Por Marco Antonio Zárate Mancha.
Con el crédito se vuelve a una situación verdaderamente feudal, la de una porción del trabajo debida de antemano al señor, al trabajo servil. Jean Baudrillard En el capitalismo contemporáneo, la relación acreedor/deudor, además de operar como un <<neocolonialismo>>, también constituye una forma de <<colonización>> interna de la producción y las poblaciones de los países <<occidentales>>. Maurizio Lazzarato1 “La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero”. Marqués de Sade.
Concluimos en la 2ª parte de estas Disquisiciones… que la deuda es uno de los resortes opresores de los países y obviamente de sus ciudadanos; el otro, la rampante corrupción. En esta parte, intentaremos una exégesis de la raíz de la deuda, pues se considera el origen de prácticamente todos los males de nuestra civilización. En principio, hemos de decir que la deuda es muy curiosa, pues se le debe a banqueros que en EEUU mañosamente se apropiaron el derecho de imprimir dinero —dólares— en la Reserva Federal, Fed2, que ni es Reserva ni es Federal. Comencemos:
De acuerdo con la Constitución para los Estados Unidos de América, el Capítulo I, Sección 8, se establece:
“El Congreso tendrá facultad para: Establecer y recaudar impuestos, aranceles, derechos y contribuciones; para pagar las deudas y proveer a la defensa común y bienestar general de los Estados Unidos; pero todos los impuestos, aranceles, derechos serán uniformes a través de los Estados Unidos. […] Contraer empréstitos a cargo al crédito de los Estados Unidos. Acuñar dinero y regular su valor, así como su relación con moneda extranjera. Fijar los patrones de pesas y medidas. Proveer lo necesario para el castigo de quienes falsifiquen los títulos y la moneda vigente de los Estados Unidos” …
Como se observa, la letra original de la Constitución de EEUU, en ningún lugar menciona a la Fed. Ésta tuvo su origen el 23 diciembre de 1913, en sesiones muy controvertidas de las cámaras —baja y alta—, ya que buena parte de los congresistas disfrutaban de vacaciones navideñas. No obstante, sendas cámaras aprobaron la ley que le dio origen; y a pesar de los cuestionamientos acerca de si el Congreso tiene la facultad constitucional de delegar su poder para acuñar moneda o imprimir billetes, tal como se asienta en la Sección 8, del Capítulo I de su Carta Magna, el hecho es que la Reserva Federal, está en manos de un cartel de banqueros y tiene, desde 1913, esa discutida atribución.
Entonces, la primer pregunta obligada es: ¿Por qué el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica no imprime su propia moneda y en su lugar lo cede a un consorcio de bancos privados autoproclamado “Reserva Federal”, Fed? Pero además, no solo imprime dinero, sino que lo presta a su gobierno, por lo que cada dólar impreso es deuda —crédito— para él; bueno, en realidad no es para éste, es deuda para toda la sociedad norteamericana a la que se compromete a pagar a través de la tributación, del pago de impuestos. Ese es el mecanismo. De origen asaz controvertido y ventajoso.
Dejar el mecanismo controlador de moneda, su valor (tasas de interés), y su volumen, en manos de un consorcio privado o “cartel bancario” que se “autorregula” no puede tener buen fin. Esto se tiene claro desde hace tiempo.
Tan controversial es esa atribución cedida por el Congreso, que en su momento dos Nobel de Ciencias Económicas, el británico Friedrich Von Hayek (1974) y nada más y nada menos que el norteamericano ¡Milton Friedman! (1976), se manifestaron abiertamente por abolir la Fed3.
La historia registra que el único presidente de EEUU que ha hecho frente al poderoso cartel del dinero ha sido John F. Kennedy, quien en junio de 1963 tomó la determinación de ejercer el derecho del gobierno de acuñar su propia moneda, en contraposición a la Fed. Había muchísimo dinero en juego y todos sabemos el trágico y oscuro desenlace que tuvo la vida de Kennedy. Ningún otro presidente de EEUU ha querido ejercer esa facultad constitucional y soberana.
