Paralelismos
Jorge Andrés López Espinosa
Seguramente Usted ya vio o le platicaron sobre la extraordinaria serie de cuatro capitulos de la cadena norteamericana HBO, que desnuda por completo lo ocurido con Marcial Maciel, padre fundador de la congregación denominada: Los Legionarios de Cristo. Esta es una desgarradora historia de horror, que detalla la vida de un psicópata que abusó sexualmente de cuando menos 60 menores (cifra aceptada), que desde los años cincuentas del siglo pasado contó con la protección de personajes de la alta jerarquia catolica, todo ello gracias a los importantes donativos económicos que Marcial Maciel conseguía con sus benefectores en México, España y Estados Unidos y que le aportaba desde entonces a una iglesia por aquellos tiempos devastada luego de la segunda guerra mundial. Sin embargo, analizando de fondo a este malevolo personaje: pedofilo, drogadicto y perverso, es imposible dejar de señalar que la suya aunque en sentido negativo, es testimonio de una historia de éxito personal, pues Marcial Maciel, fue un niño originario de un pueblito michoacano, víctima de abuso sexual en su infancia, salió de su tierra con un propósito muy firme, convertirse en sacerdote y conformar una congregacion religiosa, la cual a la postre se convertiría en una de las más poderosas del mundo católico. Maciel logró su cometido siendo muy joven, incluso antes de ordenarse sacerdote y lo hizo prácticamente de la nada, empleando su perversa pero innegable inteligencia, así como sus dotes de encantador profesional. Aquí encontramos el primer paralelismo, Ismael “Mayo” Zambada y Joaquin “Chapo” Guzman, ambos personajes al igual que Maciel, gente de campo, con pocas o nulas posibilidades, los tres rompieron sus barreras económicas y lograron montar auténticos imperios, el de Maciel formalmente lícito pero moralmente criminal al menos para sus fines personales; por otra parte el de Zambada y Loera ilícitos en toda la amplitud de la palabra “cártel”. Sin embargo, no deja de resultar fascinante, la forma en que tres personas con extraordiarias capacidades, las utilizaran para fines negativos, pues imaginese Usted amable lector, lo que esas tres mentes brillantes fueron capaces de concebir y materializar, si sus esfuerzos hubiesen tenido un propósito distinto. Un segundo paralelismo lo encuentro en la forma en que finalmente los tres cayeron, en todos los casos una intervención directa o indirecta por parte de los Estados Unidos de América, Marcial Maciel fue evidenciado por reportajes de periodistas norteamericanos que revelaron por primera vez lo que ocurría en su congregación, Guzman Loera llegó a ser la persona más buscada del planeta luego del abatimiento de Osama Bin Laden, se logró su captura y posterior extradición, en el caso de Zambada también apodado el señor del sombrero, traicionado por sus aliados en una aparente coordinación con agentes de los Estados Unidos de America, en un “operativo” que a la fecha no se ha podido explicar con total certeza. Finalmente un tercer y último paralelismo de estas historias lo encuentro en lo que ocurría con Maciel, Guzmán y Zambada, en los tres casos eran secretos a voces la existencia de complicidades que les permitieron por décadas consolidar su poder, pero eran tan temidos e influyentes que nadie en sus círculos se atrevía a tocarlos, en el caso de Maciel ni el mismísimo Papa, con Guzman y Zambada pasaron muchos años y gobiernos para que finalmente fueran capturados y sentenciados. Estos paralelismos, nos dejan una gran enseñanza para aplicarla en tiempo presente, y es que pueden existir personajes aparentemente todo poderosos, que seducen, intimidan, coptan, ejercen el poder de un modo desmedido y hasta demencial, pero más tarde que temprano, el bien y la verdad siempre triunfan; Maciel, Guzmán y Zambada, son testimonio de que el mal nunca es ni será eterno. Los sigo leyendo en el correo: jorgeandres7826@hotmail.com.
