Por Claudio García.
La conocí cuando llegó a estudiar Ciencias de la Comunicación a la entonces coordinación, hoy Facultad. Ella una jovencita, vivaracha, con calidad de persona siempre y con la frescura que da la edad que no ha perdido con los años.
Eleane Equía, triunfadora, luchona, peleadora, siempre con la mira puesta adelante, con la visión de triunfar. Dispuesta a arriesgar y como ella misma dice, “por herencia nómada”.
Trabajadora de sudor para cumplir lo acometido, su sonrisa parece que no sabe decir un no, pero todo lo mide. Alegre, divertida, cantante, creativa pero sobretodo hija, madre orgullosa, MUJER.
La última vez que la vi en persona fue una tarde en un lugar por Carranza, nos saludamos y fue todo, ya ensayaba el grupo que tocaría por la noche, conocido de ambos. Ella iba con una amiga, desde entonces solo la seguí a través de sus redes, desde donde la he visto realizar su vida, su performance
Así nos cuenta quién es, cómo fue y cómo llegó a donde hoy se encuentra. Al otro lado del mundo, lejos, tan lejos y tan cerca para decirnos quién es Eleane.
Le pedí que se definiera y así respondió: “Definirse sería ponerme en una caja chiquita, creo que todos estamos en constante aprendizaje y somos medidos en base a la sociedad que vivimos. En mi mundo yo diría que soy muy creativa. Siempre lo fui, me gustan mucho los escenarios, puedo hablar, cantar, bailar y actuar.
Disfruto mucho de cambiar, no aguanto mucho tiempo hacer lo mismo, cada dos años suelo renovarme. Soy muy espiritual, camino por la vida con una bandera interna de generosidad, Fe, y me gusta luchar por las causas nobles”.
Y tú infancia, juventud, cuenta, y nos responde: “Yo nací en San Luis Potosí pero me registraron en Sonora, crecí en Mexicali B.C y de nuevo a los 15 me trajeron a San Luis Potosí. Ya adulta me fui a vivir a Australia. Ahora vivo en Sydney. Tengo 11 años viviendo acá.
Vengo de una familia nómada, mi familia está acostumbrada a moverse, no estamos casados con ningún lugar. Dicen; uno es donde le va bien.
Tengo mitad de mi familia viviendo en el extranjero. La familia de mi mamá católica y la familia de mi papá cristianos protestantes. Crecí con dos religiones y mis padres nos dieron libertad de decidir en qué creer. Todos pensamos diferente y está bien. A nadie se le obliga nada. Eso me gusta y lo practico en mi familia”.
Al respecto añade “Yo pude dejar de practicar la religión católica desde que empecé a enterarme de la impunidad con que viven los sacerdotes pedófilos. Tampoco seguí la de mi padre porque permiten la violencia doméstica y no dan espacio a la equidad de género.
Yo no puedo vivir en sociedades o creer en cultos donde como mujer no tengo un espacio justo y con las mismas oportunidades que un hombre. Sobre todo en seguridad”.
Y llega a los estudios, a la juventud y nos narra: “Yo estudié Ciencias de la Comunicación. En el 94 tuve la oportunidad de ganar el certamen estatal de Nuestra Belleza San Luis Potosí. Fui la primera reina de ese certamen que organizaba Lupita Jones y conté con el apoyo y la promoción de la organización del Canal 13. El ingeniero Morales me apoyo para que tuviera lo que necesitaba en el nacional.
A partir de este certamen todo cambio para mí. Aprendí muchas cosas y eso me abrió las puertas para trabajar en los canales locales”.
Pero no se quedó en el glamour del triunfo o de la televisión, no, echada para adelante nos cuenta: “Inicié mi propio proyecto una agencia de modelos que después se convirtió en escuela y ahora funciona como podcast. Femme Modele, una escuela que abría la puerta a los y las jóvenes que querían desarrollar sus talentos en los escenarios. Pude reunir gente muy profesional en los medios que colaboraban conmigo para dar clases en mi escuela sabatina. Tuve mucho éxito y trabajé con muchísimos políticos, empresarios y artistas”.
En 2002 Cablecom me contrato y ahí inicie como conductora de diferente contenido. A nivel nacional estuve en un programa de música grupera llamado “Agrupado” junto con mi amigo Leonardo Cano. Hicimos de ese programa uno de los mejores pagados del canal. Eso me llevo a conocer otro tipo de mercado.
En 2005 fui invitada a participar en Mexicanal y así inicie mi experiencia como conductora a nivel nacional e internacional. Recuerdo que la inauguración oficial la hice con Kate del Castillo. En Mexicanal tuve una preparación muy profesional en conducción. Asesorada por un equipo experto entre ellos Edwin Vidal el director. Recuerdo que uno de mis coaches fue Sergio Gotlif ex de Adela Micha y asesor de figuras públicas importantes a nivel nacional.