En síntesis, tenemos en EEUU una organización de bancos privados dueña de las rotativas para imprimir papel moneda, pero no solo eso, también con la atribución de poner precio a su dinero (léase: fijar tasa de interés).
¿Cómo se reglamenta la Fed? Antes existió el patrón oro (1945 – 1971), que regulaba el sistema de impresión de papel moneda —dólar impreso se soportaba por oro—, pero hace 51 años el gobierno de EEUU unilateralmente abandonó ese acuerdo pactado en Bretton Woods y ahora gobierno y Fed están desbocados sin control. Imprimen billetes verdes sin ningún respaldo y fijan tasas de interés de acuerdo a su beneficio. Veamos lo que escribe Maurizio Lazzarato4 acerca del crédito:
<<El crédito (deuda) es “uno de los mejores instrumentos de explotación que el hombre haya sabido establecer, porque algunos [individuos], fabricando papel, pueden apropiarse del trabajo y la riqueza de otros5”.
Recapitulemos. EEUU —o más bien la Reserva Federal (cartel bancario), auténtica propietaria de su papel moneda— ejerce una hegemonía mundial con papel moneda sin mayor soporte que la “solidez del sistema bancario”. Además, tiene la atribución, el derecho, de fijarle un precio (tasa de interés).
Se tiene que el dinero en realidad es un medio muy útil y efectivo para el intercambio comercial, pero el “sector financiero”, léase banqueros, astutamente lo han convertido en un fin.
Volvamos a Lazzarato6:
“La deuda no es, pues, una desventaja para el crecimiento; constituye, al contrario, el motor económico y subjetivo de la economía contemporánea. La fabricación de deudas, es decir, la construcción y el desarrollo de la relación de poder entre acreedores y deudores, se ha pensado y programado como el núcleo estratégico de las políticas neoliberales. Si la deuda es tan decisiva para comprender y por lo tanto combatir el neoliberalismo es porque este, desde su nacimiento, se articula en torno a su lógica. Así, uno de los puntos de inflexión del neoliberalismo es lo que algunos economistas definen como <<el golpe de 1979>>, el cual, al posibilitar la conformación de enormes déficits públicos, abrió la puerta a la economía de la deuda y constituyó el punto de partida de una inversión de las relaciones de fuerza entre acreedores (propietarios del capital) y deudores (no propietarios del capital). […] La relación entre acreedor y deudor (…) refuerza los mecanismos de explotación y dominación de manera transversal porque no hace distinción alguna entre trabajadores y desempleados, consumidores y productores, activos e inactivos, jubilados y beneficiarios del salario mínimo. Todos son <<deudores>>, culpables y responsables frente al capital, que aparece como el Gran Acreedor, el Acreedor Universal”.
1 Maurizio Lazzarato. Gobernar a través de la deuda. Tecnologías de poder del capitalismo neoliberal. Amorrortu. 2015. P. 225.
2 Aunque el congreso de EEUU creó la Reserva Federal en 1913,
3 https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_de_la_Reserva_Federal
4 Maurizio Lazzarato. La fábrica del hombre endeudado. Amorrortu. 2013. P. 25.
5 Gabriel Ardant. Histoire financière de l’Antiquité à nos jours. Paris: Gallimard, 1976. P. 442.
6 Maurizio Lzzarato. La fábrica…, Pp. 30-31.
Marco Antonio Zárate Mancha
Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Michoacana. En sus inicios trabajó en el Grupo ICA. Posteriormente colaboró en la Secretaría de Programación y Presupuesto, en el Sistema Alimentario Mexicano de la Presidencia de la República. A su paso también se ha desempeñado en la Canacintra México, en el programa TIPS de Bancomext, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el Gobierno de Michoacán y en el municipal de San Luis Potosí. Ha sido y es empresario y esporádicamente ha colaborado en diversas publicaciones impresas y electrónicas, como: Quadratín, Homozapping, revista AM Blues, Alternauta, Revista Transformación de Canacintra y Fórum Financiero, entre otros.
