«Derecho del más fuerte: El más fuerte no es nunca suficientemente
fuerte para ser siempre el amo, sino transforma
su fuerza en derecho y la obediencia en deber».
Jean Jacques Rousseau
«Guerra: Capitalismo sin disfraz».
Tom Stoppar
«Guerra: Gente blanca enviando a negros para luchar contra amarillos
y proteger el territorio robado a gente de algún color intermedio».
James Rado
Por Marco Antonio Zárate Mancha
INTRODUCCIÓN
Parecerá cantaleta, pero hay cosas que conviene tener siempre presente, para no perderse en el adictivo basurero de información que nos acribilla a mansalva cada vez que ojeamos nuestro celular en cualesquier plataforma: Facebook, Tik Tok, Whatsapp, YouTube, Twitter…
En colaboraciones anteriores he recordado que como resultado de la 2a guerra mundial, los EEUU convocaron a los países a una Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas realizada en la localidad de Bretton Woods, en donde los norteamericanos como vencedores de la guerra fijaron las nuevas reglas del juego. Derivado de tal condición, los EEUU y 44 naciones asistentes, firmaron lo que se conoció como Acuerdos de Bretton Woods. Las principales resoluciones y acuerdos tomados dieron origen al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, BIRF, ahora conocido como Banco Mundial. El banco, entre otros propósitos, se encargaría de otorgar los préstamos para la necesaria reconstrucción de Europa y países en vías de desarrollo.
Un acuerdo más originaría al Fondo Monetario Internacional, FMI, con la finalidad de reconstruir el sistema monetario internacional, así como de imponer el dólar estadounidense como moneda de curso o referencia mundial. Es importante recordar que esta última imposición no fue bien vista por los firmantes y su aceptación se condicionó a la inclusión de un candado: El llamado «patrón oro» consistente en que la Reserva Federal de los Estados Unidos de Norteamérica, Fed, emisor del dólar estadounidense, se comprometía a respaldar su moneda con oro. Cada dólar impreso, debería poder canjearse por su equivalente en oro. Ni más ni menos.
Así fue durante 25 años, desde 1946 a 1971. Unos años antes de que la Fed abandonara el «patrón oro», el presidente de Francia, Charles De Gaulle, prendió los focos rojos al cambiar 150 millones de dólares de sus reservas internacionales por el equivalente en oro de la Reserva Federal. No habría que esperar mucho tiempo y 6 años después, en 1971, el presidente de EEUU, Richard Nixon, desde luego avalado por la Fed, tomó la decisión unilateral de abandonar el «patrón oro». Esa fue la señal para que la Fed, diera rienda suelta a las rotativas e imprimir a placer dólares, sin ton ni son, e inundar el mundo con billetes verdes sin mayor respaldo que la confianza en el “sólido” sistema financiero norteamericano. O al menos ese fue el argumento para avalar el nuevo esquema de la Fed y de Nixon.
Conviene detenerse en ese significativo cambio —y no importa ser reiterativo— ya que el dólar era la única moneda en el mundo convertible a oro. Ese patrón obligaba a que cada país miembro del FMI tenía la obligación de sostener un tipo de cambio fijo frente al dólar, toda vez que —como se ha dicho— el dólar estadounidense era la única moneda convertible en oro. Era pues una referencia.
Tenemos entonces que el mecanismo de control de la moneda estadounidense se abandonó de manera unilateral por los EEUU en franca contraposición de uno de los Acuerdos de Bretton Woods.
Vayamos ahora un poco más atrás. Porque es importante derribar los mitos creados por la élite para mantener su hegemonía por encima de todo el mundo. ¡Sí!, de todo el mundo; por la sencilla razón que miles de veces se ha repetido: «El capital no tiene patria» y podríamos agregar que los capitalistas tampoco tienen corazón.
Pero aún no llegamos al mito fundamental que sostiene el frágil edificio del capitalismo y que analógicamente representaría las sombras en la mítica “Caverna de Platón”. Recordemos que la alegoría de la Caverna es utilizada por Platón para explicar que los humanos vivimos engañados por los sentidos (serían las sombras de los objetos reflejados en la caverna que percibimos y suponemos son la realidad) y la razón o el conocimiento que estaría representado por la luz del sol que nos permitiría descubrir la realidad ya no como mundo de sombras y representaciones (sentidos), sino bajo la luz del sol (conocimiento) que nos permite conocer la realidad.
El ciudadano común actualmente vive engañado y es presa de los medios masivos de comunicación electrónicos (dominados en occidente por solo 6 consorcios informativos) que moldean la opinión pública, así como tendencias, música y modas en los más variados temas, incluyendo desde luego política y conflictos bélicos —La TV como cabeza de playa del capitalismo salvaje en cada uno de los hogares del planeta—.
