UNA AUTÉNTICO TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Por Jorge Andrés López Espinosa
En México la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es, de conformidad con nuestra Carta Magna, nuestro Tribunal Constitucional, pues está facultado para realizar el denominado control constitucional, que realiza cuando, a través de entes públicos legitimados, recurren a la Acción de Inconstitucionalidad, a la Controversia Constitucional e incluso, en casos de particulares vía Juicio de Amparo que por su trascendencia e impacto en la vida pública del país deba ser del conocimiento de la Suprema Corte para fijar un criterio. Por lo tanto declarar la inconstitucionalidad de una norma o de todo un conjunto de ellas es absolutamente parte de su función constitucional. Además, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrado por sus 11 once Ministras y Ministros, conforman uno de los tres poderes públicos, que complementan al Ejecutivo y al Legislativo, haciendo realidad el Principio de División de Poderes, teorizado por Montequieu y llevado a la realidad en los Estados Democráticos y Constitucionales de Derecho. Ahora bien, en días pasados nueve de once Ministros determinaron que el Plan “B” (paquete de reformas electorales) propuesto por el Titular del Ejecutivo y avalado en fast track por su partido más sus aliados en el Congreso, quedaba invalidado al no haberse observado el debido procedimiento en materia legislativa, es decir el Plan “B” fue declarado inconstitucional. Ante esa decisión, el habitante del Palacio Virreynal fiel a su costumbre, arremetió contra esos nueve Ministros, con calificativos denostativos, quienes, lo único que hicieron y lo hicieron muy bien, fue su trabajo, como lo hacen todos los días también Jueces y Magistrados del Poder Judicial de la Federación, que desde el siglo XIX nos ampara y protege del autoritarismo e incluso de omisiones criminales que lamentablemente han estado siempre presentes en la vida de México, recordemos que la primera sentencia de Amparo se dio precisamente aquí en nuestro San Luis de la Patria, en un valiente ejercicio de control constitucional. Así, como parte de una reacción desproporcionada, -entendible más no justificable-, quizá por el enojo que provoca la aún existencia y buen funcionamiento de frenos y contrapesos en este país, el también oriundo de Macuspana ha lanzado una propuesta muy desafortunada, propuesta que, para quienes creemos en el Estado Democrático y Constitucional de Derecho, de materializarse nos colocaría al borde no sólo de un colapso jurídico, sino también de una dictadura. Y es que, pretender que las y los Ministros de la Suprema Corte de la Justicia, sean electos por sufragio popular, hagan campaña y luego vayan a una jornada electiva, no sólo es per se absurdo sino también peligroso. Y es que la función de Control Constitucional que es de primordial importancia para la vida democrática de una nación, debe y deberá estar siempre en manos de Juristas de amplia trayectoria, probidad, reconocidos inlcuso por todas las fuerzas políticas representadas en el Senado, abogados cuyo conocimiento del derecho, experiencia en la administración de justicia y en la aplicación de los instrumentos internacionales sencillamente sea incuestionable. De modo que, la Suprema Corte y sus Ministros, por la salud de nuestra incipiente democracia, deben estar y permanecer blindados de los vaivenes político electorales, pues como intérpretes últimos, son impartidores de Justicia Constitucional, pretender lo contrario sería desconocer no sólo las bases mínimas de los Estados Democráticos, sino también el legado del hoy tan nombrado Benito Pablo Juárez García, quien recordemos fungió como Ministro Presidente de la Corte o de próceres del Derecho y la Justicia Constitucional como Manuel Cresencio Rejón, Ignacio Vallarta o Mariano Otero. Y finalizo, no sin antes referirme a la valentía y altura de miras, que ha mostrado la Ministra Presidenta Norma Lucía Piña Hernández al frente de la Corte, reconocida internacionalmente, nos hace admirarla, respetarla, pero también como mexicanos nos llena de esperanza, la esperanza de tener y mantener un Auténtico Tribunal Constitucional, ese al que se refirió Morelos en sus Sentimientos, uno que nos ampare y proteja del autoritarismo. Abrazo a todos nuestras Maestras y Maestros en su día. Excelente inicio de semana. Los sigo leyendo en este correo: jorgeandres7826@hotmail.com.
