Por redacción.
La titular de la secretaría del Trabajo Federal Luisa María Alcalde tuvo que intervenir y suspender la votación para terminar de anular el proceso electoral que se realizaba en la planta de General Motors, en Silao Guanajuato y que definiría la titularidad del contrato colectivo entre la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y una disidencia vinculada a Napoleón Gómez Urrutia.
Dentro del proceso se observaron diversos actos de violencia e intimidación para impedir el voto, además de grupos de personas ajenas al sindicato y por otra parte se impidió que los trabajadores recibirán un ejemplar del contrato colectivo de trabajo que habrían de legitimar, por lo tanto no sabían qué estaban votando. Además, se impidió la participación de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, de notarios y observadores.
Desde el mes de abril se había documentado el robo y destrucción de boletas y no se entregaron 3 mil 435 votos emitidos. También se destruyó el local sindical, todo esto fue documentado por la representación comercial de los Estados Unidos.
La planta de General Motors, ubicada en Silao, Guanajuato, aseguró que el charrismo sindical va contra las reglas del T-MEC, lo que provocó un choque entre los gobierno de EE.UU. y México. Por lo cual se llevarán a cabo elecciones y determinar el contrato colectivo a cuál de los sindicatos pertenece, avalado por la mayoría de los trabajadores de la planta de GM en Silao Guanajuato.
La nueva convocatoria para elecciones, a la cual llamó la secretaria Alcalde, será vigilada por el Instituto Nacional Electoral, y asistirán observadores de la Organización Internacional del Trabajo quienes avalarán el proceso para que los Estados Unidos no impongan sanciones.
Aquí en San Luis Potosí rezaría el refrán: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
Con información de Político.mx
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