Sin pompa ni jabón, con un rostro amable, pero sobretodo con una sencillez que hizo vibrar a su audiencia compuesta en su mayoría de mujeres, muchas jóvenes, otras madres de esas estudiantes quinceañeras algunas más por terminar una carrera y algunas de eso que se dice “madura”, simplemente mujeres que buscan reafirmar su empoderamiento o hasta donde llegar cuando se cree y se confía en ellas mismas.
Rosario Marín un relato de triunfos, de experiencias, de vivencias y sacrificios, sufrimientos y retos que con la voluntad se superaron, con actitud, con valorarse día con día y tener muy claro su horizonte, su objetivo.
La mujer que nació en México que como muchas otras formó parte de una familia que tuvo que migrar a los Estados Unidos. Pocos recursos la acompañaron y tuvo que, en el esfuerzo aprender el inglés, estudiar y abrirse espacios en una sociedad donde el inmigrante sigue sin ser visto, en muchas ocasiones como persona que llega a un país a sumar a buscar caminos que no pudo encontrar en su país.
Pero para Rosario los obstáculos fueron retos para ser mejor, para crecer en lo que se había fijado como ruta de vida, por eso quizás ha sido diferente y hoy es referente de mujeres, de hombres, de jóvenes.
Primera de su familia en graduarse de la universidad gracias a su compromiso con ella misma, como con su familia, con los migrantes, eso le permitió en ser la primera jefa de asuntos legislativo del Departamento de Servicio para el Desarrollo en California, primera mujer latina miembro del Ayuntamiento de Huntington Park, la primera directora mujer y latina del Consejo Estatal para Discapacidades en el Desarrollo del estado de California y algo más, la primera mexicana tesorera de Estados Unidos.
Perseverar, no claudicar, avanzar siempre, parte de las lecciones que dejó Rosario Marín a las más de 900 personas que reunidas en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí se reunieron para escucharla, invitada por Ester y Enrique, o dicho de otra manera más oficial, el alcalde Enrique Galindo y la presidenta del DIF municipal Estela Arriaga.
En los rostros de la mayoría de las asistentes se notaba la emoción que provocaban las palabras de Rosario, en algunas lágrimas que rodaban desde sus recuerdos, de sus vivencias, de sus reproches, solo ellas sabían, pero la atención no la quitaban de la mujer que con micrófono en mano las invitaba a seguir luchando en un mundo donde a ellas les cuesta el doble que a los hombres salir adelante, triunfar, hasta vivir.
Y las más jóvenes, las que se emocionaron viendo a sus madres con esos ojos vidriosos y que gracias a ellas hoy han avanzado en sus derechos, en la equidad, en el respeto. En esas jóvenes se mostró la admiración para sus progenitoras, para la ponente, pero también el reto que hoy enfrentan y que las obliga a seguir luchando contra la corriente.
Rosario la republicana que apoyó a una mujer demócrata, Hillary Clinton, quien enfrentaba a Tremp por la presidencia de los Estados Unidos, y que espera que no vuelva a ser candidato de su partido, pues no tiene nada bueno que decir de quien fuera su presidente y al contrario considera que es una vergüenza para los estadounidenses a nivel mundial.
Agrega que ve al gobernador de Florida, Ron DeSantis, como abanderado de su partido y que espera supere a Trump, de quien dice ha perdido muchos seguidores y muchos apoyos económicos.
Rosario Marín deja en San Luis Potosí su compromiso para enfrentar la adversidad, el reto de enfrentar la depresión emocional y su compromiso con la justicia, que la convirtieron, en una mujer mexicana triunfadora, en “Una Líder Entre Dos Mundos”.
