Sale la Virgen con su manto negro y su llanto que limpia con la pureza de amor y la tristeza de haber visto al hijo sufrir y morir.
Lleva la pañoleta blanca para limpiar las lágrimas que corren por sus mejillas y son como sangre que le escurre del corazón.
Recorrerá su camino el recorrido de la Procesión, de la Procesión del Silencio que con sus más de 70 años sigue siendo impresionante para propios y extraños.
San Luis escucha el andar de costaleros, y ve pasar las 32 cofradías que salieron del templo del Carmen, cuando una trompeta dio la indicación de abrir sus puertas.
Madre tu dolor es nuestro dolor, el que mueve la fe de quienes esperan con paciencia, sentados o parados, verte pasar para decirte con la mirada que eres una madre, la de todos nosotros que acompañamos en tu dolor.
Medias Tintas SLP 