URGE UN CAMBIO DE TIMÓN EN LA DIRIGENCIA NACIONAL DEL PAN

Por Tinterillo.

Dos panistas potosinos, dos legisladores, coincidieron al expresar que su partido a nivel nacional requiere un “cambio de timón”, después de los resultados de las pasadas elecciones del 5 de junio en seis entidades del país.

Tanto Rubén Guajardo Barrera. Diputado por el segundo distrito local electoral, como Juan Francisco Aguilar Hernández, diputado plurinominal, coincidieron en que debe de haber un cambio en la dirigencia nacional de su partido, el PAN.

Para  Guajardo Barrera es un hecho que el cambio se requiere ya, pero él mismo se preguntó quién podría ser y no menciona nombres, no los encuentra en su memoria, pero que se requiere es un hecho. Y añade, pero no solo es la persona sino el cambio en el discurso, pues parece “que solo nos hablamos a nosotros mismos”.

Sin embargo menciona a ex gobernadores que pudieran encabezar la dirigencia de Acción Nacional, como Miguel Márquez, quien lo fuera de Guanajuato o Francisco Domínguez quien estuvo al frente del ejecutivo en Querétaro. El diputado Aguilar Hernández suma también a Cabeza de Vaca, aún gobernador de Tamaulipas y Guajardo lo ve con incredulidad para apuntar “acaba de perder su estado”.

También en la legislatura local existe una diputada panista, Liliana Guadalupe Flores Almazán, quien con tristeza menciona que su partido se ha ido desvaneciendo poco apoco y cada vez más. La panista huasteca advierte que se votó por ella porque la gente la conoce desde siempre como militante de Acción Nacional porque las personas conocen quién es quién y de dónde son los candidatos. Se aleja con la mirada si cree que debería haber un cambio en el PAN nacional.

Tanto Guajardo como Flores, dejan la impresión de que mucho no les interesa quién llega si hay cambio y que ellos por ahora se encuentran satisfechos con lo logrado, ellos son diputados en la entidad.

Pero, para  Juan Francisco Aguilar Hernández, el cambio de timón debe de permear hasta algunas dirigencias estatales, como la de San Luis Potosí, a lo que Guajardo solo sonríe.

Ambos se retiran sin antes dejar entrever que por lo pronto, donde están, se encuentran bien.