Por Redacción.
“Tenemos que ir sacando al Ejército de las calles. El Ejército no está preparado para esta función”; “Nos va a llevar seis meses para que sea la Policía Federal la que se haga cargo”; “No se resuelve nada con el uso del Ejército y la Marina”, esto decía Andrés Manuel López Obrador respecto a las fuerzas militares en las calles. Pero ¿qué pasó?
Hoy en las calles de nuestro país, en nuestras carreteras, encargados de combatir el crimen organizado, resguardando instalaciones estratégicas, trasladando insumos en la lucha contra la pandemia o a cargo de clínicas y hospitales, construyendo las llamadas megaobras del presidente (tren Maya o el aeropuerto Felipe Ángeles) o vigilando puertos y aduanas, se encuentran la fuerzas armadas de nuestro país: el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
La Secretaría de la Defensa Nacional mantiene fuera de los cuarteles 84 mil 847 efectivos; la Marina participa con 33 mil 050 miembros de su personal y la Guardia Nacional ubica 99,608 efectivos, en los encargos que les ha dado el presidente de la república.
Además de los equipos como los 22 aeronaves de la Fuerza Aérea, 92 aviones y 215 buques de la Armada, más 35 aeronaves de la Guardia Nacional. La fuerza militar desplegada junto a la Guardia Nacional es de 217 mil 505 efectivos en el país.
El ejecutivo federal no solo no cumplió con lo dicho en campaña sino que a través de un decreto que expidió el 2020 dispone la participación de las fuerzas armadas en tareas policiales hasta que él terminé su mandato en el año 2024
En cuanto a la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad creado en este gobierno y que teóricamente depende la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), es una fuerza militarizada que opera bajo la coordinación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para muestra su mando, el comandante Luis Rodríguez Bucio, general en retiro. En las coordinaciones operativas se encuentran un militar, un marino y un civil de la Policía Federal. Para su conformación se reclutaron miembros de la extinta Policía Federal, de la Armada y del Ejército.
Así aquellos dichos de López Obrador respecto a los militares y su regreso a los cuarteles quedaron en eso, en verborrea. Hoy México es un país militarizado, guste o no. Y el crimen no disminuye, al contrario se incrementa, de diciembre de 2018 a los primeros días de abril la cifra superaba los 80 mil 500 homicidios dolosos, en ese mismo tiempo el gobierno de Fox contabilizaba 31 mil 455, el gobierno de Calderón 28 mil 72 y el de Peña Nieto 39 mil 446.
La estrategia ha fallado y México es un país militarizado.
Con información de El Universal, La Otra Opinión, Sopitas.com y WOLA
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