Por Tinterillo.
LO DE MENOS.- Sí, lo menos importante es el estado de salud de López Obrador y no porque no lo sea, pero frente a la seguridad del país lo que debe importar más es qué contienen esos documentos “hackeados” por “Guacamaya”. Con el debido respeto ya sabemos que estaba enfermo el presidente, de los males que padecía (bueno algunos) y que con todo y eso puede salir cada mañana a buscar que los mexicanos nos confrontemos más porque así cumple con su papel de populista. Pero el resto de la información, el prestigio del ejército, y sobretodo la seguridad nacional. En quién vamos a confiar ahora si tenemos un presidente mentiroso, soberbio y un ejército vulnerable. Lo de menos es su salud, además se le nota que no se cuida, contra la hipertensión hay que cuidar el peso y en López Obrador queda claro que es lo que menos le importa.
LO QUE VIENE.- En Chile cuando fue “hackeado” su sistema, de inmediato se reunió el gabinete de seguridad, no se pusieron a bailar o reír. Aquí hasta queda al descubierto que existe una confrontación entre marinos y ejército, también de cómo se dobló un gobierno frente al narco y dejó en evidencia a los miembros de un leal ejército que, de ser admirado y respetado, gracias a todo lo hecho por este gobierno, además de darle tareas que no debería realizar, lo ha puesto en ridículo y más con su política de “abrazos no balazos”. El “hackeo” pone en riesgo al país, 6 terabytes es un mundo.
LA VERDADERA ENFERMEDAD.- Si bien la información publicada por Carlos Loret de Mola ha causado sensación al descubrir todas las enfermedades físicas que atañen a López Obrador, la más grave es la que aparece publicada en el libro “El rey del ca$h”, esa enfermedad de la desmesurada ambición por el poder, de las traiciones, abusos, corrupción y autoritarismo, de lo que es “…la cara de la nueva mafia en el poder”, que nos descubre la periodista Elena Chávez.
Y OTRA MÁS DE LA SEMANA.- El escrito de Leonardo Kourchenko, la Aldea, que se publica en el periódico El Financiero y que tituló “Cueste lo que cueste”, descubre la reunión de Obrador, en palacio nacional, con “Los 21 gobernadores morenistas presentes y algunos asesores, el secretario de Gobernación”, senadores y diputados, todos de “confianza”, en donde les pide, después de una lección de historia, que los necesita para ganar las elecciones del 24: “Por eso necesito su ayuda para ganar las próximas elecciones en 2024″, necesitamos trabajar muy duro, en cada barrio y colonia para contar con los votos de la gente. “Hay que hacer todo lo que sea necesario” para conseguir la victoria. Más clarito el proyecto de esa seudo izquierda mafiosa que encabeza Obrador. El artículo continúa y se narra que “Cueste lo que cueste, vamos a tener que ganar para garantizar que nuestro proyecto permanezca y se consolide. Tienen mi autorización para hacer lo que sea necesario para conseguir el resultado”. Kourchenko añade que : “En los hechos, el presidente le otorgó a los gobernadores morenistas carta blanca para violar la ley electoral. Hay que hacer lo que sea necesario para asegurar la victoria, les dijo, no podemos permitir que se repita el caso del general Cárdenas”. (Hace referencia a Cárdenas porque en su narración histórica les dijo que el General había perdido el apoyo del pueblo).
SEMANA TRÁGICA.- Sin duda la semana ha sido trágica para el habitante de palacio nacional, porque el ejército fue vulnerado y se supo poco más de sus enfermedades y de que nunca informó de su verdadero estado de salud, que tenía que hacerlo desde que se comprometió a principio del año. Segundo, el libro que se publica donde se mencionan los tejes y manejes de las finanzas, acciones y ambiciones del López Obrador y tercera lo publicado por Leonardo Kruchenko que acierta al decir que lo dicho por el presidente “Se llama fraude. Planeado y orquestado, diseñado a priori, con la cartera y el presupuesto abierto para influir a como dé lugar, para convencer, forzar, manipular y, si es necesario, robar votos y urnas para mantener el control. No está dispuesto a aceptar una derrota en las urnas. Quiere evitar toda posibilidad mediante la intervención ilegal, clara y frontal de los gobernadores”.
Seguramente tuvo cerca a su cardiólogo porque estas tres lo debieron hacer temblar y que la presión se le subiera por arriba de los 180. Sí es trágica, aunque ponga a Chico che.
