Por Daniela Lozoya Reina.
El periodo vacacional escolar más largo del año, es decir las vacaciones de verano ya están prácticamente aquí. Algunas escuelas públicas y privadas en el Estado han decidido dar por concluido el ciclo escolar -aunque oficialmente le restan algunos días- y dar paso al periodo de descanso.
Las escuelas que estaban en condiciones tanto de infraestructura como de recursos humanos para regresar de forma presencial, lo hicieron. Realizaron todas las adecuaciones a sus espacios, infraestructura y capacitaciones para cumplir con los requisitos y protocolos que establecieron las autoridades educativas y de salud.
El reto es ahora para los padres de familia –nuevamente- en el sentido de tener un plan para pasar este periodo de dos meses sin actividades escolares y en algunos casos sin una rutina para el día a día.
Si bien, la pandemia derivada de COVID 19 aun no desaparece y sigue presente, a diferencia del año pasado, al día de hoy ya hay diversas actividades y campamentos de verano para que los niños y niñas asistan de forma presencial, con esto se da un paso más a la normalidad que vivíamos hasta marzo de 2020.
Los niños tendrán dos meses para realizar actividades diferentes a las escolares y tendrán la oportunidad de adentrarse nuevamente a la socialización con sus iguales en diferentes actividades y espacios propios de su edad y sus intereses sin olvidar seguir cumpliendo los protocolos sanitarios para evitar la propagación del virus.