Por Tinterillo
Dentro de casi dos semanas México se juega su camino de seguir por la democracia o irse por la ruta marcada desde palacio nacional, el autoritarismo. 21 mil cargos de elección se juegan el 6 de junio, ya sea para gobernador, diputados federales, locales, presidentes municipales.
Podremos participar 93.5 millones de mexicanos, votantes en potencia, quienes lo hagamos elegiremos, en 15 entidades gobernadores, 30 congresos estatales y 1923 ayuntamientos.
Nos jugamos la vía democrática o bien nos mantenemos por donde nos ha querido llevar este gobierno, el autoritarismo, las decisiones unilaterales y la destrucción de las instituciones.
Hay desde palacio de gobierno y reconocido por el presidente de la república, una intromisión electoral, lo que deteriora la democracia, pues desde el ejecutivo no se respeta la veda electoral
Preocupa y nos debe de ocupar, la reflexión para emitir nuestro voto el próximo 6 de junio. Así como el que desde un templete matutino, un día y el otro también, se ataca o se ha denostado a los Consejeros Electorales del Instituto Nacional Electoral y se les acusa de no ayudar a la democracia sin una sola prueba.
Con el INE las elecciones no las hacen las autoridades, ni el mismo Instituto de manera individual, sino que en ellas participamos todos los ciudadanos, todos votando, otros como funcionarios de casilla, quienes además contabilizan los votos, y son vecinos, conocidos, ciudadanos, pues.
La democracia es mucho más que un voto en la urna, implica instituciones respetuosas de la ley y de la crítica, apego irrestricto a los principios de imparcialidad y equidad.
Pero desde palacio nacional se pretende, a través de un discurso lleno de falacias y mentiras, señalar un fraude y acusar a la autoridad electoral, como un preámbulo para deslegitimar el proceso al término de la jornada y por tanto los resultados.
La lucha de la llamada izquierda y derecha en nuestro país para ir consolidando la democracia – aún frágil – se ve desfondada por una voz que pretende ser la única que emite la verdad, debemos entonces exigir que la autoridad presidencial saque las manos de la elección, que recuerde que fue electa por la institución que hoy denigra.
Las elecciones no las hace una sola instancia, las hacemos todos los ciudadanos y desde su nacimiento, antes IFE hoy INE, ha madurado hasta confirmarnos que es un árbitro confiable que puede ser mejor, sin duda, pero por el momento es con lo mejor con que contamos. Es el tiempo de elegir, democracia o autoritarismo-dictadura.
Medias Tintas SLP 