La Suprema Corte de Justicia declaró la muerte de las reformas electorales que había ordenado López Obrador, a las que se les denominó plan B.
Como era de esperarse los votos en contra fueron de Yasmín Esquivel y de Loretta Ortiz, los 9 Ministros restantes determinaron invalidar, por violaciones graves en el proceso Legislativo, todas las modificaciones propuestas desde el Ejecutivo Federal y que legisladores aprobaron violando los procesos internos que los rigen.
