Por Claudia Gómez Montealvo.
Una de las formas más significativas de cambiar la perspectiva que tenemos sobre lugares, gente y su cultura es sin duda, viajar.
El recorrer cualquier lugar, provincia, municipio, isla, distrito, localidad etc., es una experiencia única para todo ser humano, no importa la cantidad de dinero y tiempo que inviertas en un viaje. Lo importante es disfrutar, conocer gente y darse cuenta por uno mismo de la diversidad de culturas y bellezas del mundo.
De niña siempre soñé con viajar por el mundo, he sido afortunada, al tener el privilegio de hacerlo, he visitado desde los lugares más exóticos, aquellos llamados del primer mundo, hasta lugares donde llegar a ese espacio resulta una odisea.
Lo mejor de viajar, es el conocimiento que se adquiere, el comparativo que haces de un lugar a otro, las relaciones que estableces con las personas que conoces en el trayecto, ya sea con los oriundos, viajeros o migrantes que por diversas razones llegan a coincidir contigo en el trayecto.
Decía Émile Zola, “Nada desarrolla tanto la inteligencia como viajar”, ¡Así es! adquieres conocimiento, pero también es una de las mejores terapias, alivia a liberar el estrés y por lo tanto, mejora nuestra salud.
Uno de los viajes más enigmáticos, que cambió totalmente mi perspectiva fue un recorrido alrededor de varios lugares de Egipto, era impresionante ver y escuchar a infantes de 10 a 12 años trabajar como guías y hablar varios idiomas de una manera fluida, no iban a la escuela, pero por necesidad habían aprendido los idiomas para llevar unas monedas a casa.
También, en ese viaje conocí a una chica oriunda del Cairo, su español era perfecto, era una mujer estudiada, honesta y muy expresiva.
Con ella mantuve muchas conversaciones sobre el papel de las mujeres en su país; no era una chica que contara con muchos recursos económicos, pero con voluntad había estudiado Literatura en la Universidad Americana del Cairo. Ella me brindó un panorama totalmente distinto del papel que desempeñaban las mujeres del Cairo, de sus usos y costumbres.
Lo mejor del viaje, fue que siempre me sentí segura, nunca fui agredida o señalada, constantemente las recomendaciones por amigos extranjeros eran en el sentido de cuidar mi integridad porque era mujer, en un país peligroso.
Todo lo contrario, siempre prevaleció el respeto en todos los lugares y personas con las que conviví. En una ocasión en el metro, por error me subí al vagón de los varones, el asunto no pasó a mayores, nadie dijo nada, no me hicieron sentirme incomoda. También recorrí muchas calles fuera de la zona turística y nunca sentí alguna sensación de temor o inseguridad.
De este mágico viaje, aprendí que; para conocer verdaderamente un lugar, tienes que sentir su gente, convivir con ellos, comer sus platillos, observar cómo se desarrolla la ciudad.
Como alguna vez escribió Mark Twain, “Se tiene que viajar para aprender”. El viajar no es solo visitar edificios o museos, es valorar a su gente, entenderla, comunicarte, aunque no hablen el mismo idioma, ya que una sonrisa o un gesto de agradecimiento serán igualmente valiosos.
Antes, durante y después del trayecto desarrollas una sensación de felicidad, de gusto e inquietud por lo nuevo, lo desconocido, ningún libro sobre viajes o video te hará sentir lo mismo que el estar viviendo esa aventura por ti mismo.
Viaja solo, con amigos, con la familia, no pares… que las cosas materiales no te dominen, no tienes que hospedarte en un hotel lujoso o tener el mayor presupuesto, no importa a donde vayas, tampoco interesa la edad, lo importante es la determinación de experimentar nuevas sensaciones…conéctate con la naturaleza, con la gente y vuelve a vivir.
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
Medias Tintas SLP 