Por Redacción.
La caída del 75% en inversión energética es grave y va a generar daños económicos, sociales, ecológicos y hasta de estabilidad política, aunado a que el país recibió solo 29 mil 79 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) durante 2020, lo que representó una caída anual del 11.7 por ciento en comparación al año anterior.
Si bien una parte de esta reducción se debe a una caída global debido a la crisis sanitaria que se vive, también se debe atribuir a menores inversiones del sector público, pero ha pesado en gran medida la incertidumbre causada por las decisiones de política económica, principalmente en el sector energético.
También es una mala señal hacia los inversionistas que se quiera acumular en una sola persona el Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo. La separación de poderes es la piedra angular de la democracia y también una señal de que es necesario separar al poder absoluto de la corrupción.
El año pasado la industria eléctrica captó 906 millones de dólares de IED, lo que representó una contracción anual de 58.35 por ciento, esta caída se suma a la contracción de 60.87 por ciento observada en 2019.
Lo anterior es el resultado de la incertidumbre y las visiones que permean en el gobierno de López Obrador, esto ha provocado que no se den nuevas inversiones que detonen el crecimiento de la industria eléctrica.
La percepción de que el gobierno no está dispuesto a sujetarse a leyes, sino que antes va a evaluar si a su juicio son justas o no, y en función de ello va a cumplirlas o no, puede crear la sensación de que muchas inversiones están en riesgo, apreció el director editorial del Financiero, Enrique Quintana, en su columna coordinadas.
Con información del Financiero, El economista y Forbes
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