En Mexicanal tuve la oportunidad de ganar una de las pocas entrevistas que se lograron en la campaña de AMLO en 2006. En ese entonces fue un gran logro. Mi carrera en medios en San Luis Potosí fue muy interesante”.

Y tú vida amorosa, tus cambios el irte del país, por qué, pregunto.
“Yo me case con un australiano en 2001 y con el tiempo entre altas y bajas habíamos hablado de mudarnos a Australia. En 2010 después de una fuerte recesión que afectó mi negocio, además de la lucha inútil contra el narco por parte de Felipe Calderón. Comencé a ver mucha inseguridad en la ciudad. Me asusto mucho empezar a ver colgados en los puentes y eso fue la pauta que me empujó a tomar la oportunidad de salir por un tiempo de México y probar por un corto tiempo la vida en Australia. En 2011 me viene con mi esposo y mis dos hijas de 14 y 6 años.
Yo siempre trabajé desde los 16 años.
Siempre me di cuenta que en México uno trabaja muy duro y apenas se sale adelante. Aprendí que hay que conocer gente para que te ayuden con contactos, aprendí que las mujeres lo tenemos más difícil porque culturalmente no se espera mucho de nosotras y las que rompemos la norma nos sacan de la línea.
Teniendo el conocimiento de lo que se podía lograr en otros países siempre creí que si trabaja como lo hacía, pero en otro país de primer mundo, los resultados podían ser mucho mejor… y sí, tenía razón.
Abrirse paso en otro país donde no conoces a nadie y el idioma es diferente no es fácil. La gente suele definirse ellos mismos como lo que hacen o la gente que conocen. Y llegar donde nadie sabe quién eres es el desafío más grande que puedes tener para enfrentar tus miedos, tus creencias pero sobre todo para fortalecer lo que sí eres sin importar quien pretendas ser.
Ahí es donde todo lo que aprendí desde mis trabajos en gobierno, con los canales, la gente que conocí, desde cubrir un concierto en Monterrey con “Pesado”, hasta cubrir una campaña presidencial, organizar un concurso de belleza o ser jurado en un certamen de la comunidad LGTB todo eso me ayudo a salir adelante”.
También Eleane tuvo que emprender otras luchas, así nos las narra: “Estuve en un pleito de 3 años por la custodia de mis hijas, con muy poca ventaja contra él. Pero los estudios que tenía y el conocimiento de cómo es el mundo, me ayudó a buscar las instancias, los departamentos y la gente adecuada que me ayudó en esos tiempos a ganar la batalla.
Para el 2013 gane la patria potestad de mis hijas, mi residencia, y la ciudadanía al poco tiempo. Ganar la libertad de moverme con mis hijas y tomar las decisiones correctas para nuestra vida fue una de mis victorias más grandes.
Descubrí que tenía mucha resiliencia, y algo que tenía muy claro es que mi lucha no era solo mía, era el estandarte de tantas mujeres que han deseado y que luchan por salir adelante solas con sus hijos.
Yo tenía el privilegio de estar en un país como Australia que la verdad me protegió con garra y me dio todas las herramientas para defenderme. Australia me ofreció cursos, estudios y programas para adaptarme al país y salir adelante.
Encontré un curso para profesionales que migramos a este país, aquí las cosas se hacen diferente y uno tiene que adaptarse a otros estilos y formas, recuerdo que el curso era en Sydney y yo vivía a 3 hrs. Así que de lunes a viernes tomaba el tren todas las mañanas después de dejar a mis hijas en la escuela y regresaba noche, la más grande cuidaba de la pequeña, así pude encontrar la forma de entrar a la fuerza laboral más adecuada para mí. Entre en ventas y de ahí desarrollé una carrera en manejo de personal y administración de tiendas departamentales, hasta llegar a la línea de moda internacional con un mercado muy exclusivo. Ósea los verdaderos ricos, ese uno por ciento”.
Y tus hijas. “Mi hija mayor siempre fue muy inteligente y emprendedora y siempre destaco en la escuela, mis dos hijas siempre ganaban los concursos de oratoria, los reconocimientos de estudios, eso nos llenaba de orgullo.
Mi hija mayor llegó becada a la universidad (UNSW) y ahí pudo emprender su carrera así como un intercambio de un año en Alemania. A mí y a mis hijas nada nos paraba, tomamos todas las oportunidades que se nos ofrecían, nada lo tomamos por garantía, luchamos por conseguirlo y lo logramos. En Australia las cosas pueden ser más fáciles que en México pero si haz crecido aquí no estás acostumbrado a luchar, y eso nos daba ventaja sobre otros porque no tomamos nada por garantizado.
