JESÚS EL EMPRENDEDOR DEL EMPRENDIMIENTO

                           Por Claudio García                                      

El emprendimiento es una actividad que consiste en crear y desarrollar nuevas empresas, negocios o proyectos. Esta actividad se basa en la capacidad de identificar oportunidades de negocio y transformarlas en una realidad, Jesús…. es un emprendedor de su propia vida y constructor de futuros emprendedores.

A sus 33 años Jesús Leyva ha transitado por el emprendimiento de su vida como fuente principal de crecimiento, primero para él, después junto a quien hoy es su esposa y transita hoy en “la iniciativa que busca trabajar con niñas, niños y adolescentes junto con sus madres para que en familia desarrollen un proyecto de negocio y las y los estudiantes vean lo importante que es la escuela para su futuro”.

Este joven que hoy labora en el área de secretaría técnica emprendió su proyecto de vida gracias a él, a sus calificaciones logradas en la ETI No.1, de donde el Tecnológico de Monterrey lo invita a que curse la preparatoria con ellos. Seguramente vieron en él esa expresión de sus ojos, de su frente ancha que denota inteligencia, ganas, deseos y ambición sana de ir para adelante, claro u sus calificaciones.

De esta manera ingresa becado a la Tecnológico de Monterrey, en donde su principal dificultad fue el inglés, le “batalló”, comenta, pero responde satisfecho consigo mismo, que lo sacó adelante y extiende una sonrisa de orgullo. Esto le vale ir al siguiente paso, la universidad en la misma institución y elige la carrera de Negocios Internacionales.

En el proceso “me aferro”, apunta, a ir de intercambio a un país a donde no hablen español, “mi idioma”, ya con el TOEFL en la mano gracias al esfuerzo y dedicación  aplica para Canadá. Sin embargo, la beca no llega, tarda, y en el Tec. ya lo urgían con la inscripción, pero él aguanta hasta el último minuto y por fin, el anhelo se cumple, es aceptado.

Es en su estancia en Canadá y gracias a algunos compañeros se da cuenta que su inglés no fluye como se requería, esto gracias a sus compañeros que le comentan que sabe, pero tarda mucho en expresar la idea. Entiende que se debe a seguir pensando en español y después traducir y esto provoca la dificultad, corrige. Pero es también en este emprendimiento de su carrera cuando encuentra que los emprendedores son personas con una gran visión y determinación, que como él están dispuestos a tomar riesgos y enfrentar desafíos para lograr sus objetivos.

Al finalizar su curso en Canadá decide emprender otra aventura y conocer parte de Estados Unidos, tramita su visa, cruza en autobús a Nueva York y va a Washington, de donde debe tomar el avión a México. Pero, resulta que llevaba equipaje que no estaba considerado en el boleto que había comprado su mamá y al llegar al aeropuerto le piden que pague, su frustración crece al saber que no llevaba el dinero y que debía esperar a que desde México le cubrieran el costo, pero eso tarda y perdería el boleto.

Pero como siempre sus ojos denotaban, seguramente la angustia y frente a él una persona toma su boleto de avión lo rompe – el sufrimiento se agudizó nos cuenta- sin embargo, para su sorpresa recibe de inmediato otro boleto que cubre el equipaje y regresa a México, a San Luis Potosí a donde tenía ya un destino, que él irá escribiendo.

Termina su carrera en el Tec de Monterrey y cruza la frontera al emprendimiento junto a quien es hoy su esposa, en ese momento su novia, emprenden en la industria de la repostería, también deshidrata fruta y de repente se va con otros 14 mexicanos a un programa educacional promovido por el presidente Obama. Y suma a su conocimiento la búsqueda para el desarrollo de niños y niñas a través del emprendimiento. Desarrolla su propia metodología y su kit, este último en un trabajo en Cerro de San Pedro.