Así, los medios masivos de comunicación y sus plataformas noticiosas representarían actualmente la pared de la caverna de Platón. La inmensa mayoría de la gente no cuestiona la veracidad de las noticias e información divulgada por los medios masivos. Se da por hecho la veracidad de los mismos. Para ilustrar y sostener la afirmación anterior baste recordar que 5 mil 400 millones de habitantes del planeta se dejaron convencer por la propaganda brutal de la pandemia —basada en el miedo— y fueron inyectados con las “vacunas” exprés que actualmente han causado millones de muertes en todo el orbe, pero ningún medio masivo de comunicación ha puesto en duda que tanta muerte súbita o repentinitis, tenga origen en las vacunas y sus tecnologías nunca probadas en seres humanos como el ARNm (ARNmensajero). La población mundial “vacunada” equivale al 67.5% del total del planeta que actualmente se tasa en 8 mil millones de personas.
La campaña de terror mediático se preparó con cerca de 20 años de anticipación. Iniciando con la modificación en 2005 al término “emergencia sanitaria” contenido en el Reglamento Sanitario Internacional, mismo que se le quitó el número de muertes ocasionadas y a cambio se privilegió el número de contagios por encima de las muertes. Las ganancias reportadas por las farmacéuticas durante la pandemia equivalieron a 360 mil millones dólares.
Para poder saber lo que estaba pasando en los años pico pandémicos (2020 y 2021) tenía que investigarse, poner en duda todo; estar pendientes de videos provenientes de fuentes clandestinas o no “oficiales”, toda vez que cualquier información en contra de la propaganda oficial era inmediatamente censurada y borrada de las plataformas mencionadas. Pero la inmensa de la mayoría de la población prefiere creer (pues es más fácil) a investigar o dudar.
El engaño de la “emergencia sanitaria” o “plandemia” palidece frente a la gran estafa a la que se ha sometido a toda la humanidad y que es la arrogación, la apropiación, por parte de la Reserva Federal (cártel de bancos de EEUU) de la acuñación de papel moneda de los EEUU, ya que de acuerdo con la Constitución para los Estados Unidos de América, el Capítulo I, Sección 8, establece:
“El Congreso tendrá facultad para: Establecer y recaudar impuestos, aranceles, derechos y contribuciones; para pagar las deudas y proveer a la defensa común y bienestar general de los Estados Unidos; pero todos los impuestos, aranceles, derechos serán uniformes a través de los Estados Unidos.
[…] Contraer empréstitos a cargo al crédito de los Estados Unidos.
Acuñar dinero y regular su valor, así como su relación con moneda extranjera. Fijar los patrones de pesas y medidas.
Proveer lo necesario para el castigo de quienes falsifiquen los títulos y la moneda vigente de los Estados Unidos” …
Con lo anterior se constata que la facultad del Estado ha sido arrancada, arrebatada, arrogada, por un cártel de bancos (autodenominado Reserva Federal) sin ningún control (al decir sin ningún control es eso: no tienen ningún control), por la sencilla razón de que el capital ha comprado todo (ver Carlos Fazio[i]). El único presidente estadounidense que se enfrentó a la Fed fue John F. Kennedy… Este comenzó a imprimir sus propios billetes y la historia de su asesinato se pierde en los laberintos oscuros y burocráticos de la CIA y el FBI, no al servicio de su país, sino de sus dueños: la plutocracia mundial secuestradora del poder político de los presidentes de EEUU.
No es inútil recordar que la Fed se creó en 1913, como entidad privada e independiente del Gobierno de EEUU. Es propiamente un conglomerado de bancos privados encargados de acumular y disponer de todos los fondos monetarios que abarca el sistema financiero de Estados Unidos.
En próximas entregas abordaremos, basados en los últimos informes de Oxfam, cómo es que en estos años pospandémicos la riqueza de los más ricos se ha incrementado de forma acelerada; los distintos mecanismos utilizados por el poder para seguir manteniendo este sistema a todas luces favorecedor de los cada vez menos, en detrimento de la inmensa mayoría de habitantes del planeta y explorar las formas de desarticular ese perverso círculo vicioso: acumulación de riqueza en manos de unos cuantos en contra de la mayoría de habitantes del mundo y de la expoliación y concentración de sus riquezas a cambio de ignorancia y miseria.
Medias Tintas SLP 
Un comentario sobre “PLUTOCRACIA RAMPANTE SIGLO XXI (Primera parte)”