena de valor con mayor valor agregado. Siempre y cuando, claro, se explote de manera eficiente.
Se requiere un ambiente propicio para la inversión pública y privada, que con la reforma a la Ley Minera no permitirá de manera eficiente crear una competencia o por lo menos una inversión privada, ya que será el gobierno y la empresa que genere la que podrá explotar el litio.
Hoy Bolivia cuenta con 21 millones de toneladas de reservas de litio, le sigue Argentina con 19.3 millones de toneladas del también llamado “oro blanco” y en un tercer puesto se ubica Chile con más de 9.6 millones de toneladas del metal, según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
Estados Unidos tiene más de 7.9 millones de toneladas de reservas de litio, Australia posee 6.4 millones de toneladas del oro blanco y China cuenta con más de 5.1 millones de toneladas de la materia prima para las baterías de los automóviles eléctricos y la fabricación de fertilizantes.
Canadá posee más de 2.9 millones de toneladas de reservas de litio, Alemania cuenta con 2.7 millones de toneladas y México tiene 1.7 millones de toneladas.
La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) advirtió que la explotación del litio que pretende llevar a cabo el Estado involucra riesgos muy altos que no pueden y deben ser asumidos por este y que se requiere de cuantiosas inversiones.
“Pretender que sea solo el Estado, a través de un organismo público quien pueda llevar a cabo el aprovechamiento del litio, implicará la asignación de recursos públicos en un proyecto que por definición es intensivo en capital, de largo plazo y de alto riesgo, lo cual atentaría contra las finanzas públicas, como fue el caso de Uramex (Uranio Mexicano), que no tuvo los resultados esperados, y podría considerarse como un fracaso”, señaló la asociación.
La AIMMGN explicó que para construir una minera de medio tamaño, se requieren alrededor de 300 millones de dólares, esto adicional a lo que se invierta en la exploración.
Agregó que de cada 1,000 indicios de mineralización, solo uno llega a convertirse en mina y la etapa de exploración puede durar entre 5 y 20 años.
En el caso del litio puede durar entre 10 y 15 años, según datos del Servicio Geológico Mexicano (SGM), organismo que ha señalado que las manifestaciones de este mineral han sido detectadas en depósitos de sedimentos (arcilla), salmueras y rocas.
“Hasta el día de hoy no hay producción de litio en México. Es necesario aclarar que se han localizado arcillas con contenidos de litio y hasta donde es nuestro conocimiento en ningún país se ha producido y comercializado litio procedente de arcillas, aún hay que esperar si la empresa que ubicó el yacimiento en Sonora lleva a cabo la producción de manera rentable y efectiva”, destacó la AIMMGN.
El SGM anunció que hace 8 meses inició los trabajos para localizar litio, hasta febrero de este año se verificaron 66 localidades de las 82 programadas, y se detectaron 73 nuevas y 16 están pendientes.
Los resultados arrojaron que hay 8 localidades que presentan contexto geológico favorable para prospectar por litio a mayor detalle, es decir, en donde existe posibilidad de encontrar el metal: 3 en Puebla, 3 en Jalisco y 2 en San Luis Potosí.
Pero solo hay un proyecto minero con exploración avanzada que es el de Bacanora, en Sonora, que tiene la empresa china Ganfeng Lithium.
La reforma a la Ley Minera era innecesaria reiteró la asociación, pues ya la Constitución lo contempla en el artículo 27, en el cual se señala que todos los minerales son dominio de la Nación. Con esta reforma del Ejecutivo se envía un mensaje negativo a los inversionistas.
A consideración de la Asociación, el gobierno puede recurrir a otras herramientas para el aprovechamiento del litio como los impuestos, derechos y como palanca de desarrollo en la zona de influencia de minas.
De acuerdo con un análisis de Grupo Financiero Base, el precio del litio ha ido en aumento desde 2021 ante el incremento en la demanda de metales para la producción de baterías; de acuerdo con datos de Fastmarkets, el precio del hidróxido de litio, se ha incrementado en 157.85% en lo que va de 2022.
A escala mundial, refiere el estudio, no hay suficiente capacidad de recursos primarios de litio en desarrollo para satisfacer la demanda prevista para 2030 de 2 millones de toneladas métricas, de las cuales es probable que 1.6 millones de toneladas métricas sean la demanda mundial de litio de alta pureza para baterías.
“Sin embargo, el litio es un recurso natural, el cual de acuerdo con la Constitución ya es considerado de la nación, por lo que realmente lo que busca el gobierno es su estatización”, puntualizó la institución financiera.
Para poner en marcha la estatización de un recurso natural, se deben contemplar recursos del sector público en el presupuesto de la federación, principalmente para infraestructura, y que hasta ahora no se tiene considerado, agrega el análisis.
“Estatizar el litio puede implicar un elevado costo de oportunidad para las empresas del sector privado que pudieran invertir, presionado a su vez a las finanzas públicas. Asimismo, se le tendría que quitar la concesión al yacimiento de litio en Bacadéhuachi, Sonora, al ser la única mina de explotación privada de México en manos de una empresa china”, concluye Grupo Financiero Base. Pero esto tendrá un costo.