Mi hija mayor ya está graduada con excelencia con dos licenciaturas (Medios y Comunicación y Estudios Internacionales). Trabaja para el gobierno de Australia y es voluntaria y activista para diferentes organizaciones que ayudan a mujeres y migrantes, como Raise your Voice.
Ayuda a otras mujeres jóvenes a comenzar en política y aprender sobre cómo pueden participar en las decisiones del país.
Mi hija menor está descansando después de la pandemia y pronto retomará sus estudios, ella es más creativa, inspirada en la cultura japonesa tiene una pasión increíble por el dibujo. Es muy sensible y buena para traducir las emociones de los demás. Es influencer escritora y vende sus obras entre gente que le gusta la cultura del manga.
Regresarías al país, pregunto: “Me encantaría regresar a México pero cada vez se ve más violento. La gente que vive ahí no lo nota, porque han normalizado vivir bajo esa violencia. Yo que vivo afuera me parece horrendo. Me encantaría traerme a mi madre y mis hermanas conmigo pero ellas ya tienen una vida allá. Las extraño y me da pena no estar cerca, pero madurar es saber que uno debe ver para adelante y no para atrás.
Aquí en Australia vivo segura, cómoda y aburrida, quizás no tan entretenido como en México, la vida parece corta, todo cierra temprano y paso más de 6 meses en invierno oscuro desde las 5 pm, justo en Mayo aún me sigue pegando la depresión de temporada “seasonal depression “, como le pusieron los europeos por esta depresión que da siendo Mayo y entrando a un invierno cuando en mi cabeza Mayo, Junio y Julio deberían ser calientes.
Vivo en donde quería vivir, Sydney, y nunca pierdo ese asombro cada que pasó por la Casa de la Ópera o el puente. Me parecen tan majestuosos y hermosos. Es una ciudad hermosa que reúne muchas cosas que no se encuentran tan fácilmente. Aquí tengo una vida multicultural muy enriquecedora, personalmente me he ensañado en ser muy diversa cuando contrato personal, creo firmemente que cuanto más diversos somos, cultural y religiosamente más respetuosos nos volvemos con las diferencias. Abrirme a otras culturas es algo que disfruto mucho”.
Añade, “Hice por un lado una carrera como cantante, cantar es algo que siempre hice ocasionalmente en San Luis y al llegar a Australia lo volví a retomar, he cantado con muchos grupos latinos, australianos y he tenido experiencias muy bonitas.
Ahora estoy desarrollando un podcast en español como parte de la historia de femme modele, FM con Eleane y Óscar, una conexión muy interesante entre dos mexicanos uno en México Óscar y yo en Australia hablando de imagen, discurso público, modelaje, moda, personal branding y todo lo que solíamos enseñar en nuestros cursos.
Este podcast ha ganado el interés entre migrantes de habla hispana que encuentran interesante los dos puntos de vista, porque los dos vivimos en contextos diferentes. Ha logrado la atención de miles de seguidores en USA, México, Brasil, Europa y Asia, por supuesto Australia.
Triunfar puede ser todas esas pequeñas guerras ganadas, todas esas veces que me dijeron que no iba a poder y pude, todos esos una mujer sola no puede y lo hice. Creo que me retan cada que me quieren poner límites, como ese que dice “el que a muchos jefes sirve con uno queda mal” siempre conteste, “depende de la capacidad de quien lo hace”
Quizás pocos saben que cuando yo trabajaba en el canal también estaba emprendiendo mi propio negocio y los fines de semana cantaba, hacia muchas cosas porque siempre fui muy activa. Podía ir a estudiar a la universidad pero también daba clases de yoga, y estudiaba un curso de historia del arte con el maestro Raúl Gamboa.
Me gusta pensar que soy capaz de hacer un performance muy variado en mi vida, y que puedo utilizar todos mis talentos según los requiera para salir exitosa de cualquier situación.
Al final descubrí que no importa en donde esté o con quien esté porque tengo la capacidad de salir adelante, no es el contexto lo que me hace, tengo la capacidad de volverme a reencontrar en cualquier contexto y me gusta lo que descubro. Gane en la vida una habilidad muy importante que es el don de la conexión genuina con la gente.
Soy muy auténtica y no me gusta comprometerme con nadie para caber, prefiero cambiar de trabajo de amigos o de pareja antes de corromperme porque esta es mi experiencia de vida y tiene mucha importancia para mí”.
Así dejamos la narrativa de Eleane por Eleane, de su performance.
