EL ES LA LEY

Por TintaOscura

Un hombre que día con día mienta, que se le ve cansado, fastidiado, fatigado, hasta enfermo, que niega con una simplicidad los hechos ciertos, los números, la realidad, con solo decir “yo tengo otros datos” y que se sale cuando se le demuestra su gobierno es corrupto con “no somos los mismos”.

Un personaje que puede decirles a los ministros “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley” y por tanto viola las leyes, la primera la que juró respetar, la Constitución, por tanto la electoral es la menos importante, porque aplica la máxima de los tiranos, de los dictadores: “yo soy la ley”.

De igual forma desde palacio nacional han salido ocurrencias de acciones que a nadie benefician, solo a él, a su “ego”. Así propuso la revocación de mandato y ahora movilizó a todo el aparato estatal para realizarlo y lograr sus fines.

No le importó mandar a su secretario de gobernación a visitar a los gobernadores afines para que ellos movilizaran a las huestes, al costo que sea, para que éste domingo 10 salieran a votar por lo que nadie pidió. Que se vaya o que se quede. Y si nadie lo pidió, solo López Obrador, no debería de haberse realizado, pero hizo todo para que se hiciera.

La promoción de lo mal se denominó “revocación de mandato”, estuvo llena de violaciones a las leyes, a las normas, con un discurso de mentiras, abusos, trampas de todo tipo, tamaño y sabor.

Y así fue que la “corcholata” ya destapada eligió un el monumento a la revolución para un mitin de apoyo a su reforma eléctrica, pero más fue una convocatoria de apoyo el 10 de abril a López. Igualitos a los de antes, a los que dice que ya no son iguales, no ya los superaron. El  acarreo, la torta los 50 pesos, el refresco y la cartulina que quien la porta no sabe ni de qué le hablan. Peores que los de los 60 o 70.

Así su amigo, al que puso en gobernación y a quien se le ven más patas para el 24 que a la destapada, Adán Augusto, a cuyo padre se dice le debe López Obrador no haber quedado como culpable cuando se le involucró en un accidente familiar, donde falleció un cercano. Entonces lo manda a la negociación, a la exigente solicitud para que se apoye el 10 de abril, como lo hizo después de en la Suprema Corte con lo de la ley eléctrica.

Y todo esto para qué, pues sencillo, para golpear al Instituto Nacional Electoral, debilitarlo, todo con vistas al 2024. Al igual que el acarreo, como ensayo para dentro de dos años, por eso la movilización de todo el aparato estatal.

Igualito que en los 60, 70 y hasta los 80, cuando el partido en el poder dominaba todo, que es lo que añora el habitante de palacio. Su odio a la democracia, a la ley lo obligan a mentir, engañar día con día y pretender que en el país  no hay masacres, que la ineptitud en salud ha provocado que no se cuente con medicamentos, que el país no crezca, que la inflación no la pueda controlar y así donde se le busque el fracaso es el signo de la 4T, la corrupción de la familia del presidente y sus secuaces.

El ensayo que aconteció este 10 de abril no es otro que lo que pretende hacer para junio del 24, donde el INE este en sus manos, donde la ley no se aplique y reine la ilegalidad de su dictadura.

Y en el horizonte se escuchó la voz joven que preguntaba “Y la democracia y las leyes” y por respuesta un sonido que intentaba articular palabras, pero que solo se entendió “soy yo”.

Y es que López tiene razón “no son iguales”, son peores. Por eso dijo “no me salgan con que la ley es la ley”.


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