LA REGRESIÓN GUINDA

Por Claudio García.

México vive un proceso de regresión política con morena, el retroceso económico es hoy una realidad con una inflación superior a 8 puntos, en los social se suman a la pobreza del país 5 millones más de personas y en lo político, después de la muestra en su elección de representantes y delegados, nos remiten a los años 60 y 70, cuando la hegemonía era el PRI.

Día tras día, mañana tras mañana, de lunes a viernes aparece el líder moral y fundador de morena, quien desde hace más de tres años habita en Palacio Nacional llamando a todo aquel que no esta de acuerdo con sus dichos y las acciones imperiales que asume, que es su enemigo, conservador, neoliberal, que integra la mafia del poder, o es fifí.

Pero no plantea en concreto cuál es el proyecto de país que quiere, solo podemos saber que “primero los pobres”, que el tiene “otros datos”, que “no somos iguales”, que “el país es otro”. Pero en concreto nada que muestre políticas públicas congruentes con la realidad del país.

Y si la cabeza no sabe, pues menos sus “corcholatas”, o al menos no lo han expresado todavía, quizás por temor al enojo, molestia de su guía, de su pastor o bien porque no las tienen.

Pero lo concreto fue lo que se pudo observar entre sábado y domingo en las elecciones morenistas para delegados y representantes, todo pasó como en aquellos años donde el acarreo -carrusel-, compra de votos, amenazas, quema, robo o relleno de urnas, reparto de dinero, torta y refresco, golpes, igualito a esos tiempos de hegemonía o caciquismo político de aquel PRI, hoy se llaman morena.

Para poder actuar así, con la impunidad y el descaro es que no quieren al Instituto Nacional Electoral, para poder imponer su fascismo, su autoritarismo, que impere su voz y no existan otras, porque sin leyes ellos son la ley y junto con ellos su guía, su pastor y para otros el ídolo. Así es la regresión guinda.

Así son, así viven, así actúan, así traicionan y entre ellos mismo se apuñalan. Es el viejo PRI utilizando los recursos del estado para amedrentar, amenazar y perseguir a sus opositores, es la voz del emperador con el “no le muevan ni una coma” a sus proyectos de reforma constitucional, porque es un dictador, un tirano. Y así como ha dividido a los mexicanos también lo ha hecho con su partido, donde más parecen perros y gatos en un costal.

Lo que se vivió el pasado fin de semana fue la realidad de la manzana que nació podrida, que se formó de la escoria que abandonó por soberbia ideales y amistades, militancia y compromiso, para caer en las garras del más soberbio de todos y vivir en un partido político o lo que sea, en una jaula del todos contra todos. Eso que vimos es lo que heredaremos como maldición por no cuidar la incipiente democracia que llevábamos.

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