Por Redacción.
El reto para gobernar San Luis Potosí es recuperar la credibilidad de la gente, de los ciudadanos en cada una de las regiones del estado y construir políticas públicas que disminuyan la pobreza extrema, la moderada, la vulnerabilidad por carencias y por ingresos. El rezago educativo, lograr abatir las carencias en acceso a la salud, a la alimentación y acceso a la seguridad.
La propuesta inicial tendrá que convencer al votante de cómo logrará abatir la pobreza extrema y moderada que supera el millón 200 mil personas en la entidad, conforme a los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el censo 2020.
Tendrán que construir una política pública que muestre, no solo en el discurso, sino en la realidad, para que los más de 480 mil habitantes del estado tengan la capacidad para obtener la canasta básica, que la suma de los ingresos familiares les alcance para superar la línea de bienestar.

En materia educativa San Luis Potosí presenta un rezago que supera las 479 mil personas de 15 años o más que no han alcanzado el nivel educativo básico esto significa que no han terminado de cursar la secundaria, lo cual no abona para mejorar su calidad de vida.
Aspecto importante, que no puede quedar en promesas de campaña o en la mención en el discurso, deberá de ser el cómo se abatirán las carencias de acceso a la salud que hoy viven 253 mil 649 potosinos y los centros de atención estén equipados con lo mínimo adecuado para la atención.
Aspecto aparte tendrá que ver la ubicación de esos centros de atención para la salud, que no queden tan lejanos a las comunidades, que permitan un traslado corto y no un camino tan largo que impida llegar con vida a la persona para recibir atención.
San Luis Potosí cuenta con una población de 2,822,255 habitantes, de los cuales el 51.4 por ciento son mujeres y 48.6 son hombres, con una edad media promedio de 29 años, de estos solamente 609 mil 198 personas se encuentran en el índice de ser una población no pobre y no vulnerable.
Ante este panorama los cambios que requiere la entidad para ir por una curva de crecimiento en lo económico, como en la calidad de vida, no se logra a través de dar una dádiva a las personas, sino de construir las políticas y las transversalidades necesarias para que exista un equilibrio social y se logre avanzar en la entidad, es el reto para quien quiera gobernar San Luis Potosí abatir los rezagos de la población.
