DERECHOS HUMANOS Y POLÍTICAS PÚBLICAS

Por Lesly Ita Andehui Meléndez.

La cultura de la cancelación, la fotografía y nota “roja”, el número de desplazados por la guerra, la cuantificación de desaparecidos y feminicidios, han dejado a un lado al ser humano, a su sentir y su dignidad. Cada vez es más común observar quien desde el anonimato, lanza feroces juicios desde la comodidad de su celular, no existe la reflexión previa, entre más obsceno y lleno de rabia estén escritas las palabras plasmadas en Twitter, Facebook o Instagram, mayor número de seguidores. Como dicen por allí “el morbo vende”, pero que tan responsables somos de lo que dejamos plasmado en redes sociales, lo dejo para la reflexión.    

Hace algunos días en un Taller de periodismo cultural, un ponente lanzo el reto de imaginar una nota periodística en el contexto del acontecer mundial, me aventuré a exponer la lamentable guerra en Ucrania y en contrapuesto la potencialidad de creación de Leonora Carrington. La destrucción y la construcción, la devastación antagónica a la edificación. Cada quien tomara partido y acción según su punto de vista, sin embargo, en medio de la vorágine urbana, librando poco a poco la pandemia y recordando a las miles de personas que han perdido la vida a causa del Covid o de aquellos que han sido víctimas de la otra pandemia: la violencia. Es oportuno hablar de los derechos humanos, una palabra desconocida para muchos, mal interpretada por otros y difícilmente utilizada en la vida pública. Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión o lengua. Son derechos interrelacionados, interdependiente e indivisibles.      

Regresar y recuperar el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, no es la regresión a una sociedad puritana que esconde debajo del mantel la barbarie de actos nocivos para la comunidad. Al contrario de algunos detractores de los derechos humanos como norma universal, son estos derechos, los que impulsan la construcción de una sociedad más humana que comienza por la dignidad de los individuos. Como dicta artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

El Estado es responsable de ejecutarlo a cabalidad, dentro del orden jurídico nacional en la Constitución Política, tratados internacionales y las leyes, e impulsar una política pública acorde a este principio básico dentro de un territorio, en algunos casos podemos observar el manoseo político de los derechos humanos en el discurso, sin embargo, el derecho humano permea toda construcción social, desde el Estado a la sociedad, en la convivencia diaria con el vecino, los hijos, el compañero de trabajo, no es un concepto o definición ambigua, los derechos humanos y la dignidad humana es una acción. Como lo argumenta la segunda ola del feminismo “lo personal es político” en donde se pone énfasis en la conexión personal y las estructuras sociales y políticas. 

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. El Estado asume las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás (Fuente: CNDH, México, https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/que-son-los-derechos-humanos). 

Los derechos humanos son iguales y no discriminatorios y son tema central de las convenciones internacionales, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas. En el caso de México aún falta la ratificación o adhesión a algunos convenios: Convention on the Rights of the Child :1753, el cual no se ha ratificado desde el año 1990, Optional Protocol to the Convention on the Rights of the Child on the sale of children, child prostitution and child pornography :1753, no ratificado desde 2002,   Optional Protocol to the International Covenant on Civil and Political Rights :1753 y Optional Protocol to the Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women :1753, Ambos no ratificados desde el 2002, Optional Protocol to the Convention against Torture and Other Cruel, Inhuman or Degrading Treatment or Punishment :1753 (No ratificado desde el 2005), Second Optional Protocol to the International Covenant on Civil and Political Rights, aiming at the abolition of the death penalty :1753, Convention on the Rights of Persons with Disabilities :1753, Optional Protocol to the Convention on the Rights of Persons with Disabilities :1753, los cuales no han sido ratificados desde 2007. Y convenios a los cuales México, no ha tenido adhesión Optional Protocol to the Convention on the Rights of the Child on a communications procedure :1753  y Optional Protocol to the International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights :1753. (Fuente: United Nations, Human Rights, https://indicators.ohchr.org/) 

El análisis de las políticas públicas en nuestro país y las problemáticas a las que se enfrentan, podemos observar que hace falta instrumentos rectores que permeen todos los ámbitos y espacios públicos, que a su vez alineen las metas y acciones de la política social a fin de que sean de calidad y con ello se garantice el uso eficiente y eficaz de los recursos públicos y la transparencia en la rendición de cuentas. De lo contrario, seguiremos observando en nuestras sociedades acciones discriminatorias y de violencia, es decir, los derechos humanos y la dignidad vulnerados.