NO SABE NO ENTIENDE AGREDE A UN PAÍS  DESDE SU TEMPLETE Y MARCELO BRILLÓ POR SU AUSENCIA

Por Tinta Oscura.

Ante las críticas vertidas por López Obrador, el presidente de Panamá Laurentino Cortizo expresó su respaldo a su canciller, Erika Mouynes, una abogada de 44 años con maestrías de la Universidad de Nueva York y Berkeley, reconocida por sus posiciones progresistas y feministas, a quien López Obrador la ubicó como inquisidora.

Con todo el decoro protocolario, como lo indican las formas y se entienden los fondos de la diplomacia, Mouynes fue muy clara respecto a la propuesta de México para designar como en embajador en su país a Pedro Salmerón: “Desde que fuimos notificados de la designación, la cancillería panameña manifestó su postura a la mexicana por los canales diplomáticos que corresponden”. No dijo más, no se requería, se entendió claro que Panamá no quería a un acosador.

Al ser rechazado Salmerón, debido a las acusaciones que en su contra existen por acoso sexual, tanto de estudiantes del ITAM, de la UNAM y hasta de su partido Morena, López Obrador comentó desde su mañanera que «lo propusimos (a Salmerón) para embajador en Panamá y, como si fuese la Santa Inquisición, la ministra o canciller de Panamá se inconformó».

 Ante lo expresado por López Obrador, lejos de todo respeto diplomático a la decisión libre de un país, el presidente panameño salió al quite de su encargada de las relaciones exteriores de su país, y  dijo Cortizo «La canciller de Panamá es una gran profesional, tiene todo mi respaldo y todo mi respeto». 

Y agregó el presidente panameño que «la decisión del presidente de México, es decisión del presidente de México, la decisión de Panamá es decisión de nosotros. Nosotros decidimos si aceptamos o no a un embajador, así como ellos decidieron aceptar el de nosotros, que es muy buen embajador».

Para rematar con «El respeto se gana, y eso es lo que nosotros exigimos, tanto del presidente de México como de cualquier otro país. Nosotros somos respetuosos, y esperamos lo mismo de cualquier otro país», así de claro no se puede más.

Ahora el habitante de palacio nacional propuso a Jesusa Rodríguez, seguidora ciega de él y senadora suplente, considerada como impetuosa y buena actriz, pero sin conocimiento alguno de lo que se requiere para llevar los asuntos diplomáticos.

Pero ante todo este lío y falta de tacto del gobernante mexicano emerge la pregunta respecto al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcel Ebrard, ¿dónde está Marcelo?, silencio no ha dicho nada, frente a la ignorancia de su jefe, bueno y un consejito por lo menos, no. Pues nada, solo el brillo de su ausencia.

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