HIPÓDROMO POLÍTICO

CARLOS CORTÉS GARCÍA.

Hoy San Luis Potosí está preocupado por lo que hace 5 años preocupaba a los tamaulipecos: la inseguridad en las calles que se traduce en homicidios dolosos en todas las latitudes del estado, incluyendo crímenes en agravio de personajes destacados de la comunidad.

Entre ellos, Julio César Galindo Pérez, presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana en San Luis Potosí fue asesinado a balazos el pasado lunes.

El dirigente empresarial recibió tres impactos de bala y fue trasladado por particulares a un hospital de la localidad para recibir atención médica, donde falleció.

Fueron dos sujetos armados quienes agredieron a Galindo Pérez en Lomas Segunda Sección, al poniente de la ciudad, una colonia de clase media-media alta.

El empresario se encontraba en una vulcanizadora hasta donde llegó una camioneta pick up con varios individuos, quienes le dispararon en al menos tres ocasiones.

También, la tarde de este miércoles, sólo dos días después de perpetrado el homicidio del líder empresarial, fue asesinado Rodrigo Sánchez Flores, candidato del PRI a la alcaldía de Tamazunchale, en la huasteca potosina.

Sánchez Flores acababa de salir de prisión por el delito de homicidio calificado. El excandidato fue atacado y la Fiscalía de la entidad ya investiga su fallecimiento.

El precandidato del PRI viajaba en un vehículo con una mujer de nombre Miriam «N» y otra persona aún sin identificar, cuando fueron emboscados en el poniente de la Ciudad, en el camino a la Presa San José.

¿Son todos? Por supuesto que no, pero son los más “sobresalientes” en los últimos días. Es urgente que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí investiguen y hagan públicos los nombres de los autores materiales e intelectuales, así como los motivos que los orillaron a terminar con la vida de ambos personajes.

La sociedad potosina está preocupada, nerviosa, y lo peor que podría sucederle a San Luis es lo que le ocurrió a Tamaulipas en el año 2010: el asesinato, cobarde y absurdo, del candidato a Gobernador, Rodolfo Torre Cantú, el hombre que estaba enfilado a gobernar el estado, que las encuestas daban como ganador con una diferencia abismal con respecto a su más cercano competidor, un daño irreparable para Tamaulipas.

Hoy el Gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, tiene que aplicarse, lo que no ha hecho en los últimos seis años. Carreras tiene que garantizar una elección en paz y ordenada y una transición tersa, sin sobresaltos, sin sustos, sin preocupaciones para la sociedad potosina. De lograrlo, podrá irse tranquilo de la oficina principal del Palacio de Gobierno. Es un reto enorme el que tiene el actual mandatario. Los que conocemos la historia de San Luis, sabemos que la sociedad potosina es muy exigente, de armas tomar, y el gobernador tiene que estar vigilante de que las cosas caminen en paz.

De no hacerlo, los potosinos van a recordar al Gobernador Carrera no por sus buenas acciones, sino por las omisiones en este último periodo, periodo clave para la consolidación de su gobierno. ¿Lo logrará? Ya veremos.

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