SOR JUANA, UN DISCURSO DE REBELIÓN

Por Redacción.

Juana Ramírez de Asbaje, su fecha de nacimiento no es clara aún, si fue el 12 de noviembre de 1651 o de 1648, aunque Octavio Paz señaló como “casi seguro” el año de 48.

A corta edad, desde los tres años, Juana quería saber los que los libros decían, quería entender, quería aprender, los quehaceres de la casa  como coser, bordar, limpiar, trapear, no era lo suyo, ella quería leer.

Mostró carácter y rebeldía, pero sobretodo indignación porque las mujeres no podían ir a la universidad, fue a los seis o siete años cuando le dijo a su madre que quería ir a la universidad, que se vestiría de hombre.

Expresión que narró en Respuesta a Sor Filotea;  “Oí decir que había universidad y escuelas en que estudiaban las ciencias, en México; y apenas lo oí cuando empecé a matar a mi madre con instantes e importunos ruegos sobre que, mudándome el traje, me enviase a México, en casa de unos deudos que tenía, para estudiar y cursar la universidad”.

No le quedó otra alternativa que refugiarse en la biblioteca del abuelo.

Durante toda su vida Sor Juana Inés de la Cruz “estuvo movida por la voluntad de penetrar al mundo del saber, un mundo masculino” confirma Octavio Paz, por esa pasión que tuvo  por el conocimiento, estuvo siempre ansiosa de comprender el universo.

De esta manera fue como Sor Juana desafió los modelos masculinos del saber y que dentro de “sueño” lo  expresa, deja ver con claridad que en su siglo, XVII, no se admitían los procesos femeninos intelectuales.

Sor Juana es para los estudiosos la mente, la generadora de las ideas, que expresa en su escritura la formación de una nueva identidad femenina y distinta a lo masculino, sobretodo en el estudio. Cuestiona el pensamiento del momento para formar una identidad distinta, de los escritores españoles  de su época, que deja plasmada en “Primero Sueño”: “una identidad femenina y criolla”. Sor Juana quebranta la condición femenina, viola, desobedece la norma impuesta de la condición femenina y se adentra en el conocimiento para convertirse, como diría Paz en “feminista”.

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