NI HIPÓCRITAS NI INDIFERENTES ANTE EL CRIMEN POR ABUSO SEXUAL COMETIDO POR MIEMBROS DE LA IGLESIA Y SACERDOTES

Por Redacción.

Frente a los abusos sexuales en los que miembros de la iglesia han caído y han sido denunciados, el Papa Francisco pide asumir  enfrentar esa penosa realidad pero con actitudes, con hechos, con coraje para enfrentar la crisis de esa catástrofe.

“Se nos pide una reforma, que – en este caso – no consiste en palabras sino en actitudes que tengan el coraje de ponerse en crisis, de asumir la realidad sea cual sea la consecuencia. Y toda reforma comienza por sí mismo. La reforma en la Iglesia la han hecho hombres y mujeres que no tuvieron miedo de entrar en crisis y dejarse reformar a sí mismos por el Señor. Es el único camino, de lo contrario no seremos más que “ideólogos de reformas” que no ponen en juego la propia carne”, dijo Francisco.

Reconoció que no se puede ser indiferente ante el crimen que representa el abuso sexual por parte de miembros de la iglesia y sobretodo sacerdotes y no se puede vivir en una hipocresía, así lo expresó: “Caer en la cuenta de esta hipocresía en el modo de vivir la fe es una gracia, es un primer paso que debemos dar. Tenemos que hacernos cargo de la historia, tanto personal como comunitariamente. No se puede permanecer indiferente delante de este crimen. Asumirlo supone ponerse en crisis”. Este, aseguró el Papa, es el único camino, porque “hacer propósitos” de cambio de vida sin “poner la carne sobre el asador” no conduce a nada.

El Papa Francisco rechazó la renuncia que le presentó el Arzobispo de Munich, el cardenal Reinhard Marx, debido a la situación de la Iglesia en Alemana por los casos de abusos de menores, a través de  una extensa carta, el Santo Padre destacó el “coraje cristiano” de monseñor Marx, quien antes hizo pública su renuncia como una forma de asumir los fallos sistémicos de la Iglesia en Alemania y “compartir la responsabilidad por la catástrofe del abuso sexual en la Iglesia en las últimas décadas”.

En la carta de renuncia -que fue publicada por la Arquidiócesis de Munich con la autorización del Papa- el cardenal Reinhard Marx se había comprometido a continuar sirviendo a la Iglesia como sacerdote y pastor, libre de sus responsabilidades de gobierno. El Papa le había pedido que se mantuviera en el cargo hasta esperar a su decisión final, que llegó en los siguientes términos: “Me gusta como terminas la carta: “Continuaré con gusto a ser sacerdote y obispo de esta Iglesia y continuaré a empeñarme a nivel pastoral siempre y cuando lo retenga sensato y oportuno. Quisiera dedicar los años futuros de mi servicio en modo más intenso a la cura pastoral y empeñarme por una renovación espiritual de la Iglesia, como Usted incansablemente lo pide’”.

“Esta es mi respuesta, querido hermano. Continúa como lo propones, pero como Arzobispo de Munich y Freising. Y si te viene la tentación de pensar que, al confirmar tu misión y al no aceptar tu dimisión, este Obispo de Roma (hermano tuyo que te quiere) no te comprende, piensa en lo que sintió Pedro delante del Señor cuando, a su modo, le presentó la renuncia: “apártate de mí que soy un pecador” y escucha la respuesta: “pastorea a mis ovejas”.

El papa añadió que  “El ‘mea culpa’ delante a tantos errores históricos del pasado lo hemos hecho más de una vez ante muchas situaciones aunque personalmente no hayamos participado en esa coyuntura histórica. Y esta misma actitud es la que se nos pide hoy”.

 Con Información del “Semanario Desde la Fe”

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