Por David Medrano.
La realidad delictiva que desbordada en forma paulatina, ha provocado que los casos de feminicidio requieran ahora, para su prevención una estrategia pública desde el ámbito de la seguridad pública y la investigación de delitos.
La cifra de casos registrada en 2021, sugiere esa obligada conversión: se contabilizan 15 casos en el año, dos de ellos por situaciones de violencia intramuros, el resto, vinculados con actividades delictivas.
Julieta Méndez coordinadora general del Centro Integral de Justicia para Mujeres explica que la atención preventiva, asesoría y trabajo de acompañamiento, logró evitar que ese delito de alto impacto, el feminicidio, se diera por casos de violencia de género o familiar.
Porque tenemos las herramientas -apuntó- con las que podemos evitar que sucedan, pero hemos notado que ahora los feminicidios rebasan a la realidad, son contenidos por otros motivos, es ahí donde es necesaria una política pública, desarrollada desde el ámbito de seguridad.
Méndez cree que la Fiscalía General del Estado tiene un papel trascendental, en esta nueva realidad delictiva, un oportuno trabajo de investigación permitiría conocer cuáles son las causas de muertes violentas de mujeres, investigadas con protocolo de feminicidio.
Las hay entre otras razones, la participación de ellas, en actividades de la delincuencia organizada.
Apenas hace poco Aarón Castro titular de la Vicefiscalía de la FGE admitió algunas muertes recientes de mujeres, podrían tener ese trasfondo.
Méndez explicó que los hay casos, en que son absorbidas por una dinámica, en la que las parejas de ella, están relacionados con actividades o grupos delictivos.
En otros casos son por situaciones personales -atajó-, pero lo que queremos notar es que el feminicidio debe tener otra perspectiva en su prevención e investigación, no han fallado las instituciones, con el apoyo de los CIJM no sabemos cuántas situaciones de violencia o feminicidios, se han podido evitar, se necesita un nuevo enfoque.
La funcionaria gubernamental explicó que tienen identificado, los generadores de violencia, en el caso de las parejas, corresponden a hombres que mayoría de ocasiones, tienen problemas de drogadicción, con consumo de cristal o cocaína, reflejan trastornos de celotipia, y por lo general, tienen acceso con facilidad a armas de fuego.
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