Por Claudio García.
El agua, un líquido considerado vital para la sobrevivencia de un ser vivo, desde siempre ha sido motivo de controversia, de guerra, de disputa, de discurso político. En nuestro país el agua es de la nación y es a partir de que se le entrega a los estados y municipios su administración cuando se convierte más en un elemento de discurso político que dé servicio a la sociedad, al ciudadano.
En la actualidad la administran organismos operadores de agua como se les denomina, de los cuales existen más de 6 mil registrados por el Instituto Nacional de Estadística, pero en realidad no pasan de los 4 mil, de estos la mayoría han sido un fracaso y el análisis de los estatales y municipales supera el 90 por ciento en quiebra.
Destacan tres que se encontraban en una situación que les permitía prestar un servicio adecuado al ciudadano, de esos hoy solo queda uno que se considera sano y que vive de sus ingresos, lo otros dos, uno Monterrey que vive el caos y el otro Tijuana que se derrumba día con día por una mala administración, se suman a los que no funcionan. Solo León se salva.
¿De qué viven los organismos de agua potable y alcantarillado?, se lo preguntamos a Enrique Torres, actual director del Sistema Operador de Agua -Interapas-, y que cubre los municipios conurbados de San Luis Potosí, Soledad y Cerro de San Pedro.
Enfático responde, “de sus clientes” y estos no son otros que quienes reciben el servicio de agua, ciudadanos en sus casas habitación, industrias y comercios, y de los recursos que a través de la federación se obtienen. Al final de cuentas los organismos operadores de agua deben convertirse en los monopolios de su administración, de manera natural.
En San Luis Potosí no lo es, porque existe una empresa llamada Aguas del Poniente Potosino que recibe los recursos de uso habitacional de alto consumo, y de comercios. La zona industrial cuyos usuarios pagan a la Comisión Estatal de Agua. Por eso el recurso fuerte o la cantidad más alta no le llega a Interapas, nos queda claro.
Lo que Interapas ingresa a sus cuentas corresponde a un 50% de los usuarios, de los cuales solo se factura el 30 y de esto en realidad, a valor actual del servicio, corresponde como al 15 por ciento.
Y es que uno de los factores para que no se logre facturar el cien por ciento es la falta de medidores, los cuales se han carecido históricamente, o bien porque no se colocaron cuando se puso la toma o bien porque se los robaron. La meta de Torres para el presente año es colocar 25 mil.
