SAN LUIS POTOSÍ HACIA UN ESTADO DE PERSONAS ADULTAS MAYORES

-PARTE 2-                    

Por Claudia Gómez Montealvo.

Continuando con el tema de las necesidades e implicaciones que conlleva que para el año 2030 haya poco más de 448 mil personas de 60 años y más, es decir en menos de una década el Estado de San Luis Potosí será una entidad con población vieja de acuerdo a proyecciones de población realizadas por el CONAPO, seguimos con el análisis de las necesidades que a corto plazo hay que cubrir para este sector de la población, en este caso abordaré el rubro del empleo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2015, el 36.4 por ciento de las personas adultas mayores del Estado se encuentran económicamente activas, es decir trabajan o buscan trabajo, mientras que el 63.6 por ciento se consideran no económicamente activas.

Es decir 124 mil 363 personas mayores de 60 años se encontraban ocupados en alguna actividad económica, así, de cada 100 personas mayores de 60 años del Estado, 36 realizan una actividad por la cual reciben una remuneración. Por lo tanto 3 de cada 10 personas adultas mayores trabajan.

De este total de personas adultas mayores que trabajan, el 71 por ciento son hombres y el 29 por ciento mujeres.

Además del total de esta población con datos del 2015 el 36% percibía un salario mínimo y el 17.8 % recibía más de 1 hasta 2 salarios mínimos; el 8.7% más de 2 hasta 3 salarios mínimos y el 5.7% más de 3 hasta 5 salarios mínimos.

Ahora bien, la ENOE identificó que el 18.6 por ciento de personas mayores en el Estado se encuentra pensionados o jubilados, de los cuales, el 41.6 por ciento corresponde a hombres y el 7.4 por ciento a mujeres.

Con estas cifras podemos concluir que, si bien de estas 3 de 10 personas adultas trabajan, la mayoría de estas perciben una remuneración precaria para poder solventar sus necesidades, además la mayoría de las personas adultas que laboran son hombres porque las mujeres en su mayor parte se han dedicado a actividades domésticas y al cuidado de los hijos. Por lo que la mayor carga económica y sustento familiar recae en el hombre adulto mayor.

Similar situación para los pensionados y jubilados que en su mayoría son hombres y que reciben remuneraciones mínimas por tantos años de trabajo.

Con este escenario tan austero y limitativo, para que las personas adultas mayores puedan alcanzar el estado del bienestar es necesario e inmediato generar mejores políticas económicas que dignifiquen la vejez, que cualquier ser humano que llegue a esa edad tenga una pensión digna que le permita cubrir sus necesidades tanto económicas como sociales, que tenga tiempo para el esparcimiento y gozar de los frutos de su trabajo, que tenga un hogar donde vivir, alimentos y acceso a los servicios de salud.

Urge una política integral e inclusiva que prevea todos los escenarios a los que se enfrenta el ser humano en esta etapa, a fin de que ningún adulto tenga carencias, que no sea una carga económica para sus descendientes y tampoco sufra maltrato por estos. ¡Que se sienta vivo y con ganas de disfrutar cada día de su existencia!


Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política,  Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C. 
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación. 


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