Ya con su proyecto de vida que será el emprendimiento y una metodología que va puliendo con los años y que lo ha aplicado para mujeres emprendedoras en Puebla, se enfrenta a la pandemia, pero como todo sale vía el “zoom” y todo será a distancia, acepta el reto y continúa. Sabe que hay caídas, pero con la vista puesta en su visión de vida y sus misiones, sigue adelante.

Ya en el municipio de la capital de San Luis Potosí, con un grave problema de conexión (internet) en diversas partes, sobretodo en el área rural y la dificultad que para los pequeños y jóvenes representa, pero con un “kit de emprendimiento” que diseña, Jesús se lanza a la conquista de corazones de esos niños, niñas y adolescentes que sumarán a su mamá en los proyectos, que involucrarán a quienes sean sus maestros. Los premios que se los lleven otros, él y sus emprendedores se llevan el de estar cumpliendo su sueño.

Bajo la premisa de “has lo que puedas con lo que tienes” trabaja con los niños en las escuelas municipales, principalmente de la zona rural. Así en la delegación de Bocas logra un objetivo, que un pequeño de primaria encuentre el problema de su comunidad. No hay pan, pero su mamá sabe hacer donas.

Entonces bajo el principio de las misiones que se deben cumplir y que van dentro de kit del emprendedor que diseñó Jesús, encuentra el problema, busca la solución, la aterriza, considera el prototipo y lanza el proyecto.

Así es como entre madre e hijo logran llevar pan a su comunidad cada día, ya no deben de pasar días para que les llegue el preciado alimento, ya hay quienes lo tienen para el consumo día con día. 

Es este programa de “Futuros Emprendedores” que el municipio gana el Premio Transformando México desde lo local en la categoría “Recuperación económica incluyente” que entrega la Organización de las Naciones Unidas. Premio que se da por unanimidad de los jurados y que recibió el alcalde Enrique Galindo.

Pero Jesús sigue su camino de emprender con emprendimiento y lo mismo va a Escalerillas a la comunidad de la Maroma, como fue en Sangre de Cristo, comunidad que se encuentra en Bocas y lleva los proyectos a las ferias para que los muestren y se arriesguen, quienes los realizan. Surgen ideas desde la cocina hasta juegos par perros hechos con calcetines.

Va superando su proyecto la resistencia, primero del analfabetismo de algunas madres que juegan su rol y la de los maestros porque ven más carga de trabajo, porque en el proyecto ellos juegan el rol de mentores. Pero lo más importante que ve Jesús es que ellos y ellas, los niños, niñas y jóvenes se den cuenta de lo importante que es la escuela. Que entiendan que el emprendimiento inicia en ellos, en ser los emprendedores de su vida, como lo entendió Jesús, el emprendedor. 

El proyecto enseña que la clave del éxito del emprendimiento radica en la innovación. Los emprendedores son capaces de identificar oportunidades donde otros ven problemas, y de crear soluciones novedosas y creativas que satisfagan las necesidades del mercado. En este caso de su grupo social, de su comunidad o bien de su propia familia. Eso hace Jesús con sus pequeños y jóvenes.

Es desde el fondo del escritorio, de las capacitaciones que da, de las pláticas que sostiene con los niños, niñas, adolescentes, maestros y madres, de su caminar por las comunidades que visita donde Jesús, el emprendedor, va provocando el cambio. El cambio con sentido social. 

Es un caminar constante entre el aprendizaje bajo la guía y los retos que implica y que donde parece que no hay futuro se genere un cambio que será en beneficio de la calidad de vida de las personas. Se irán generando proyectos que impactan en lo social, en lo ambiental y se fomentarán empleos, crecimiento económico, en regiones y comunidades menos desarrolladas.

El premio es ver una familia o un pequeño que transforma su vida, que orienta el rumbo al estudio, que lucha por la superación. No son las medallas, ni los diplomas y mucho menos la vana presunción mediática. Es transformar a San Luis Potosí, a México. Este es el Sí que un joven le da a su vida, a la vida de otros, se llama Jesús y ronda por una oficina de la unidad municipal, aunque su labor principal esta en el campo impulsando nuevos proyectos, para el Se Puede.

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