Por Claudia Gómez Montealvo
Considero que independiente mente del nivel socioeconómico y cultural de la gente, las personas con sentido común consideran que hay aspectos como matar, robar, violar, y cometer cualquier crimen o acción que genere violencia hacia nuestros semejantes es incorrecto.
Independientemente de la elección religiosa de cada persona o sus convicciones morales estas acciones son aberrantes y atentan en contra de los derechos humanos. Todas las personas tenemos derecho a vivir seguras, a transitar por las calles sin miedo a ser asaltadas o violentadas de alguna manera.
Educar desde casa con valores como el respeto, la tolerancia, lealtad, por mencionar algunos hace mejores seres humanos, la educación puede ser una herramienta para construir la paz.
En una reciente lectura a un artículo redactado por David Saul Vela en el financiero cita un comparativo de 2022 contra 2021, en este análisis menciona que: “los ilícitos con mayor incremento son aquellos en los que la mujer fue víctima como incesto (100%), acoso sexual (53%), violación equiparada (34.4%), violencia de género (29.1%), hostigamiento sexual (27.5%), trata de personas (26.9%), abuso sexual 818.3%) o violencia familiar (6.9%).
Otros delitos con alza son extorsión (24,6%), robo a transeúnte en vía pública (7.6%), robo en transporte público (5.3%) y narcomenudeo (4.8%), entre otros.
Mientras que entre los ilícitos con una baja en la incidencia están el homicidio doloso (-9%), feminicidio (-14.2%), secuestro (-19%) robo a casa habitación (-1.3%) o robo a negocio (-1.6%), entre otros.
Según las cifras, en 25 de las 32 entidades del país la incidencia delictiva subió. La lista la encabeza Campeche con mil 41 por ciento, al pasar de mil 470 denuncias entre enero y agosto de 2021 a 16 mil 786 en el mismo lapso de 2022”.
Estas cifras, me hacen reflexionar sobre todo en el ¿por qué estas personas realizaron estos hechos? ¿la motivación es económica en el caso del robo? ¿Estos hechos son consecuencia de la descomposición social? ¿Las personas que realizan estos ilícitos provienen de un estatus económico estándar?
Las respuestas son muy complicadas y complejas, pero la prevención de estos delitos se encuentra en los hogares, en la sociedad, en educar con valores a nuestros hijos e hijas. Independientemente del estado económico de cualquier persona, en un país tan suigéneris y bondadoso como México donde hay familias que han salido adelante con la venta de elotes o tamales, no hay razón para criar y crear personas que salgan a la calle a delinquir.
Hay que trabajar tanto el aspecto psicológico como el económico para evitar que la sociedad genere personas no gratas. Educar con amor y responsabilidad es un reto mayúsculo, pero no imposible, y sin duda desde mi particular punto de vista los valores deben de ser parte de nuestro día a día.
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
