
Por redacción
Sin duda lo que día tras día nos dice López Obrador para que el “pueblo bueno “ se lo crea y repite sin parar, son su mega obras como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles de la refinería de Dos Bocas.
El llamado AIFA es hasta hoy un aeropuerto con poco tránsito, terminal aérea que ni el propio López Obrador utiliza, aunque les pida a los presidentes de otros países que aterricen en su pista. El Felipe Ángeles movilizó en noviembre del año pasado cerca de los 200 mil pasajeros, mientras el de la Ciudad de México llegó a los 4 millones 176 mil pasajeros. Esto deja pocos ingresos en el nuevo aeropuerto, por lo cual tiene que ser subsidiado con fondos públicos.
El tren Maya, el proyecto que el presidente ha mencionado cientos de veces y que sin duda es el emblema de su administración, con cerca de mil 500 kilómetros de vías férreas, con una inversión final de probables 20 mil millones de dólares, el triple de lo que originalmente se había calculado y que ha generado no solo conflictos económicos sino sociales y ha destruído una gran parte del ecosistema de la zona, sobretodo el llamado tramo 5, que va de Cancún a Tulum. López Obrador ha dicho que la inauguración será en diciembre del presente año.
Otro más de sus proyectos considerados prioritarios o insignias es la refinería de Dos Bocas, en Tabasco. El nombre que se le ha dado es refinería “Olmeca”, cuyo costo se ha disparado hasta los 18 mil millones de dólares, cosa negada desde el púlpito presidencial, cuya cifra la asienta en en 13 mil millones de dólares.
A principios del mes de diciembre del año pasado el Diario El País publicó una información en donde, en el caso de Dos Bocas el presupuesto que le dieron para 2022 fue de 47.200 millones de pesos. Y en el paquete de 2023 calcula que los recursos cerrarán en 153.600 millones de pesos. Tres veces superior al costo inicial.
En cuanto al Tren Maya, originalmente, para el proyecto estaba aprobado un presupuesto de 62.942 millones de pesos, pero conforme avanzó el tiempo, los costos (extras) fueron aumentando. De hecho, el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados analizó y desglosó estas ampliaciones. Al final, los costos rebasan los 95.000
millones de pesos del erario.
A su vez, el informe del CEFP identificó que dentro de este proyecto hay otros tres estudios adicionales y que también se están ejerciendo recursos para sus trabajos, se trata de estudios sobre la construcción de la obra, el diseño de los polos de desarrollo o el largo de la ruta y de un programa de adquisiciones para reubicar los asentamientos humanos en
el dercho de vía. Estos estudios han necesitado más de 109 millones de pesos.
