MANO IZQUIERDA

¿Tendremos Presidenta de la República?

Jorge Andrés López Espinosa

Una vez que el Frente Amplio por México concluyó un innédito proceso de selección de quien encabezará la coordinación primero y la candidatura presidencial después, Xóchitl Gálvez ya ha tomado practicamente su lugar en la boleta electoral de 2024, en los recuadros que aparecerán en la elección más grande de la historia faltan aún algunos espacios, del lado del actual oficialismo, las encuestas que circulan en distintos medios digitales, colocan con una ventaja -cada vez más apretada- a quien se tilda de ser la favorita del Presidente: Claudia Sheinbaum, la científica al parecer aventaja al otrora ex canciller Marcelo Ebrard, quien ha comenzado a generar denuncias de lo que se ha calificado como dados cargados, aunque aún nada esta decidido y, como en el hipódromo se espera un final de fotografía. Sin embargo, en el caso que el proceso de selección del partido en el poder, finalmente arroje como candidata a la ex Jefa de Gobierno, las posibilidades de que en los Estados Unidos Mexicanos, la Titular del Poder Ejecutivo Federal sea una mujer, se incrementan considerablemente. En un escenario electoral por mucho anticipado, es digno recordar que antes de Xóchitl y la aún posible Claudia, a ambas les anteceden valientes mujeres quienes, en otros tiempos intentaron sin éxito ser las primeras Presidentas de este país. Rosario Ibarra de Piedra fue quien abrió brecha para competir hasta en dos ocasiones por el Ejecutivo Federal, 1982 y 1988 se postuló bajo las siglas del extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, en ambas campañas su discurso se centró en denunciar las desapariciones de la guerra sucia de los años setentas y en la última elección se sumó al Ing. Cuahutemoc Cárdenas Solórzano en el Frente Democrático Nacional, en aquella memorable elección de la caída del sistema, que ganara Carlos Salinas de Gortari. En 1994, aparecieron dos mujeres en la boleta electoral presidencial, Marcela Lombardo Otero, hija del gran lider sindicalista Don Vicente Lombardo Toledano, bajo las siglas de uno de los últimos partidos que jamás negó, su pretensión de establecer un régimen socialista en México, el Partido Popular Socialista, hoy desaparecido. La otra, Cecilia Soto, quien abanderó al aún vigente Partido del Trabajo, una mujer que sorprendió a propios y extraños por su gran preparación, su discurso conciliador y prudente, logrando un nada despreciable 2.75% de sufragios, siendo hasta ese momento la candidata que más porcentaje de votos había obtenido. Y ya iniciado el siglo XXI las mujeres en México, no han dejado ya de aparecer en las boletas electorales, en 2006, la hoy Senadora Patricia Mercado tomó la bandera del Partido Alternativa Social Demócrata, y, por primera vez el discurso progresista y de derechos humanos se posicionó en una campaña política, tuvo un gran éxito en las zonas urbanas y el mensaje le valió colocar a su partido en un 2.78% siendo reconocida por su trayectoria intachable, actualmente es una de las referentes en el Senado en la bancada de Movimiento Ciudadano, abanderando casuas tan importantes como los derechos de las mujeres y una nueva visión de movilidad urbana entre otros temas. En 2012 el Partido Acción Nacional impulsó la candidatura de Josefina Vázquez Mota, una líder destacadísima, convencida de los principios que defiende históricamente su partido como el bien común, extraordinaria servidora pública en la Secretaría de Educación, obtuvo el 26.1 de las preferencias, en la elección donde resultó ganador Enrique Peña Nieto. Y la más reciente, Margarita Zavala, quien en el proceso de 2018, luego de más de treinta años de militancia en Acción Nacional, renunció a ese partido y buscó la candiatura presidencial a traves de la vía independiente, logrando colmar los requisitos exigidos por la Constitución y la Ley Electoral, sin embargo ya siendo candidata renunció a esa posibilidad sin declinar por ninguno de los otros aspirantes. De modo que, lo que sí es seguro, es que en 2024 cuando menos, una mujer volverá aparecer en la boleta, con la alta probabilidad de que puedan ser dos, y si finalmente lo son, se amplían por mucho las posibilidades de que en México por primera vez, recaiga en una mujer, la enorme responsabilidad de gobernar este país tan complejo, de ahí la pregunta que da titulo a esta columna: ¿tendremos Presidenta de la República? Al tiempo. Lo que no se puede negar es que este, este es el tiempo de las mujeres. Los sigo leyendo en el correo: jorgeandres7826@hotmail.com.

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