Por Pablo Neruda
Eran las siete y media del otoño y yo esperaba no importa a quién. El tiempo, cansado de estar allí conmigo, poco a poco se fue y me dejó solo. Me quedé con la arena del día, con el agua, sedimentos de una semana triste, asesinada.
Por Pablo Neruda
Eran las siete y media del otoño y yo esperaba no importa a quién. El tiempo, cansado de estar allí conmigo, poco a poco se fue y me dejó solo. Me quedé con la arena del día, con el agua, sedimentos de una semana triste, asesinada.