Por redacción
Mientras Andrés Manuel López Obrador manifestó que se van a tener que poner vitacilina porque no se han creado nuevos cárteles, en la comunidad de San Juan Capistrano, en la sierra de Valparaíso, entre Zacatecas y Jalisco, se enfrentaban dos de estos grupos armados, llámese cárteles, bandas etc.
El presidente presume que no hay nuevos cárteles como si las 15 mil muertes, tan solo en lo que va del presente año, la mayoría en enfrentamientos entre estas organizaciones o responsables de homicidios de ciudadanos inocentes, no fueran trascendentes.
De acuerdo a Jorge Fernández Meléndez, especialista, analista, en los años 80 y mediados de los 90, existían en México 3 cárteles principales, después llegaron hasta siete, pero cuando se acabaron los llamados Zetas quedaron dos, pero con más de 100 organizaciones y bandas criminales.
Conforme a lo anterior serían el cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación quienes mantienen la hegemonía y son los que tienen, por su tamaño, mayor capacidad de operación, impacto y mucho más grado de violencia. Se considera que el CJNG es el mejor armado.
Aunque para otros analistas existen otros cárteles como el de los Viagras en Michoacán; Guerreros Unidos y los Rojos en Guerrero; Santa Rosa de Lima, en Guanajuato; la Unión Tepito y el de Tláhuac en la Ciudad de México. Algunos de estos han surgido como herederos de otros cárteles como el de Guerreros Unidos, que provienen del de los Beltrán Leyva.
Sin embargo y de acuerdo con un informe de la DEA, publicado por el periódico El Economista, el cártel de Sinaloa es el más poderoso, aunque el Cártel Jalisco Nueva Generación cuenta con más presencia en el país ya que ha construido alianzas con otras organizaciones o grupos criminales.
El de Sinaloa considerado como uno de los más antiguos tiene influencia significativa en 15 entidades del país, fundamentalmente en la costa del Pacífico en el noroeste de México y cerca de la frontera norte y sur.
De acuerdo al informe esta organización a la cual pertenece Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en los Estados Unidos, exporta y distribuye grandes cantidades de fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana.
El Cártel Jalisco Nueva Generación cuenta con presencia en 23 entidades del país, se ubica en el centro de México y en la frontera con los Estados Unidos, que incluye a Tijuana, como en Juárez como en Nuevo Laredo, así como en puertos importantes como el de Manzanillo. Considerado como multitraficante de drogas, fabrica y distribuye fentanilo, metanfetamina y cocaína.
Al noroeste de la república mexicana se ubican grupos o bandas que son aliados de los mencionados o escisiones de otros cárteles como el mencionado de los Zetas y su fracción denominada Cártel del Noreste con presencia en Coahuila, Nuevo León y parte de Tamaulipas.
También cita el cártel del Golfo en Tamaulipas y Zacatecas, al que pertenecen los grupos denominados Ciclones y Escorpiones responsables de 15 muertes en un enfrentamiento en Reynosa, en las últimas semanas.
En Chihuahua se ubica al cártel de Juárez con su fracción denominada La Línea. También en la zona de Michoacán y el Estado de México quedan restos de la Familia Michoacana, heredero de los Caballeros Templarios y que está vinculada al CJNG.
Carteles Unidos que se localiza ahora en la zona de Michoacán y Jalisco y que enfrenta al CJNG, esta organización cuenta con más de 20 grupos o bandas que financia para evitar la expansión de la organización que dirige Nemesio Oseguera “el Mencho”.
Tras las elecciones de junio 6 del presente, infobae.com estableció el mapa de cómo podrían reacomodar sus estructuras y territorios de influencia los cárteles:
Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Zacatecas, bajo el control del cártel de Sinaloa, de Ismael el “Mayo” Zambada y los hijos del “Chapo”, aunque también tendría parte de Durango y Coahuila, Chiapas y Oaxaca.
Mientras que el de Jalisco Nueva Generación estaría dominando Colima y Quintana Roo, Campeche y San Luis Potosí; Guerrero para los Beltrán Leyva o lo que quede de éste con otros nombres como Guerreros Unidos y Rojos; Tamaulipas, parte de Nuevo León y Coahuila para el cártel del Golfo.
El mismo analista Jorge Fernández Menéndez señala que los grupos mantuvieron su hegemonía en donde operaban y se señalan vínculos de los gobernadores electos:
Alfredo Ramos Bedolla, en Michoacán, con vínculos con Cárteles Unidos, enemigos del CJNG. Anabel Bedolla su familiar, estuvo casada con Adalberto Fructuoso Compeán “Frutos”, líder del mencionado grupo, quien ya fue detenido.
Evelyn Salgado Pineda, hija de Félix Salgado Macedonio, vinculada a través de su suegro, Joaquín Alonso Piedra “El Abulón”, se le refiere a los Beltrán Leyva.
Samuel García ganador en Nuevo León, se vincula a su padre con Gilberto García Mena “El June” uno de los líderes del cártel del Golfo.
En Baja California, María del Pilar, la gobernadora electa dio contratos siendo presidenta municipal de Mexicali a empresas señaladas en los Estados Unidos como lavadoras de dinero de los Arellano Félix.
En Nayarit, Miguel Navarro está acusado de recibir recursos de Édgar Veyta “el Diablo”, ex fiscal y detenido en Estados Unidos por vínculos con la organización de los Beltrán Leyva.
En Sinaloa Rubén Rocha Moya se afirma que fue a quien el “Mayo” Zambada dio el Vobo para ser gobernador.
Y Alfonso Durazo a quien la DEA lo investiga por sospechas de colaboración con el cártel de Sinaloa en el gobierno de Fox y ahora en el de López Obrador.
Bajo esta supuesta gobernabilidad o paz es la que presume el López Obrador, en la que dice que los cárteles los heredó y no han surgido nuevos, como si no supiera que en su sexenio, como considera Alejandro Hope, otro analista de seguridad, “hay escisiones de cártel del Golfo y han surgido grupos criminales”, nuevos.
Lo cierto como señala Hope “hay pluralidad de grupos armados en el país que suplantan al Estado en varias partes del territorio”. La gobernabilidad de Andrés.
Con información de El Economista. Infobae.com, El Universal, Reforma, Excelsior
Medias Tintas SLP 