Por Redacción.
Cuando hablamos o mencionamos algo respecto a los Derechos Humanos fundamentales se trata de los derechos que todas las personas tienen por existir como seres humanos. Son derechos inherentes a todos, no importa el sexo, el color, el idioma, nacionalidad, etc.
Es en la llamada “Declaración Universal de Derechos Humanos” que adoptó la Organización de las Naciones Unidas en 1948 cuando aparece el documento y es considerado el primero legal que establece la protección universal de esos derechos humanos fundamentales.
El papa Francisco, a través de un video, en su intención de oración del mes de abril dijo que “todas las personas del mundo tienen el derecho a desarrollarse integralmente” y pidió de manera especial por quienes arriesgan sus vidas luchando por los derechos fundamentales.
Expresó con fuerza que “Para defender los derechos humanos fundamentales hace falta coraje y determinación” y subrayó lo importante de “oponerse activamente a la pobreza, la desigualdad, a la falta de trabajo, de tierra, de vivienda, de derechos sociales y laborales”.
Añadió que hay lugares en los que la defensa de los derechos humanos “puede significar ir a prisión, incluso sin juicio. O puede significar la calumnia”, son entornos conflictivos sobretodo, pero los hay de todo tipo.
Fue muy claro al pedir “Recemos para que aquellos que arriesgan sus vidas luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis, para que vean que su sacrificio y su trabajo dé fruto abundante”.
Dijo que estos derechos humanos fundamentales deben ser iguales para todos porque “cada ser humano tiene derecho a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país”.
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