SAN LUIS POTOSÍ HACIA UN ESTADO DE PERSONAS ADULTAS MAYORES PARTE 1

Por Claudia Gómez Montealvo.

En menos de una década, la población del Estado de San Luis Potosí, oscilará en su mayor parte de personas adultas mayores. 

Si bien, es parte del ciclo de vida, es conveniente tener en mente que las necesidades de cada sector de la población son distintas. 

De acuerdo con datos de proyección de población realizados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) la población de San Luis Potosí en el año 2030 será de alrededor de 3 millones.

Asimismo, en el Diagnóstico del Envejecimiento Demográfico en el Estado de San Luis Potosí elaborado por el Consejo Estatal de Población (COESPO) Se espera que para el año 2030 haya poco más de 448 mil personas de 60 años y más en el Estado. 

El proceso de envejecimiento de la población de San Luis Potosí registra un comportamiento diferenciado en los municipios que lo integran. 

Mientras que San Nicolás, Lagunillas y Armadillo presentan datos superiores al 20 por ciento de población de 60 años y más en el total de sus habitantes, Soledad, Zaragoza, Villa de Reyes, Matehuala y Villas de Arista presentan cifras inferiores al 10 por ciento. Se estima que el mayor crecimiento se presentará en el grupo de 60 a 69 años hasta el año 2025, posteriormente se trasladará al rango de edad de 70 y más.

Además, otro dato interesante es que las mujeres predominan entre las personas adultas en el Estado. 

Con este contexto y proyecciones debemos prevenir las necesidades a las cuales tanto como sociedad y gobierno nos enfrentaremos en menos de una década, cuestiones tan importantes como la salud e ingresos serán una prioridad inmediata que atender en beneficio de este sector, ambos temas de análisis para lo que hoy la presente escribe. 

Para el año 2015 se identificaba que el 91.4 por ciento de personas de 60 años y más son derechohabientes de algún tipo de seguridad social. Respecto a la institución de derechohabiencia, después del Seguro Popular es el IMSS quien tiene el mayor porcentaje de personas adultas mayores afiliadas.

Sin embargo, no es solo cuestión de afiliación a alguna de estas instituciones, también es materia de la atención que se brinda a este sector, incluyendo que cuenten con el acceso a las medicinas. 

Por otra parte, la cuestión de los ingresos es algo preocupante, independientemente de los beneficios de algunos programas sociales federales, estatales y municipales, pues estos no cubren al 100 por ciento las necesidades de este sector. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) se identificó a finales del año 2015 que 124 mil 363 personas mayores de 60 años se encontraban ocupados en alguna actividad económica, así, de cada 100 personas mayores de 60 años del Estado, 36 realizan una actividad por la cual reciben una remuneración. De este total de personas adultas mayores que trabajan, el 71 por ciento son hombres y el 29 por ciento mujeres. 

En este sentido, habría que analizar el ingreso total y el tipo de trabajo que tienen las personas adultas mayores, pues si de 100 personas sólo 36 perciben una remuneración, el resto ¿a qué se dedica o cómo sobrevive? 

Además, hay que considerar el estado civil de estas personas adultas mayores que para el 2015 siete de cada diez hombres de 60 años y más se encuentran casados y el 6.6 por ciento se encuentran viviendo en unión libre; para el caso de las mujeres adultas, se observa que aproximadamente 5 de cada 10 están casadas, mientras que en unión libre el porcentaje es menos de la mitad de los hombres con un dato de 3.0 por ciento. 

Como resultado de la mayor mortandad y menor esperanza de vida en los hombres adultos mayores, se identifica un 35.8 por ciento de mujeres viudas, contra un 14.3 por ciento para los hombres en esta situación.

El asunto no es fácil, es complejo y complicado, aclarando que solo estamos analizando 2 rubros, la salud y los ingresos. 

Son 2 rubros que se ponen sobre la mesa de diálogo y como parte de las estrategias integrales para cualquier agenda gubernamental.  Con la espera de visión a futuro, donde no solo se piense en lo que en el inmediato plazo hay que atender, sino en la prevención, porque en el caso de las personas adultas mayores, desde otros rangos de edad, brindaríamos mejores condiciones de vida, desde una mejor pensión, un mejor sistema de salud para un retiro y digno disfrute de lo que es la vejez. 


Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política,  Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C. 
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación. 


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